Los pescadores de pepino de mar en las costas del Caribe de Nicaragua esperan volver en dos meses a esa faena, tras la promesa de una “veda escalonada” que suspendería en marzo próximo la prohibición de pesca de pepino de mar que comenzó regir desde ayer 1 de enero.
Según Ibar Diessen, directivo del Sindicato de Buzos y Marinos (Sibumiraan), en Bilwi, Puerto Cabezas, el vicepresidente ejecutivo del Instituto Nicaragüense de la Pesca y Acuicultura (Inpesca), Edward Jackson, les habría confirmado que la veda que establecía el decreto presidencial 15-2016 entre el 1 de enero y 30 de junio de este año, ahora será escalonada, de tal forma que en enero y febrero se suspende la pesca y entre marzo y mayo tendrán la oportunidad de volver a la faena.
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“Estuvimos dos horas reunidos con él (vicepresidente de Inpesca) y por la tarde nos comunicaron que por parte de la Presidencia se había dicho que aprobaban que la veda fuera escalonada”, aseguró Diessen al ser consultado vía telefónica.
A capacitarse
Durante enero y febrero los pescadores de ese producto del mar tendrán que capacitarse sobre mejores prácticas de buceo, preparar equipo y restaurar maquinaria, para que en el tercer mes de este año que inicia puedan contar con la preparación suficiente, expresó el directivo del sindicato.
La medida de capacitación surge tras la muerte, en 2016, de unos 14 buzos que experimentaron el síndrome de descompresión en la búsqueda de la captura de pepino de mar en la Costa Caribe Norte.
Desde diciembre de 2016, diferentes instituciones han impulsado un plan de capacitación tanto a los capitanes, buzos y dueños de lanchas, en temas de lectura de carta náutica, lectura de profundímetro, tiempo de buceo, profundidades de acuerdo con los equipos que utilizan y primeros auxilios.
Rechazaron la veda
Según Diessen la veda pondría en riesgo el ingreso de al menos 3,000 personas que están ligadas a esa actividad.
“Es una actividad que representa un fuerte ingreso para las familias del Caribe y una decisión en ese tema representa un impacto para toda la línea de trabajo”, aseguró el sindicalista.
Lo que aún no queda claro, según Diessen, es qué medidas continuarán y cuáles no, como parte de la regulación de esa actividad.
De acuerdo con el decreto presidencial publicado el 31 de agosto de 2016, los buzos tienen que utilizar compensadores de oxígeno que sean certificados por Inpesca y en las embarcaciones compresores de oxígenos con una manguera de 160 pies de longitud máxima, chapaletas en buen estado, reguladores de oxígeno, máscaras para buceo, filtros para el comprensor y chalecos salvavidas.
En la mira de la región
Suspender la captura del pepino de mar por medio de buceo es solo uno de los aspectos que los representantes de cada país en Centroamérica han discutido.
Según el director regional del Sector Pesquero y Acuícola del Istmo Centroamericano (Ospesca), Mario González, es necesario hacer un protocolo de acuerdo con la realidad de cada país para valorar las condiciones físicas y de salud de cada buzo, además que se ocupen los equipos vitales.
“Cada país tiene que tomar las medidas internas para crear las condiciones y esa tarea no se ha cumplido a nivel regional, pero hay un cronograma para cerrar esta práctica y lo ideal es que estos países vayan sumándose”, declaró el director general de Ospesco mediante comunicación electrónica.
6.77 millones de dólares percibió el país durante el 2015 por las ventas del pepino de mar a mercados como Estados Unidos, Hong Kong, Taiwán, Canadá y otros, muestran estadísticas proporcionadas por el Centro de Trámites de las Exportaciones.