“Los novios de las chavalas piden que les manden fotos sexis por el celular y ellas lo hacen, pero cuando terminan la relación los chavalos las comparten por celulares y se vuelven masivas. Las pobres muchachas solo lloran, por la vergüenza”, comentó una adolescentes estudiante de un colegio religioso de Carazo.
Esta publicación masiva de imágenes con contenido sexual o erótico, sin autorización de la víctima, se conoce penalmente como propalación, tipificado en el artículo 195 del Código Penal de Nicaragua y reformado por la Ley 779 o Ley Integral Contra la Violencia hacia las Mujeres; y aunque es muy común su práctica por el gran acceso a tecnología de hoy en día, las víctimas y sus padres o tutores no lo denuncian por vergüenza, dicen fiscales y jueces.
“Las personas con más riesgos de sufrir este delito son las y los adolescentes, porque no tienen discernimiento y no saben las consecuencias de este delito y una vez que son víctimas no lo cuentan ni a sus padres por miedo y se quedan calladas, mientras las denigran y el agresor anda libre”, dijo Eyra Jirón, fiscal de la Unidad de Género del Ministerio Público.
Como resultado del desconocimiento de este delito y de la pena que provoca en las víctimas y sus familiares, en los Juzgados de Managua, solo se reportaron 10 casos de propalación en el 2016.
Mediación
Otro problema que se presenta, según las fiscales de género, es que una vez que la causa entra al sistema, las víctimas abandonan el caso y no queda más que hacer que una mediación con el agresor.
“La pena por la propalación es de 2 a 4 años de cárcel, según la reforma que se le hizo con la Ley 779, entonces como es una pena menor, se puede mediar y ante la ausencia de la víctima eso nos queda hacer”, dijo otra fiscal que prefirió no revelar su identidad.
El juez Edén Aguilar, titular del Juzgado Tercero Especializado en Violencia de Managua, dijo que los varones adolescentes también son víctimas de este delito, muchas veces los agresores son mujeres adultas o varones.
Trastoca la dignidad
El juez Edén Aguilar, titular del Juzgado Tercero Especializado en Violencia de Managua, explicó que el delito de propalación afecta directamente a la dignidad humana de la víctima, pues es el cuerpo de la víctima o sus conversaciones las que quedan expuestas públicamente, eso lo hace delicado y difícil de denunciar.
“En este delito el sujeto activo o pasivo puede ser cualquiera. Hombre, mujer, adolescente, niñas, pero el adolescente está más expuesto por el corto desarrollo evolutivo psicológico y emocional, porque un adulto sabe que para demostrar amor no tiene que desnudarse y mandar fotos por celular, aunque también puede mediar el chantaje”, dijo Aguilar.