Querida Nicaragua: me llamó la atención un titular en la tercera página de LA PRENSA del domingo pasado: “Sospechan de la cooperación rusa” y como subtitulo: “Especialistas observan con escepticismo apoyo ruso a Nicaragua en lucha antidrogas”.
Y es que me parece un absurdo, un contrasentido que los señores rusos se estén preocupando por impedir que pasen por Nicaragua la cantidad de drogas que pasan con destino hacia los Estados Unidos. Mueve a risa el creer que los rusos van a invertir un centavo o el mínimo esfuerzo para combatir el tráfico de drogas en Centroamérica con destino a los Estados Unidos.
El mayor en retiro, Roberto Samcam, expresa en el mismo periódico que el apoyo de la Federación Rusa a Nicaragua y el anuncio de la instalación del Sistema de Vigilancia de Navegación (Glonass) que reiteró el ministro del Interior ruso al presidente designado por el Consejo Electoral Daniel Ortega, solo generan sospechas. El consultor independiente en temas de defensa, Roberto Orozco, expresa su preocupación de que la lucha contra el narcotráfico sea una fachada detrás de la cual se escondan los verdaderos intereses rusos en la región. El asunto del narcotráfico, cualquiera lo puede intuir, no es ni ha sido nunca preocupación de Rusia.
Los nicas decimos que el que se ha quemado con leche hasta la cuajada sopla, por eso al ver el titular mencionado, un escalofrío me recorrió de los pies a la cabeza. Pensé que como siempre los comunistas creen que somos idiotas y que nos tragamos todas sus mentiras. Los tanques de guerra que vinieron y que cuestan una millonada que no tenemos, sabemos que son pura exhibición de fuerza y de poder para amedrentar a la población. Esos monstruos de guerra solo sirven para exhibirse en los desfiles de las dictaduras militares o para lanzarlos en contra de los pueblos cuando se levantan cansados de tanta ignominia.
Los comunistas son campeones de la mentira y del cinismo. Ellos caminan cienes de kilómetros adelante de los demócratas que nos dejamos engañar como niños y siempre les damos el beneficio de la duda, tal como se lo dimos al señor don Daniel en el 2006 cuando prometió un gobierno diferente.
Yo sospecho mucho de los rusos. Ellos en cierta forma tienen algún mando en Nicaragua. Una cuadra al norte del costado oeste de la iglesia del Cristo de Las Colinas los rusos están construyendo un edificio grande, supuestamente esa será la Embajada Rusa según afirman vecinos del reparto. La empresa Datatex estaba instalando su negocio frente a la construcción de los rusos y no duró ni un mes. Llegaron unos señores rusos acompañados por la Policía con una orden para que desalojen pues un negocio como ese no podría estar frente a su embajada. No hubo forma de convencerlos que era un negocio inofensivo, tuvieron que trasladarse a otra parte. Nuestra historia está llena de intervenciones. En los primeros tiempos del siglo pasado el ministro americano en la Nicaragua ocupada por los norteamericanos era quien daba las órdenes. Contra estas intervenciones surgió el patriota nacionalista Augusto César Sandino, quien logró la salida de los intervencionistas. Cierto que los tiempos han cambiado y hoy los problemas se arreglan por la vía diplomática, pero no es justo que los países pequeños tengan que soportar las insolencias de las grandes potencias. Y menos que quieran imponer doctrinas ateas que carecen de moral y ética.
El consultor en defensa y seguridad, Roberto Orozco, coincidió con las sospechas de Samcam en el sentido de que “medios especializados en Inteligencia han asegurado que el Centro Centroamericano de Entrenamiento Antidrogas podría ser realmente un centro de espionaje para Latinoamérica”.
Hay otras señales como el complejo que supuestamente albergará a la Dirección de Operaciones Especiales Policiales, en San Isidro Libertador, un complejo gigante para albergar una unidad relativamente pequeña. Ante el secretismo total del gobierno no sabemos qué pueden instalar ahí los rusos.
El autor es gerente de Radio Corporación y excandidato a la Presidencia de la República en 2011.
