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Cartas al Director

Cartas al Director

El asesinato en contra del doctor Pedro Joaquín entusiasmó más la lucha del pueblo de Nicaragua finalizando en una revolución, la cual no era la que esperaba el Mártir de las Libertades Públicas

Recordando a PJChC
Hace 39 años, aquel 10 de enero de 1978,  fue cobardemente asesinado el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (PJChC), director del Diario LA PRENSA,  opositor de la dictadura somocista y Mártir de las Libertades Públicas. Aquellos  autores intelectuales y materiales del asesinato del doctor Chamorro Cardenal pensaron que silenciando la voz del Mártir de las Libertades Públicas se acabaría la lucha en contra de la dictadura del general Anastasio Somoza   Debayle, pero se equivocaron, como se  equivocan muchas  dictaduras que creen que reprimiendo y asesinando al pueblo acabarán con sus luchas libertarias.

El asesinato en contra del doctor Pedro Joaquín entusiasmó más la lucha del pueblo de Nicaragua  finalizando en una revolución, la cual no era la que esperaba el Mártir de las Libertades Públicas, pues  aquella  tal revolución  vino  a realizar cosas peores que las que realizaba la dictadura del general Somoza.

Hoy,  a 39 años  de aquel cobarde asesinato, sigue en pie  la llama de  lucha por la libertad, la  paz y democracia de Nicaragua.
El doctor PJChC fue y seguirá siendo un gran ejemplo en la lucha  cívica y los miles de nicaragüenses que no estamos de acuerdo con las  dictaduras  estamos obligados a retomar  el ejemplo  cívico del  Mártir  de las Libertades Públicas, que  sin un arma en sus manos  enfrentaba a la dictadura somocista.

Recuerdo que en el Frente Norte  FDN-ERN   de la Contra, una  fuerza de tarea del Comando Regional Nicarao llevaba el nombre  del Mártir de las Libertades Públicas,   Fuerza de Tarea Pedro Joaquín Chamorro, haciéndole honor a este valiente hijo de Nicaragua que pudiendo estar  tranquilo  en una buena oficina  en el Diario LA PRENSA  tomó su espíritu  patriótico y  decidió luchar   cívicamente en  contra de aquella  dictadura.

A 39 años de su encuentro con el Creador del mundo  seguimos recordando al doctor PJChC.
Máximo M. Castillo (Mexicano).

 

2017 nuestro mejor año
Contrario a lo que se ve y se dice, Dios sabe lo que hace, dejó que nuestra nación tocara fondo para demostrarnos su poder de resurrección y,  como el ave Fénix, levantarnos de las cenizas en que nos dejaron  37 años de dictadura violenta. Cuando todo se pone oscuro es porque está cerca el amanecer. Dice el Señor: todo le ayuda a bien a quienes me buscan y me aman.

Todo está claro en este 2017, el dictador se quitó la máscara y mostró su verdadero rostro en la chanchada o farsa electoral, se recetó para su gusto y antojo todos los 92 diputados de la “nueva” Asamblea Nacional,  pronto los veremos aprobando por unanimidad el diabólico proyecto de pasarle al sufrido pueblo de Nicaragua la brutal deuda de 4 mil millones de dólares que Ortega y sus socios millonarios deben del petróleo a los venezolanos. Estos 92 sumisos que no les importa ensuciar a sus futuras generaciones, haciendo amagos de legisladores obligarán al Banco Central a pagar con los fondos de las reservas 600 millones de dólares al chino del canal, socio de Ortega,  cuando acepten lo que todos sabemos,  que el proyecto canalero nunca existió solo fue un robo planificado con alevosía y ventaja, pero hay que pagar lo que “invirtió el chino”.

Ya despertó el pueblo y puede ver; los políticos zancudos en su lugar, los que parecían honestos y presidenciables pasaron a ser diputados del dictador. Ya tienen nombres y apellidos los millonarios que agrandaron su fortuna bajo el alero del orteguismo y no necesariamente representan al Cosep. El 80 por ciento de la población es oposición y no necesita estar integrada en un partido con personería frágil propiedad del sistema. Estrenemos año sin miedo a vivir en libertad, con fe y esperanza, todas las dictaduras del mundo han caído, tenemos un dictador con narcisismo demencial, amigo del dólar y enemigo de todos incluidos los sandinistas, tratan de que todos tengamos miedo porque es el miedo el mejor alimento de los demonios.

