El joven José Sánchez, de Masaya, camina con mayor seguridad con el dinero en su bolsillo en el mercado municipal Ernesto Fernández. El muchacho se acerca a un cambista y pregunta el precio del dólar. Hace la transacción y echa el dinero en su mochila.
Sánchez es uno de los miles de visitantes que a diario llegan a este centro de compras y que se sienten protegidos al momento de hacer el cambio de sus divisas, pues a pocos metros agentes policiales armados resguardan el lugar por donde están los cambistas, para evitar que este gremio sea afectado por la delincuencia en sus puntos de trabajo.
“Es bueno que esté por aquí la Policía porque así les da mayor seguridad a comerciantes como a compradores. Y pues así andamos más seguros con nuestro dinero, que tanto nos cuesta ganar. Sin embargo sería bueno que quedaran permanentes, porque todos los meses las personas buscan qué comprar, como la comida de la casa, y vos sabés que la delincuencia todo el año anda haciendo de las suyas”, comentó Sánchez.
Según los cambistas la presencia policial está distribuida por los diferentes puntos que trabajan. El cambista Róger Torres, quien se ubica en las inmediaciones del Parque Central de esta ciudad, celebró que se esté priorizando la seguridad en las zonas por donde las personas realizan transacciones económicas.
“Nosotros nos reunimos con la jefatura de la Policía (de Masaya) y pues es primera vez que vemos (ese tipo de seguridad), pero sería fabuloso que estén aquí todo el año, porque ya no queremos más muertos dentro de nuestro gremio, aunque también nosotros tomamos nuestras propias medidas de seguridad, de tal manera que en este punto la gente viene con mayor seguridad a cambiar sus dólares porque los agentes están fuertemente armados”, agregó Torres.
Baleado
En septiembre de 2012 el cambista de Masaya, Róger Luis Aguilar Orozco, fue ultimado a balazos a una cuadra de la estación policial, minutos después de salir de su zona de trabajo. Los delincuentes lo despojaron de alrededor de 25 mil dólares, mientras el cambista agonizaba en el suelo, víctima de un disparo en el pecho.