Evasión fiscal, blanqueo de capitales, amaño de partidos. El negocio del futbol, que mueve miles de millones cada año, se ha convertido en un problema global al que el Gobierno francés quiere poner coto con una norma pionera en Europa.
Un proyecto de ley, propuesto por el senador socialista Dominique Bailly y cuya aprobación se espera para febrero de 2017, busca reforzar la transparencia en el futbol profesional, especialmente en entredicho desde las polémicas filtraciones de “Football Leaks” publicadas este mes.
“Un 30 por ciento del dinero de una transferencia no llega a su destino final. No sabemos exactamente qué sucede. Por eso, queremos transparencia”, denunció en una entrevista a EFE Bailly, quien estimó que centenares de millones de euros se evaden cada año del fisco francés.
El escándalo
Los documentos de Football Leaks, divulgados por un consorcio de medios europeos, han sembrado dudas acerca de las prácticas fiscales de varios futbolistas, entre ellos Cristiano Ronaldo y Paul Pogba y de sus respectivos representantes Jorge Mendes y Mino Raiola.
Todo ello en un negocio que, según cuentas de la propia FIFA, mueve cada año en transferencias entre 2.000 y 3.000 millones de euros. La ley que promueve Bailly quiere atajar algunos de los problemas más graves de la industria del balompié: magnates y fondos de inversión.