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Cartas al Director

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Devolvamos el tiempo e imaginemos un matrimonio corto, el cual duró ocho meses, aproximadamente.

El niño de Metapa

Devolvamos el tiempo e imaginemos un matrimonio corto, el cual duró ocho meses, aproximadamente. La mujer —en abandono marital— decide aceptar la propuesta por parte de su tía, de irse a un pequeño negocio de su propiedad, seguramente, para tratar de superar su condición y atender cómodamente el niño que días después daría a luz.
Así es, estamos hablando de Rosa Sarmiento y Félix García. Fue exactamente el 18 enero de 1867, que rumbo al Valle de

Olominapa, viajando en carretas de bueyes, sorprenden signos de parto a Rosa, en Metapa; la hora del nacimiento de nuestro panida estaba por llegar.

En casa esquinera (hoy Casa Cuna), el alumbramiento fue asistido por la partera, Agatona Ruiz, quien tuvo el honor de ver por primera vez, a quien el 3 de marzo del mismo año fue bautizado en la Catedral de León, como: Félix Rubén García Sarmiento, viviente en el corazón del mundo: nuestro Rubén Darío.

Bajo este escenario trágico y dramático, el primogénito no nació por casualidad sino que tuvo un propósito seguro en su vida: “Yo vine en un momento en que era precisa mi intervención en el porvenir del pensamiento español en América”, afirmó en su discurso del 22 de diciembre de 1907 —aunque a mi parecer— trascendió más allá del suelo americano.

Así que Darío no se avergonzaba de nacer en Metapa, al contrario, se sentía honorario,  y lo expresa en ese mismo discurso: “Yo soy un instrumento del supremo destino; y bien pudo haber nacido en Madrid, corte de Los Alfonsos; en Buenos Aires, tierra de Mitre; en Bogotá o Caracas, el que nació en la humilde Metapa”.

Rubén Darío, a 150 años de aquel día, del niño que nació allí en Metapa,  hoy se es dificultoso  poder comprender completamente tu pensamiento. Queda un eterno y arduo  trabajo, que es dar honra a tu nombre, porque  manifestándote en distintas facetas, diste gloria a Nicaragua a tus cortos 49 años de edad.  Nicaragua / Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño…  / … y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño/.
Carlos Gabriel Berríos Munguía.

150 años de Rubén Darío

Muchas actividades  programó el  Gobierno para celebrar los 150 años del nacimiento del poeta universal. En la UNAN Matagalpa estaba Saúl Cano, una joven promesa, declamando los mejores poemas de Rubén, al finalizar me comentó que se sentía agotado, no por el esfuerzo de inspirarse en cada actuación, sino porque las ocho personas que estábamos en el gran salón universitario que lucía muy triste, no le inspiraban. ¿Por qué será que las autoridades del centro de estudios no invitan a los estudiantes a que asistan a estos eventos culturales?, pero sí obligaron que muchos jóvenes estuvieran en la plaza de Managua escuchando el demagogo discurso del ilegal e inconstitucional presidente en su retoma de posesión, con la promesa que nunca se aplazarán en clases.

La juventud debe saber que Rubén es admirado y respetado en el mundo, pero como él mismo asegura:  nadie es profeta en su tierra. “Yo supe del dolor desde mi infancia. Mi juventud… ¿fue juventud la mía?” Los políticos de su tiempo lo emborracharon para casarlo con Rosario Murillo a la que él escribió: “…mujer de pasos ligeros, te conocí, quizás por desgracia mía”. Los gobernantes nunca le pagaron sus servicios diplomáticos. Muy enfermo en Guatemala decide regresar a su patria que no lo guardó vivo, para que lo conserve muerto, pero no hubo paz y se disputaron su cerebro.

