La Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (Canatur) celebró recientemente el 40 aniversario de su fundación. Con este motivo, la presidenta de Canatur, Lucy Valenti, destacó en la celebración los logros alcanzados en el desarrollo de la industria turística nacional, gracias principalmente a la gestión de la iniciativa privada.
La industria turística—señaló Valenti— es el “primer rubro de exportación generador de divisas para el país, con 528 millones de dólares en el 2015 y todo hace indicar que en este 2016 continuaremos por el mismo camino, según los últimos datos dados a conocer por el Intur”. Y subrayó la presidenta de la Cámara de Turismo que sus empresas afiliadas contribuyen de manera sustantiva al crecimiento económico del país.
Según los datos mencionados por la señora Valenti, la industria del turismo aporta directamente un 4.6 por ciento del PIB, contribuye de manera indirecta con cerca del 4.3 por ciento y como aporte inducido lo hace con un 2.2 por ciento. O sea que la contribución general del turismo al producto nacional viene a sumar un 11.1 por ciento, una parte realmente sustantiva.
En la celebración del 40 aniversario de Canatur participó como orador principal el líder empresarial Carlos Pellas, quien fue nombrado por Canatur Promotor del Turismo Nacional. Pellas indicó en su discurso que el objetivo de la industria turística de Nicaragua debe ser alcanzar el mismo desarrollo que goza ese sector económico en Costa Rica, donde, dijo, “además de generar más de 600 mil empleos, aporta a esa economía unos 3,000 millones de dólares con la llegada de más de tres millones de viajeros”.
Pellas aseguró que para alcanzar ese nivel de desarrollo es indispensable que el turismo “sea prioridad en la estrategia económica de la nación”; y agregó que “también debe haber un esfuerzo público-privado para diseñar la estrategia de impulso al desarrollo turístico que perdure en el tiempo”.
En tal sentido Pellas definió a grandes rasgos los componentes de la estrategia de desarrollo turístico que necesita Nicaragua, enfatizando que “necesitamos un norte claro hacia el cual todos nos podamos dirigir”.
El planteamiento es correcto, sin duda, sustentado en su gran experiencia empresarial y visión nacional. Solo le faltó agregar el elemento sustantivo de la democracia con todos sus atributos fundamentales, como condición indispensable del desarrollo integral, sostenido y equitativo. Si después de la guerra civil de 1948 Costa Rica hubiera seguido el camino de Nicaragua —de dictaduras y regímenes autoritarios, con solo un intervalo de incipiente democracia—, ahora no podría exhibir los grandes logros que la enorgullecen, en el turismo y en todos los campos de la actividad económica y la vida social costarricense.
En materia de desarrollo económico y social Costa Rica marcha a muchísima distancia por delante de Nicaragua, porque es un país sólidamente democrático. En este orden, podemos asegurar con certeza que los logros de la industria turística nicaragüense mencionados por la presidenta de Canatur en su 40 aniversario, serían mucho más importantes si en Nicaragua hubiese una democracia real y vibrante como la que funciona en la vecina Costa Rica.