La ilusión de llegar al Super Bowl LI terminó el pasado fin de semana para los equipos de los Cowboys de Dallas, Seahawks de Seattle, Chiefs de Kansas City y Texans de Houston, que fueron eliminados en los respectivos partidos de las series divisionales de Conferencia que disputaron.
Mientras que la eliminación de los Texans de Houston se había dado por hecha en su duelo contra los Patriots de Nueva Inglaterra, la de los otros tres rompieron los pronósticos y el mundo de las apuestas, especialmente la sufrida por los Cowboys (13-3), mejor marca en la Conferencia Nacional (NFC).
Pero como se esperaba, tras quedar exentos de disputar la primera ronda de los playoffs, la de comodines, el duelo con los Packers de Green Bay sería su gran prueba de fuego, que al final no pudieron superar al perder en su campo del AT&T Stadium por 31-34.
A pesar de la eliminación, entre los directivos y jugadores de los Cowboys, que ya han comenzado a pensar en la próxima temporada, existe el convencimiento que el futuro será brillante y más después de lo logrado con los novatos revelación el mariscal de campo Dak Prescott y el corredor Ezekiel Elliott.