Si usted pretende ir a admirar las reliquias o fotografías de San Juan Pablo II, en el Museo que lleva su nombre y fue construido en el Malecón de Managua, tiene que saber que debe obtener un permiso previamente por la Alcaldía, de lo contrario no pasará de la calle.
Así lo aseguraron hombres de guayaberas blancas que este jueves 15 de diciembre vigilaban el sitio detrás de una malla colocada alrededor precisamente para evitar el paso de cualquier persona. Los mismos explicaron que el permiso se otorgará solo para grupos y no de forma individual.
La idea de edificar el Museo en honor al Sumo Pontífice, conocido como el Papa viajero, se concibió primero como celebración del segundo aniversario de su canonización —cumplido el 27 de abril pasado— y segundo para que los nicaragüenses tuvieran la facilidad de conocer más de su vida.
Fue así que el Concejo Municipal de Managua aprobó en diciembre del 2015 una partida presupuestaria de 45 millones de córdobas —incorporada en el Presupuesto General 2016 de la municipalidad— para construir el Museo a orillas del lago Xolotlán.
Aunque las puertas del lugar serán abiertas solo cuando haya un permiso por escrito de la Alcaldía, según los cuidadores la fuente colocada en la parte trasera funcionará todas las noches.
Será la Alcaldía la encargada de la limpieza y cuido de las instalaciones, además de la conservación de las piezas que utilizó Juan Pablo II en sus dos visitas a Nicaragua. Este Museo está ubicado en la parte noroeste de la Plaza de la Fe, donde un día de 1996 estuvo frente a un mar de gente.
Visitas históricas a Nicaragua
El 4 de marzo de 1983 Juan Pablo II, embajador de Jesús en la tierra, ofició una misa en la Plaza 19 de Julio, ubicada cerca de la Universidad Centroamericana (UCA). En esa década el país estaba en guerra. La segunda y última visita la realizó en 1996, cuando Violeta Barrios de Chamorro era presidenta. La reunión masiva para ese entonces en Managua fue en la Plaza de la Fe.