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La verdad de una rectoría moral

En su edición de este jueves, LA PRENSA recordó que para la toma de posesión presidencial de Daniel Ortega en enero de 2007, vinieron a acompañarlo 13 jefes de Estado. En su siguiente toma de posesión, después del gran fraude electoral de 2011, la presencia de presidentes se redujo a 7, y ahora, en 2017, solo 5 jefes de Estado le aceptaron la invitación.

Realmente, la única personalidad extranjera que brilló en la tarima oficial este 10 de enero fue la presidenta de Taiwán, señora Tsai Ing-wen, quien lidera una democracia auténtica y pujante, con división de poderes, justicia independiente, rendición de cuentas y respeto a las libertades civiles y los derechos humanos. Sin embargo, por presiones de China comunista Taiwán no es reconocido como país independiente por la gran mayoría de Estados que forman parte de las Naciones Unidas.

Este 10 de enero también brillaron, pero por su ausencia, los obispos de Nicaragua. El portal católico Religión Digital, al informar sobre este hecho notable señaló que el Episcopado nicaragüense de esa manera “evitó legitimar el régimen” orteguista. Y destacó que en la plaza solo estuvieron presentes algunos sacerdotes aliados del régimen orteguista, encabezados por el cardenal Obando y Bravo, pero ninguno de ellos con calidad de representante de la Iglesia católica de Nicaragua.

El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, dijo a LA PRENSA que él no asiste a “ese tipo de actividades”. Sin embargo la redacción de este mismo Diario recordó que monseñor Brenes asistió a la investidura presidencial de Ortega en 2007, cuando aún no era cardenal pero ya ejercía el arzobispado de Managua.

Por otra parte, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, anunció con toda claridad en un mensaje de Twitter: “Ninguno de los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua en la plaza de la Revolución”. Y en un siguiente tuit reflexionó que “hay épocas en que la historia deja de ser real pues los acontecimientos que se viven son una vuelta al pasado”.

Monseñor Báez tiene razón. Cabe recordar al respecto que los obispos de Nicaragua tampoco asistieron el 1 de diciembre de 1974 a la toma de posesión de Anastasio Somoza Debayle, quien había impuesto su reelección en la farsa electoral del 1 de septiembre de ese año. El periódico somocista Novedades dijo falsamente en esa ocasión, que a la toma de posesión asistieron los obispos de León y Granada, pero fue desmentido. “Así demostró la Iglesia no solamente su independencia respecto del poder político, sino la verdad de su rectoría moral en la vida nicaragüense”, escribió entonces el director de LA PRENSA, doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.

“No se prestó la Iglesia nicaragüense a ‘bendecir’ una ceremonia en la cual formalmente se estaban aprobando una serie de procedimientos contrarios a la voluntad de la inmensa mayoría, ni tampoco se prestó a servir de adorno a la consumación de la mentira, del fraude y del disfraz, que todo eso significó la llamada ‘transmisión de mando’”, expresó además el doctor Chamorro Cardenal en el editorial de LA PRENSA del 3 de diciembre de 1974.

Editorial Daniel Ortega Nicaragua toma de posesión archivo
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