Un brote de fiebre amarilla en Brasil tiene en alerta a las autoridades sanitarias de Nicaragua, según informó Rosario Murillo, vicepresidenta designada por el Consejo Supremo Electoral. Es por ello que ya se elabora un plan de vigilancia epidemiológica para detectar casos sospechosos de la enfermedad en este país.
La funcionaria explicó que el pasado 6 de enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) detectó varios casos de esta enfermedad en el estado de Minas Gerais, en el sureste de Brasil. El pasado fin de semana este estado brasileño decretó emergencia sanitaria por fiebre amarilla e investiga la muerte de 38 personas con síntomas en las últimas dos semanas.
“El Ministerio de Salud (…), está elaborando un plan de vigilancia epidemiológica para captación temprana, seguir garantizando la vacunación; y pedir la tarjeta de vacunación es una valoración que se va hacer en la reunión de la comisión nacional de turismo, para ver la posibilidad de pedir la tarjeta de vacunación contra fiebre amarilla, en aeropuertos y puertos de ingreso al país, a los viajeros procedentes de países endémicos”, dijo Murillo.
¿Qué es fiebre amarilla?
Según la OMS, la fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos. La infección puede cursar en una o dos fases: La primera, aguda, suele causar fiebre, dolor de espalda intenso, fuertes dolores de cabeza, escalofríos, pérdida de apetito y náuseas o vómitos. Posteriormente, la mayoría de los pacientes mejoran y los síntomas desaparecen en 3 o 4 días.
Sin embargo, el 15 por ciento de los pacientes entran una segunda fase, más tóxica. Vuelve la fiebre elevada y se ven afectados diferentes sistemas orgánicos. La mitad de los pacientes que entran en la fase tóxica mueren en un plazo de 10 a 14 días, y los demás se recuperan sin lesiones orgánicas importantes.
Según información oficial el último brote de fiebre amarilla en Nicaragua se presentó entre 2002 y 2003 cuando se detectaron 63 casos confirmados incluyendo 23 muertes”.