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Monseñor Silvio Báez, Nicaragua, represión, democracia, régimen de Daniel Ortega, rebelión de abril

El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez. LA PRENSA/J. FLORES

Monseñor Báez: “La corrupción es un abierto robo al pueblo”

En ocasión del Día contra la corrupción, este viernes 9 de diciembre, monseñor Báez le expresó a los presentes en su homilía que todos “podemos ser víctimas de la corrupción”.

El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, ofició este viernes una misa en favor de los derechos humanos de los nicaragüenses y de sus defensores, en la que manifestó que “en nuestro país hay mucho que hacer todavía para promover los derechos humanos y defenderlos”.

Hoy se celebra el Día de los Derechos Humanos, pero en ocasión de que ayer se celebró el Día contra la corrupción, Báez también se refirió al respecto, manifestando que “la corrupción es un abierto robo al pueblo”.

Los Derechos Humanos se celebran el 10 de diciembre, en conmemoración del día en que, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Lea además: Total desprecio a los derechos humanos en Nicaragua

En ocasión del Día contra la corrupción, este viernes 9 de diciembre, monseñor Báez le expresó a los presentes en su homilía que todos “podemos ser víctimas de la corrupción”.

“Cuiden su corazón, porque todos podemos ser víctimas de la corrupción, de la ambición, de la agresividad, del irrespeto, esto no es propio de un partido político, de una ideología o de un grupo, desgraciadamente todos podemos ser víctimas de la corrupción”, dijo Báez.

El obispo aconsejó a los presentes a no tener miedo y a nunca perder la esperanza.

“Hay gente que negocia con el miedo, porque es un instrumento de sumisión, de adormecimiento, no tengamos miedo”, manifestó Báez.

También dijo que el papa Francisco le aconsejó que siempre dijera la verdad y agregó que “a veces tenemos miedo, porque tenemos cola”.

Clama por sólida institucionalidad

Asimismo, monseñor Báez señaló que para promover los derechos humanos “es urgente renovar toda la estructura política, jurídica, social de este país” y “es necesario reencauzar las estructuras de Nicaragua por la vía de la democracia, el pluralismo, basado en la libertad, la justicia y el respeto a los derechos humanos”.

El obispo reconoció que ni aún logrando todo lo anterior se va a asegurar el respeto a los derechos humanos, pero considera que “una sólida institucionalidad y una auténtica democracia, basada en verdaderos valores, puede ayudar a cambiar el rostro de la sociedad”.

Desde el retorno de Daniel Ortega a la Presidencia, en 2007, este centralizó el control de los poderes e instituciones del Estado, quitándoles independencia.

Durante la homilía celebrada en la iglesia El Carmen, de Managua, mencionó una serie de situaciones que demuestran la falta de democracia, institucionalidad y violaciones a los derechos humanos.

“La monopolización de los medios de comunicación, la represión violenta contra campesinos que pacíficamente reclaman sus derechos y defienden la soberanía del país, los despidos de los trabajadores estatales por razones políticas” son algunas de las violaciones de derechos humanos señaladas por el obispo.

En la víspera de la llegada del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, este primero de diciembre, los campesinos de la comunidad rural La Fonseca, ubicada en Nueva Guinea, Caribe Sur del país, fueron reprimidos con violencia por la Policía, cuando intentaron marchar en caravana a la capital, para demandar la derogación de la Ley del Canal Interoceánico.

Cultura de mendicidad

Monseñor Báez también manifestó que se está creando una cultura de mendicidad, debido a “la manipulación populista con fines de propaganda ideológica, que se hace a partir de la situación de pobreza de la gente”.

“Estamos enseñando solo a extender la mano; estamos descuidando la educación de excelencia y de calidad, que es el único camino que en Nicaragua, en el futuro, nos puede ayudar a superar la crisis actual; la impunidad de delitos cometidos por personas ligadas a los grupos de poder; los fraudes electorales continuos y el desenlace doloroso que han dejado como secuela; actos de irrespeto a la dignidad de las personas. Todo demuestra que hay mucho que recorrer en Nicaragua en materia de derechos humanos”, insistió Báez.

Asistentes a la misa

A la misa asistieron políticos, representantes de organizaciones de derechos humanos, de la sociedad civil y personas que han acusado al Gobierno de violaciones a sus derechos, entre ellas Martha Raquel Cabrera, quien fue despedida de la Asamblea Nacional por defender a una compañera de trabajo que también fue despedida, pero por su inclinación liberal.

