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Guillermo Cárdenas Montalván

Los “ladrones” de tiempo

Para muchas personas la administración del tiempo se ha convertido en un problema,  puesto que el tiempo con el que se cuenta no es suficiente para poder llevar a cabo las distintas actividades a lo largo del día. A esto debemos agregar y estar claros que jamás un día tendrá más de 24 horas, por lo tanto lo que debemos hacer es una reorganización práctica  de nuestro tiempo.

Por lo general la mayoría de las personas piensan y actúan como si no tuvieran tiempo, incluso es una excusa moderna y elegante expresar “no me queda tiempo”, pareciera que fuéramos personas muy importantes y muy ocupadas. Y con esta excusa para todos lados pareciera  verdad es que no nos queda tiempo para el trabajo, para la familia, los amigos, los parientes ni para nosotros mismos. Y al final nos creemos el cuento de que de verdad estamos súper ocupados. Por ejemplo te llama tu mamá  y te expresa que tienes ya bastante rato de no visitarla, tú  le respondes que has tenido mucho trabajo y que no te ha quedado tiempo. Otro ejemplo es la promesa que  hemos faltado a nuestros hijos, a nuestras parejas y a nuestros amigos, sobre la salida o la cita pendiente. Y la excusa elegante y convincente es:  “Disculpa, no me queda tiempo, la próxima semana lo prometo”.

Es importante reconocer qué tipo de personas somos; si nos gustaría aprovechar el tiempo o si somos de las personas que nos gusta perder el tiempo aparentando ser importantes. La verdad es que tiempo hay  y de sobra, por ejemplo miremos cómo se pierde el tiempo; cuando elaboramos nuestra agenda y planificamos una reunión, esta tiene hora de inicio, pero por lo general nunca la hora en la que va a terminar. Una reunión de equipo de trabajo en la que normalmente necesitaríamos 30 minutos se transforma en una reunión de dos y hasta tres horas, y por si fuera poco culmina con almuerzo o cena. En ese caso es necesario aclarar el objetivo que queremos alcanzar, si cubrir los puntos que perseguimos en la reunión o comer. Primera lección; una reunión debe de tener hora de inicio y hora final, esto le perm itirá concentrar toda su atención en los puntos a tratar en el encuentro y tener claro que hay cosas que tiene que hacer después.

En las actividades cotidianas, es importante detectar los ladrones de tiempo, estos son los causantes de que la jornada laboral se torne tediosa e incluso insoportable, porque al final del día nos damos cuenta que no hemos avanzado como pensábamos y que realmente no hemos sido productivos. Los ladrones de tiempo son todos aquellos distractores que nos alejan de nuestras responsabilidades, y que nos dan cierto placer inmediato al olvidarnos de nuestras obligaciones, pero que a la postre repercute en nuestra efectividad.
Los típicos ladrones de tiempo son: el mal manejo del teléfono celular, las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, entre otros) internet sin propósito y el tiempo que nos gastamos en tertulias de oficina y conferencias de pasillos. A esto debemos sumarle las visitas a tiendas y centros comerciales sin la más mínima intención de comprar. Y por último, ver programas de televisión nada instructivos. Si nos encontramos en una situación como esta, tenemos que hacer un alto, analizar la situación y empezar a practicar hábitos distintos que ayuden a eliminar los ladrones de tiempo. Debemos tener siempre presente que  el tiempo es un recurso valioso y debemos gastarlo en momentos de vida con calidad.

El autor es economista y abogado.

Opinión
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