Previendo el término del plazo de tres meses de diálogo entre el Gobierno y la Organización de Estados Americanos (OEA), las organizaciones políticas y de la sociedad civil han enviado cartas al secretario general de ese organismo, Luis Almagro, para recordarle los compromisos establecidos en la Carta Democrática Interamericana.
La Carta Democrática fue aprobada por los 34 países de la OEA, incluida Nicaragua, el 11 de septiembre de 2001 en Lima, Perú. Es un mecanismo concebido en casos de alteración o ruptura del hilo democrático y constitucional en uno de sus Estados miembro.
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La Carta define los elementos esenciales de la democracia representativa, entre ellos el respeto a los derechos humanos, el Estado de Derecho, elecciones libres y periódicas a través del voto universal, pluralidad de partidos políticos y la separación de los poderes públicos, lo que para la oposición política nicaragüense y las organizaciones de la sociedad civil ha sido violentado por el gobierno de Daniel Ortega.
Artículo 18
El artículo 18 de la Carta Democrática establece que “cuando en un Estado miembro se produzcan situaciones que pudieran afectar el desarrollo del proceso político institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder, el secretario general o el consejo permanente podrá, con el consentimiento previo del Gobierno afectado, disponer visitas y otras gestiones con la finalidad de hacer un análisis de la situación”.
Los críticos y opositores al Gobierno de Nicaragua interpretaron que la visita del secretario general de la OEA, Luis Almagro, fue en cumplimiento del artículo 18 de la Carta Democrática.
La visita de Almagro era uno de los puntos del acuerdo entre el Gobierno de Nicaragua y la OEA y se concretó el 1 y 2 de diciembre del año pasado.
Acuerdo Gobierno-OEA
El acuerdo de conversaciones entre el gobierno de Daniel Ortega y la OEA fue firmado entre Almagro y el embajador de Nicaragua, Denis Moncada (hoy canciller), el pasado 15 de octubre, en el que se puntualiza el inicio de las conversaciones el 20 de octubre. Se espera que mañana 20 de enero, que se cumplen tres meses, se presenten los resultados en un informe conjunto o por separado.
No aceptamos elecciones municipales que intenten legitimar a (Daniel) Ortega, pese a la farsa del 2016 y que intenten aparentar avances democráticos”.
Carta del FAD dirigida al secretario general de la OEA, Luis Almagro.
El acuerdo fue originado por un informe electoral que entregó la OEA al Gobierno de Nicaragua el 14 de octubre. Al día siguiente se firmó el acuerdo sin que hasta ahora se conozca el contenido del documento presentado a Ortega a menos de un mes de las elecciones generales del año pasado.
Elecciones sin credibilidad
A partir de las elecciones municipales de 2008, organismos electorales nacionales e internacionales han señalado un retroceso en los procesos democráticos del país, por las evidencias de fraudes electorales.
Las últimas votaciones del 6 de noviembre del año pasado fueron calificadas de farsa electoral, debido a que se excluyó a la principal fuerza política opositora, no se invitó a los organismos internacionales que tradicionalmente observaban las elecciones en Nicaragua y la estructura electoral está controlada por el partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que dirige Ortega y su esposa Rosario Murillo, presidente y vicepresidenta designados por el poder electoral.
