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rebelión del 4 de abril
Hugo Ramón García

PJCh: su pensamiento ilumina la patria

Aquella mañana del martes 10 de enero de 1978, hoy hace 39 años, las fuerzas del mal que aún sobreviven y operan en Nicaragua pusieron fin a la vida material del doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (PJCh), cuyo pensamiento ilumina  la patria.

La conciencia nacional se mostró abatida por el asesinato de uno de los mejores hijos de Nicaragua. Ese día, cuando el reloj marcaba las 8:25 de la mañana, el doctor Arturo Armijo Talavera, viajando hacia la ciudad de Ocotal en su carro color rojo Ford Falcon Futura, me transmitió la fatal noticia que me puso en acción para dirigirme a Managua, pues por mis vínculos con el Diario LA PRENSA, desde los años inquietos de mi juventud, no podía ser  ajeno a semejante suceso.

Como una realidad histórica que moros y cristianos manejan con certeza, sin el sacrificio del doctor Chamorro Cardenal no se hubiera producido el cambio en Nicaragua y a los sandinistas les hubiera sido imposible o mucho más difícil conquistar el poder. El Mártir de las Libertades Públicas y Héroe Nacional poseía una autoridad moral incuestionable, además del liderazgo y la honradez ciudadana que definieron su personalidad, situándolo en el nivel de los hombres más ilustres y destacados en este país.

El mismo Somoza lo predijo una vez: “El día que maten a Pedro estoy liquidado”. El dictador sabía quién era el doctor Chamorro y los efectos fatales que caerían sobre su régimen  al momento de su magnicidio. Su adversario no era el hombre común y corriente y de semejante barbarie inevitablemente la nación tenía que tomar “otros rumbos”, aunque no aceptables, pero al final la catástrofe se dio y Nicaragua entró por la puerta de la historia cargando una dura experiencia. Alguien que involuntariamente se me escapa de la memoria, refiriéndose a la muerte violenta del doctor Chamorro emitió su opinión diciendo que el asesinato de Pedro Joaquín era “el suicidio político de los Somoza”. Tales apreciaciones tuvieron las dimensiones de la razón, pues hay que entender  que cuando se abusa del poder mandando a eliminar físicamente a un hombre creíble y tenaz en sus principios, como lo fue toda su vida el doctor Chamorro, los resultados no se dejan esperar, además de que ningún crimen es la solución para resolver los grandes y graves problemas del país.

Los autores intelectuales de este asesinato que posiblemente se movilizan con libertad por la impunidad que es consecuencia de la viciada administración de justicia que sigue imperando en este irredento y desordenado país, creyeron que todo iba a quedar en el “misterio” pero como no hay crimen perfecto, algún día inexorablemente tendrán que ser llevados al banquillo de los acusados cuando en verdad en Nicaragua funcione un auténtico Estado de Derecho y la justicia misma no tenga colores políticos, ni banderas partidarias y se le imprima otro rostro sin jueces, ni magistrados venales que le resten mérito a la majestad de la ley.

PJChC, como uno de los grandes en la historia, vive por siempre en la conciencia del pueblo que valora su legado por el cual inmoló su vida mediante el sacrificio que le impusieron los sicarios contratados para tan funestos fines.

El autor es Periodista de Somoto.

Opinión Pedro Joaquín Chamorro Cardenal PJCH archivo
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