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Carlos Tünnermann Bernheim

El sesquicentenario del nacimiento de Darío

Este miércoles 18 de enero se cumplen ciento cincuenta años del nacimiento del renovador de la lengua española, Rubén Darío. Cuando calificamos a Darío como el renovador de la lengua española nos apoyamos en el juicio de tres eminentes críticos.
Enrique Anderson Imbert sostiene que “la versificación española se había reducido, durante siglos, a unos pocos tipos. De pronto, con Rubén Darío se convirtió en orquesta sinfónica. Dio vida a todos los metros y estrofas del pasado, aun a los que solo ocasionalmente se habían cultivado, haciéndolos sonar a veces con imprevistos cambios de acento;  …en español, su nombre divide la historia literaria en un ‘antes’ y un ‘después’”.

A su vez, Jaime Torres Bodet señala que “para medir la importancia de la obra de renovación poética que el destino de nuestro idioma reservó al autor de Cantos de vida y esperanza, bastaría comparar lo que era la poesía española e hispanoamericana en 1867, cuando Félix Rubén García Sarmiento nació en Metapa, y lo que era esa poesía en 1916, cuando Rubén Darío murió en León”.

Y Milton Rossel juzga que Darío: “Modernizó la lengua castellana, en la sintaxis y vocabulario, exhumó arcaísmos e inventó neologismos. Particularmente remozó la métrica; restauró las estrofas de los trovadores del siglo XV, el soneto octosílabo y el alejandrino, empleó un verso nuevo: el heptadecasílabo; formó numerosas combinaciones estróficas, etc”.

En su país natal, salvo excepciones, no se  prepararon, adecuadamente, las actividades para conmemorar dignamente tan trascendental efemérides. Hemos señalado, en oportunidades anteriores, la diferente actitud del entonces Congreso de la República, de cara al Centenario del Nacimiento de Darío en 1967. En esa oportunidad el Congreso, mediante una ley, estableció una Comisión Nacional pluralista que, dotada de los recursos necesarios, desarrolló un magnífico programa de festejos, que incluyó la presencia en Nicaragua de cerca de un centenar de los más distinguidos investigadores darianos del mundo.

El Centro Nicaragüense de Escritores (CNE) ha elaborado un programa conmemorativo que comprende una feria de libros en el local del centro; una lectura continua de poesías de Darío por jóvenes estudiantes, profesores y darianos el propio día 18; la reedición de la Antología de la poesía de Rubén, seleccionada por el profesor Edelberto Torres Espinosa, autor de la más completa biografía de Darío; un acto solemne en el Auditorio Pablo Antonio Cuadra, de Hispamer, durante el cual tomará posesión la nueva Junta Directiva del CNE y se entregarán diplomas a los principales editores de libros en Nicaragua, en reconocimiento a su valiosa contribución a que se lleve a la realidad uno de los sueños de Darío: que Nicaragua se transforme en una “República de Lectores”.

Cabe recordar que el 18 de enero es también el Día Nacional del Escritor por ley que aprobó la Asamblea Nacional, por iniciativa de los entonces diputados Luis Rocha Urtecho, Carlos Tünnermann Bernheim, Rosario Antúnez, Onofre Guevara y Rogelio Ramírez Mercado.

Ojalá la conmemoración del Sesquicentenario no pase sin dejar una profunda huella, tal como sucedió el año pasado con el Centenario de su muerte. Lo más notable, en el Centenario fue la publicación, por iniciativa de la Academia Nicaragüense de la Lengua, en la Serie de Ediciones Conmemorativas, del volumen editado por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, bajo el título: Rubén Darío. Del símbolo a la realidad, con la obra selecta del poeta y estudios críticos de eminentes estudiosos de Darío. También sobresalió el auspicio, durante todo el año, de conferencias mensuales por el INCH sobre la obra y trascendencia del príncipe de la poesía en español, recogidas luego en un libro, así como la edición de los números especiales dedicados a Rubén de la revista Lengua y del Repertorio Dariano, de la Academia Nicaragüense de la Lengua.

El reto principal de la conmemoración del Sesquicentenario recae sobre el Gobierno de la República. Pero todos los organismos culturales nicaragüenses deberían contribuir a que la celebración sea digna de Darío. Sería lamentable que el Sesquicentenario de la fecha del alumbramiento del genio, que tanto honor dio a su país natal, pase sin pena ni gloria.

El autor es jurista y escritor.

Opinión Rubén Darío archivo

COMENTARIOS

  1. Cesar
    Hace 7 años

    Para la juventud de hoy y los que nos bachilleratos en los 60-70 , ni los profesores de ese tiempo y de ahora dominaban todo ese enjambre de versos alejandrinos, y de octosílabos etc. etc. lo grande de Darío es que fue la conciencia moral de latinoamérica junto con Martí y Vargas Vilas en el siglo 18 como lo fue Víctor Hugo en Europa. Nicaragua ha carecido de pensadores y por eso andamos como andamos. Se debe dimensionar en las escuelas las ideas de Libertad de Darío , su ideario moral y la forma de reaccionar ante las injusticias .

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