Hay temor en comunidades de la microrregión de Ayapal en el municipio de San José de Bocay, Jinotega, donde algunos líderes aseguran que “pasan montón de cosas” sin que la población denuncie por miedo a represión militar y policial.
“Ya no queremos esa represión y tampoco queremos guerra. Ay, hermano, yo no quiero que mis hijitos vayan a una guerra, como me tocó a mí”, exclama Porfirio Pastrana Marín, un agricultor de la comunidad Aguas Calientes, a tres horas de camino desde el caserío de Ayapal.
Agrega que “aquí andan matando de puro gusto, por no ser aliado con ellos”.
Pastrana fue uno de aproximadamente cien campesinos que este jueves 29 de diciembre participaron en una asamblea con dirigentes nacionales del Frente Amplio por la Democracia (FAD, que esperaba entre 500 y 1,000 campesinos a la actividad), organización que aglutina a políticos de diferentes corrientes y que exigen cambios institucionales en el país.
En la asamblea, el FAD recordó la “valentía” de Andrés Cerrato, un líder y promotor de derechos humanos torturado y asesinado el 18 de abril en su casa en San Martín de Daka, unos 18 kilómetros al norte de Ayapal.
El crimen quedó impune. “¿Quiénes lo mataron? Es la gran pregunta que nos hacemos… nosotros sabemos lo que él denunció en LA PRENSA y ni el mes tardó para ser asesinado”, refiere Julio Rojas Torres, dirigente del FAD en Ayapal.
“No hay quién responda por esa sangre derramada, no hay quién diga nada. La familia de él tiene miedo de hablar, porque esa fue una advertencia: el próximo que hable también se muere. Así lo sentimos también nosotros”, apunta Rojas.
Agrega que en Ayapal “no sentimos seguridad y no se puede decir quién fue, porque fueron personas que a medianoche llegaron a sacarlo y asesinarlo”.
Byron Chamorro, del FAD departamental en Jinotega, asegura que la Policía dejó de investigar el caso de Cerrato.
Asamblea del Frente Amplio por la Democracia
El FAD realizó ayer en Ayapal una Asamblea, según Byron Chamorro, para romper el miedo de los pobladores a denunciar las constantes violaciones a los derechos humanos que sufren en sus comunidades.
Ana Margarita Vigil, presidenta del MRS, señaló que Cerrato ejemplifica también la lucha de los nicaragüenses “por una Nicaragua en libertad, donde la Policía y el Ejército no te tengan que estar acosando… aquí, si fuiste Contra tenés como una estrella en la frente y tenés la amenaza de ser encarcelado, porque el régimen tiene miedo”.
Ante inquietudes de pobladores sobre el venidero año de elecciones municipales, los dirigentes del FAD coincidieron al apuntar que continuarán la lucha por lograr cambios en el Consejo Supremo Electoral.
En los recientes comicios nacionales, el abstencionismo alcanzó el 80 por ciento en Ayapal y “eso es que la gente no quiere que ese CSE siga dirigiendo las elecciones en este país”, aseguró Chamorro.