Rolando José Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa, en la misa del primero de enero ante una población que rebasó la capacidad de la Catedral dijo: “Cuando iniciamos la lucha contra la minería de Rancho Grande, muchos se me acercaron para decirme que nunca podríamos triunfar, pero la población perdió el miedo contra los violentos y se triunfó con una resistencia pacífica. ¡No tengamos miedo! Digamos no a la violencia activa, digamos sí a la resistencia pacífica. Debemos luchar contra la corrupción, contra los violentos, contra los fraudes y las farsas electorales. Busquemos un año de propósitos, pasión y paz”.
Leopoldo Villalta López.

 

Paz para este año nuevo
Gracias a Dios porque me ha concedido y permitido el honor de vivir un año más que ya pasó al libro de la historia, seguramente todos los que han llegado con respiración a este año nuevo (2017) coinciden con la virtud de mi gratitud solo que cada quien lo hace de diferentes formas.

También le pido al Padre que le dé paz genuina a la población de los países que la desconocen y la proclaman desesperadamente a cada instante de su vida, que le dé el sustento a la población que se muere por no tenerla, que le obsequie salud a aquellos que la necesitan diariamente y libertad a los que la solicitan a gritos fuerte.

Al igual que nos dé fortalezas con belleza para vivir las pruebas que se nos presentan en el camino, que nos ayude a vivir con amor y aplicar la plena solidaridad con nuestros semejantes, ofrécele felicidad a los niños y ancianos abandonados e ignorados por los irresponsables de sus familiares, borrar de nuestra mente todo lo inconveniente que no nos deja vivir en sosiego y a cumplir nuestras metas propuestas para este año.
Carlos Javier Jarquín.

 

Los hermanos campesinos
Solo de saber que pronto viajaré, una vez más, a la zona norte del país me es enraizado el gozo. Pasar entre lo verdoso y agradable de los pinos en extinción, apreciar aquellos animales de granja que raramente hay en la ciudad, sentir el excitante aroma del café por cada calle y saber que en cada esquina hay venta de tortillas de maíz, no tiene precio. Allí inunda la bella idiosincrasia  de “las y los hermanos campesinos”.

“Todos los campesinos nos recibían, así, franca y llanamente, con una mezcla de cariño y amor que les era imposible ocultar”, ilustraba el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en su elemental obra: Diario de un preso. Muchas cosas hoy en día están en decaimiento, como el “santito”: un acto de reverencia, saludo y respeto hacia los mayores, que ha sido sustituido por lo corriente y vulgar de un ¡qué onda!

A lo largo de los años, esta parte de nicaragüenses, trascendentes para nuestra sociedad, ha sido marginada y denigrada. El mismo Rubén Darío escribe: “En el campo insultan al jornalero, le escatiman el jornal, le dan a comer lodo y por remate le violan a sus hijas”.

Ahí están,  en familia, en hermandad, viviendo y trabajando para el campo, abasteciendo de frutas, carnes, hortalizas y verduras los mercados del país, aunque engordando, por necesidad, los bolsillos de los de arriba. En calma, mientras no se les toque; pero, cuando se cansan de abusos, expropiación de bienes y usurpación de recursos, defienden a como dice el dicho: “A capa y espada” lo que con mucho sudor, honra y sacrificio han logrado conseguir.

Escribe nuestro Mártir de las Libertades Públicas: “Fueron como buenos hermanos, hermanos campesinos que han esperado siglos que alguien se acuerde de ellos, de sus hijos enfermos a quienes curaba nuestro médico, de sus hijos sin bautizar a quienes bautizaba nuestro capellán, de sus haberes escasos que nadie les ayuda a aumentar”, con lo cual estoy francamente de acuerdo.
Carlos Gabriel Berríos Munguía.

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