Las enseñanzas y el ejemplo de trabajo de su madre fueron suficientes para entender que en el negocio del calzado nacional había una mina por explotar. Desde su infancia Gerald Montano, gerente de Calzado Hermanos Montano, en Masaya, recuerda las labores que permitieron a su familia tener un ingreso.
Es en 2010 que Montano asumió la responsabilidad de llevar ese negocio heredado a una siguiente etapa. Inicialmente producían zapatos con material sintético y en 2016 entendió que el cuero era mejor pagado.
Pero este año Montano es uno de los setenta dueños de talleres de Masaya y Granada que se capacitan para aprender a confeccionar calzado deportivo.
Los zapateros del país además de recibir teoría sobre confección de calzado deportivo, análisis de insumos y mercados, también ya han hecho las primeras pruebas.
Una renovación total
La dinámica comercial en la que los dueños de talleres de zapatos podrán incursionar en un corto plazo, según Alejandro Delgado, presidente de la Cámara de Cuero Calzado Nicaragüense (Camcunic), trae toda una renovación de la pequeña y mediana industria que está enfocada en la fabricación de ese producto.
Delgado cree que una vez activado ese eje de producción de calzado deportivo, las ventas de ese sector podrán incrementarse en un veinte por ciento.
“Y no solo es el comportamiento de las ventas, sino es el hecho de los empleos que se tienen que crear producto de la necesidad de mayor mano de obra especializada en los pequeños talleres que incrementarán sus operaciones”, manifestó Delgado.
De concretarse ese proyecto entre los talleres a nivel nacional, Delgado estima que el sector de cuero-calzado demandará hasta 10,000 personas nuevas.
“Es cierto que la producción es cíclica. Tiene picos y bajas, pero en una temporada alta que coincide con los mejores meses para producir zapato escolar, entonces creemos que en ese momento habrá un repunte en la mano de obra para los talleres”, aseguró el representante gremial.
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El ideal de crecimiento
Harvin Rivas es gerente propietario de Calzado Giovanni, en Granada, y es otro de los beneficiarios que forman parte de una primera generación que estudia la posibilidad de confeccionar zapato deportivo.
Rivas cree que una vez finalizadas las capacitaciones, que tenga una estructura de costo viable y cuente con la maquinaria necesaria, los 12 empleos que tiene actualmente incrementarían.
“Es un hecho que vamos a demandar más personal. Si con la temporada escolar y los pedidos nacionales no damos abasto, con los zapatos deportivos tenemos la expectativa de crecer en empleo, área y ventas”, manifestó vía telefónica.
Para cumplir ese objetivo, Rivas sostiene que tendrá que invertir unos 5,000 dólares en la compra de maquinaria especializada para la confección de zapatos deportivos que sean lo suficientemente competitivos con la oferta extranjera.
La ruta
Con más de veinte años de experiencia en la confección de zapatos Manuel Cisne se ha convertido en el asesor de esas primeras setenta micro, pequeñas y medianas empresas que se capacitan para comercializar calzado deportivo.
“Ellos están conociendo todo lo relativo a la materia prima, las hormas, las telas, las suelas, los forros, sobre la estructura de costos y el mercadeo”, manifestó Cisne.
El asesor de las mipymes explica que en el país existe el suficiente potencial de competir con las grandes marcas que abarrotan las tiendas locales. Pero para ello deberán llevar un proceso mínimo de cinco años para consolidarse como oferentes de calidad.
Y es así que desde inicios de este año se ha reunido con los dueños de los talleres y enseña todos los aspectos técnicos para que se logre el mejor acabado posible.
En cuanto a la materia prima, parte de ella la importarán de Guatemala y México, explica Cisne, países donde esa industria está más consolidada.
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“Para insertarnos en el mercado nacional realmente tenemos que estudiar detenidamente los hábitos de consumo y realizar una segmentación delicada de los públicos, porque a diferencia de los zapatos de cuero, los deportivos se usan en todas las edades y tienen alta demanda tanto por hombres como mujeres”, argumentó Cisne quien en su formación se preparó en importantes talleres de países europeos donde conoció in situ el estilo de fabricación.
Nicas con mejores precios
Para Delgado, otra fortaleza es que ese zapato podrá competir a un mejor precio pues se puede vender en unos 15 dólares el par, mientras que el calzado extranjero no baja de 30 dólares por par.
“La estructura de su costo es bastante competitiva y sin descuidar el ingreso del trabajador fácilmente se puede llegar a determinados sectores cuyos ingresos pueden pagar ese monto” (el precio del calzado extranjero), agregó el presidente de Camcunic.
Una prioridad
Para la economista Elizabeth Membreño, el salto que están dando los productores de calzado nacional al pasar del tradicional zapato de cuero al deportivo, muestra el tipo de industrias que con disponibilidad de fondos para inversión se debe fortalecer.
“Nicaragua es un país de mipymes, razón por la que entender la particularidad de cada uno de sus sectores, permitirles incentivos enfocados en producción y consumo masivo para las familias; capacitarles y dar seguimiento a sus proyectos, debería ser una prioridad que permita reducir los niveles de desempleo”, agrega la economista.
Este puede convertirse, según Membreño, en un buen ejemplo de valor agregado. “Porque no es igual vender cuero entero por venderlo, si en el interior de tu país tenés una industria con el potencial de darle vida, de generar más empleos, de pagar más impuestos y aportar al desarrollo local. Todo es un efecto multiplicador que enfocado de forma eficiente puede convertirse en la oportunidad para que muchas mipymes inclusive salgan de la informalidad y haya menos salarios precarios”, argumentó.
La especialista en desarrollo económico asegura que instalar escuelas técnicas especializadas en las necesidades de la mano de obra que demanda la pequeña industria es clave si se quiere crecer a nuevos niveles.
En ese sentido, el presidente de Camcunic dice que los productores están llamando a los jóvenes que carecen de un oficio y en los talleres se está enseñando a los interesados sobre el oficio del calzado.
“El objetivo es tener más mano de obra y en lugar que un joven pierda tiempo sin hacer nada, que aprenda de una actividad que le genere ingresos”, agregó Delgado, quien dice que a mediano plazo estarían dispuestos a trabajar con el Tecnológico Nacional (Inatec) para que se introduzca entre las carreras técnicas el oficio de la confección de zapato de cuero.
En cifras
1,650 talleres contabilizó al cierre de 2016 la Cámara de Cuero Calzado Nicaragüense en todo el territorio.
10 millones de pares de zapatos de cuero fue lo que fabricó durante el 2016 el sector cuero calzado de Nicaragua.
6,000 empleos nuevos creó en 2016 el sector cuero calzado con la asignación del bono escolar que distribuye el Ministerio de Educación.
También en Zona Franca
La posibilidad que una empresa operaria bajo el régimen fiscal especial de Zona Franca en Nicaragua fabrique zapatos deportivos también está cerca. En octubre pasado LA PRENSA conoció de manera extraoficial que representantes empresariales negocian esa posibilidad con clientes del exterior, ya que la idea es diversificar la actual producción del país. Los datos de exportación de la Dirección General de Servicios Aduaneros muestran que durante el primer semestre de este año Nicaragua percibió 9.48 millones de dólares por la exportación de zapatos de cuero masculinos y femeninos, elaborados por empresas de ese régimen, por lo que la incursión en la elaboración de zapatos deportivos, al abrir una nueva línea de producto, aportaría al incremento de la demanda de mano de obra en las maquilas.
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