Doña Esperanza Martínez López, de 63 años, tiene que levantarse a diario a las 2:30 de la madrugada para poder almacenar agua en barriles. En el sector de Las Minitas, donde vive, al sur de la ciudad de Somoto, el servicio solo llega un par de horas.
Al igual que doña Esperanza, decenas de familias de sectores 9, 11, 16, sector de Los Maestros, 18 y 20, entre otros, enfrentan desde hace unos siete años el mismo problema, debido a que las autoridades de Enacal en Madriz argumentan que hacen cortes para llevar el servicio a otros sectores (barrios) urbanos.
Los más afectados son aquellos que viven en sectores alejados de los tanques de almacenamiento y distribución de Enacal y en zonas altas.
Los propietarios de restaurantes, hoteles, comedores y de otros negocios ubicados en el centro de la ciudad han tenido que invertir en la construcción de pilas o la compra de tanques de almacenamiento.
Situación es seria
Para doña Luisa Machado Tercero, tortillera del sector 20 de la ciudad de Somoto, la situación es seria porque no hay con qué bañarse, lavar ropa, elaborar los alimentos y calmar la sed, como también limpiar los baños higiénicos.
LA PRENSA buscó este viernes la versión del ingeniero Bryan Rodríguez, delegado de Enacal en Madriz, pero se informó que se encontraba en el municipio de Totogalpa.
Además del área urbana de Somoto, en muchas comunidades como Cacaulí y Santa Teresa, y otras como La Esperanza, en el municipio de Yalagüina, las familias enfrentan en época de verano racionamiento del servicio de agua potable y tienen que abastecerse de pipas o cisternas que son enviadas por Enacal, porque el nivel de las fuentes hídricas ha descendido en los pozos, mientras que algunos ríos, quebradas y pozas se han secado.
Solo en la comunidad de La Esperanza, en Yalagüina, unas 3,000 familias tienen que ser abastecidas de agua con cisternas.
También en Los Encuentros
Unas 314 familias de la comunidad de Los Encuentros, en el municipio de Yalagüina, enfrentan escasez de agua de consumo.
El año pasado el ingeniero Bryan Rodríguez, delegado de Enacal en Madriz, dijo a un medio local que en el caso de Somoto se sectoriza (por barrios) el servicio. “Reducimos el suministro de agua a unos sectores para darle a otros”, indicó esa vez, mientras reconocía que hay problemas de abastecimiento, “porque el verano es sinónimo de sequía y los niveles subterráneos de agua se profundizan”.