Dos días después de la toma de posesión del Ejecutivo de Nicaragua, a la que el cardenal Leopoldo Brenes no asistió por decisión personal, el arzobispo de Managua llamó a Daniel Ortega y a todos los actores del país a una apertura hacia la cultura del diálogo para buscar solución a los problemas institucionales que vive el país.
“La única salida a los escenarios de la violencia ha sido el diálogo y eso se logró en Nicaragua en la década de los ochenta”, dijo Brenes este jueves, cuando cumplió tres años de que el papa Francisco le impuso el birrete cardenalicio.
En mayo de 2014, los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) entregaron a Ortega un documento sobre los problemas políticos y sociales de la nación, pero el mandatario desde entonces no se ha pronunciado sobre aquel planteamiento.
Brenes, presidente del CEN, aconsejó a Ortega sobre cómo resolver la crisis del país y aseguró que le diría que “sea un hombre de diálogo, de escucha, que dé la oportunidad a todos de exponer sus ideas y (lo recomendó) a las otras partes también, no solamente al presidente, porque el diálogo no significa imposición, el diálogo es respetar puntos de vista”.
El jerarca católico instó a todos los sectores del país a reflexionar para que en la nación se tome “la no violencia como una política en la construcción de la paz y el papa Francisco nos está invitando a entrar a un ambiente de diálogo”.
“Nos toca hasta cierto punto seguir orando para que nos ilumine, ilumine a su equipo de trabajo y lo ilumine a él (a Ortega) para dejarse conducir por el Espíritu Santo y trabajar por el bien común”, exhortó.
“Yo pienso que el entendimiento parte de una apertura del diálogo y creo que este sentido toda la sociedad debe entrar en esa cultura del diálogo, una cultura de apertura para construir un país en desarrollo, en respeto y armonía”, insistió el prelado. El arzobispo de Managua señaló que los nicaragüenses son personas de esperanza, pero insistió que “todos debemos de aportar para buscar soluciones a los problemas del país”.
“Como pastor mi llamado es que tengamos esperanza y aportemos, asumamos una responsabilidad a través de la cultura del diálogo y el respeto”, añadió Brenes.
La demanda de la CEN
En el documento En búsqueda de nuevos horizontes para una Nicaragua mejor, los obispos le plantearon a Daniel Ortega, en el 2014, una profunda reforma al sistema electoral para transparentar los procesos electorales, señalando que el Consejo Supremo Electoral no ha sabido desempeñar sus funciones con responsabilidad y honestidad.
Los obispos le hacen ver a Ortega, sobre la concentración de poder, la corrupción gubernamental, la confusión Estado-Partido, el sometimiento de los poderes del Estado a la voluntad del Ejecutivo, el irrespeto a las leyes, entre otros puntos.