Los políticos Edipcia Dubón, Wendy Puertos, Carlos Tünnermann Bernheim, Fabio Gadea Mantilla, Enrique Sáenz y miembros de grupos ciudadanos y juveniles que han sido agredidos por la Policía cuando han salido a las calles a protestar también llegaron a escuchar la misa del obispo Báez.

Marcos Carmona, presidente de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), y Álvaro Leiva, secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), asistieron de parte de las organizaciones de derechos humanos.

No dejan trabajar a defensores

Mujeres organizadas denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que las defensoras de derechos humanos están siendo acechadas por el Gobierno de Nicaragua, poniéndoles obstáculos para realizar su trabajo, deteniéndolas ilegalmente, procesándolas penalmente y descalificándolas por medios de comunicación afines al gobierno de Daniel Ortega.

A esta posición se sumó la doctora Vilma Núñez, presidenta ejecutiva del Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh), quien refirió que en los últimos años en Nicaragua ha “habido un retroceso en materia de derechos humanos y la situación de quienes los defienden, pues cada año aumenta la represión contra quienes defienden sus derechos en general”.

“No se puede decir que en Nicaragua se está respetando el derecho a la vida, porque existen ejecuciones sumarias a líderes que se oponen a este Gobierno”, dijo Núñez, previo a la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos.

La defensora de derechos humanos agregó que “en gobiernos anteriores no habían tenido los defensores los obstáculos que ahora tienen. Esta situación se ha incrementado y se ha establecido casi como política sistemática del Gobierno, la obstaculización y la calumnia contra los defensores”, dijo Núñez.

Según representantes del Movimiento Autónomo de Mujeres y la Red de Mujeres de Ometepe, a las mujeres defensoras de derechos ya no las dejan entrar a las Estaciones de Policía ni a los Juzgados a dar acompañamientos a víctimas de violencia, a quienes les dan asesoría legal y acompañamiento psicológico.

Al Cenidh desde hace seis años no lo dejan entrar a los sistemas penitenciarios del país ni dejan que dé acompañamientos a las víctimas de detenciones ilegales en la Dirección de Auxilio Judicial Nacional, conocido como El Chipote, “porque ahí hay represión y tortura”, detalló Núñez.

Aseguran que un 30 por ciento de defensores de derechos humanos han sufrido agresiones durante su trabajo y el 80 por ciento de estos agresores son funcionarios del Estado o integran la estructura del partido en el Gobierno.

Un ejemplo reciente es el de Francisca Ramírez, quien defiende la tierra y el agua en contra del proyecto canalero, quien ha denunciado ser acosada y víctima de decomisos ilegales de sus bienes, como medida de presión al trabajo social que realiza.

“Nos ven como enemigos”

Pablo Cuevas, asesor legal en la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), confirmó que cada vez es más difícil realizar su trabajo de defensor de los derechos humanos en el país, porque las autoridades los ven como enemigos y no les dejan a hacer su trabajo. Cuevas relató que la Policía no los deja entrar en los juicios, aunque la Constitución Política establece que “son orales y públicos” y tampoco pueden ingresar al Sistema Penitenciario para corroborar el estado de los privados de libertad.

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COMENTARIOS

  1. enrique
    Hace 7 años

    No soy católico , pero Monseñor Baez dijo lo que tenia que decir , la verdad , el país esta podrido debido a todo los aspectos que el menciona , talvez al nicaragüense se le ha olvidado la responsabilidad cívica que tiene al escoger a los que dicen ser sus representantes , al pueblo se le olvido no olvidar , como que le gusta que lo pisoteen , y hagan con el pueblo los que los mal gobernantes le de la gana , parece ser que el nicaragüense tiene mala memoria a corto y largo plazo .

  2. Gustavo Garcia
    Hace 7 años

    Gracias señor obispo por ser la voz que clama en el desierto.

  3. jose m. fernandez.
    Hace 7 años

    Un buen,y apropiado titulo para un libro sobre critica,y autocrítica a nosotros mismos seria: Nicaragua,los nicaragüenses,y el escrito nacional del cinismo,sus legendarias,y masivas mentiras diarias,aunque se ofenda quien se ofenda!!!

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