Los actuales gobernantes que llevan 37 años enriqueciéndose, desde arriba y desde abajo, nunca han respetado al panida que engrandeció la patria; lo sacaron del papel moneda para poner a uno de sus guerrilleros, regalaron los poemas originales a Hugo Chávez y este les dio una sable de Bolívar pero de imitación y de los más baratos, lo ponen en los murales de todos los colegios junto a la pareja presidencial,  los sumisos diputados lo declararon Héroe Nacional para rebajarlo en su prestigio universal, y para avergonzar a los matagalpinos departamento donde nació Darío, nuestras autoridades contrataron al escultor más barato que nunca ha visto una foto del poeta, para hacer una estatua o monumento supuestamente de él,  lo instalaron en el parque que lleva su nombre, lo pintaron en colores vivos y todos los que visitan la bella ciudad de Matagalpa, preguntan ¿quién es ese de color raro?
Y el visionario Darío vio las tempestades, dijo: “Señor ¿por qué tardas?”

Leopoldo Villalta López.

Las modas, el consumo y el estilo

El “estilo”, la “clase”, es una búsqueda de algo permanente. La “moda”, definida como uso o costumbre que está en boga, por el contrario, busca algo inestable y efímero, algo que pasa en un ciclo continuo de nuevos productos que se sustituyen unos a otros, en el que nada perdura aun cuando algunos rasgos vuelvan con el tiempo. Y esto no se queda en el concepto clásico de moda (generalmente asociada a la vestimenta y extensible a los complementos de uso personal: por ejemplo: relojes o perfumes), ya que llega también a la industria y a otros campos en los que el diseño y la evolución técnica se han introducido de manera agresiva: automóviles, ordenadores, etc., con evolución de modelos que dejan de fabricarse al poco tiempo y para los que puede ser difícil encontrar repuestos.

La moda, marcada por el consumo, vende intangibles, el prestigio de una marca, y quizá por ello, como muestra de que eso es lo que el comprador adquiere, le lleva a exhibir el logotipo de marca en lugares visibles de las prendas, como una forma de no quedarse fuera de la corriente, o temor a diferenciarse de los demás.

Más allá de ser una manifestación cultural o artística, amén de comercial, la moda tiene alguna incidencia en la vida de las personas. En su seguimiento puede estar en juego la autoestima y la consideración de los demás: ¿Qué piensan de mí? ¿Qué aspecto tengo? Compramos cosas que nos hacen cambiar: metidos en el consumo podemos adquirir frívolamente objetos y productos, y aún ideas, que nos modifican por dentro.

También las innovaciones tecnológicas se han convertido en moda, al menos temporalmente. Como muestra, estoy pensando en el teléfono móvil: una moda que está cambiando el modo de vida de multitud de ciudadanos, pegados a sus aparatos mientras deambulan por la calle o conducen un coche; además de esos auriculares ambulantes, que emulan a los guardaespaldas que rodean a los personajes de moda, para quedar sumergidos en el ruido, aislando a las personas de su entorno.

En todo consumo es importante aprender a elegir, no dejarse seducir por las exigencias cambiantes de la presión publicitaria. Cabe preguntarse: ¿la publicidad sintetiza los comportamientos sociales o influye en ellos como una especie de presión social? Las modas, inducidas por la publicidad, pueden llevarnos hacia terrenos quizá más lejanos que el simple no quedarse fuera de la corriente.

Quienes llevamos la moda somos las personas, cada uno con su estilo como expresión individual. Se puede combinar moda y estilo. El consumidor no debe convertirse nunca en un elemento pasivo: el buen gusto y un cierto sentido para conocer la fealdad o la belleza de las cosas depende del cultivo de la sensibilidad. Claro que no todos tenemos esa cualidad, de ahí la conveniencia de buscarse un asesor cercano, también como forma de hacer más agradable la vida a los demás con nuestro mejor aspecto.

Agustín Pérez Cerrada.

Natalicio de Darío

El pueblo de Matagalpa celebró el pasado martes 10 de enero el 150 aniversario del natalicio del “Príncipe de las Letras Castellanas” Félix Rubén García Sarmiento (Rubén Darío), con una magnífica jornada cultural dedicada al gran panida; la cual culminó el día miércoles 18 de enero, con una antorcha dariana que recorrió los diferentes municipios del departamento.

Así también desde ya se están haciendo los preparativos correspondientes para celebrar los 155 años de ser ciudad Matagalpa, que será el 14 de febrero .

 Salvador Pérez González.

Cartas al Director Rubén Darío archivo

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