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Rubén Darío en Chiapas

La presencia de Rubén Darío sobre su vida y su obra modernista y visionaria en Hispanoamérica y en otros países como Estados Unidos, Japón o Francia sigue mostrando su músculo literario e integracionista más allá de idiomas, academias y continentes,

La presencia de Rubén Darío sobre su vida y su obra modernista y visionaria en Hispanoamérica y en otros países como Estados Unidos, Japón o Francia sigue mostrando su músculo literario e integracionista más allá de idiomas, academias  y continentes, como quedó a finales de octubre de 2016 reflejado en la V Feria Internacional del Libro de Chiapas,  organizada por la Universidad Autónoma del Estado de Tuxtla Gutiérrez (UNACH),  al sur de México y contiguo a Centroamérica,  en la que esta vez fue invitada la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN) y en la que se homenajeó desde diversos ángulos al poeta Rubén Darío en ese año del Centenario de su partida física, y en la cual, además de darle continuidad y afecto popular,  a la leyenda dariana, crecen las especulaciones, negaciones y contradicciones sobre si este estuvo o no en ese Estado allá por el año 2010, lo que no es cierto según el poeta yucateco José Díaz Cervera.

Esta Feria, que cada año viene creciendo entre tantas que se celebran en el país azteca, como la ya monstruosa de Guadalajara, es importante desde varios puntos de vista, y más para Centroamérica ya que representa una primera oportunidad para el campo editorial del istmo de proyectarse regionalmente. Y para Chiapas también lo es, pues para muchos ese estado sigue siendo visto como un universo impreciso entre Centroamérica, de la cual fue desprendido geográficamente, y la más pequeña de las tres naciones que conforman Norteamérica.

Chiapas, esa postal del abandono del pasado y notoria y progresista a partir de 1994, cuando el enmontañado comandante Marcos la elevó al mundo con el cacaraqueo de una revolución indiana, se sitúa hoy como  un referente fronterizo del  pasado aislado y pobre, a un portento económico con sus grandes recursos naturales e hídricos. En efecto, despertó el interés de las élites políticas y económicas de Ciudad de México (ya no Distrito Federal) para convertirlo en un referente de futuro nacional. De última trinchera a vanguardia como señalan los investigadores Juan Pedro Viquera y Mario Humberto Ruz. De hecho en la actualidad, el Estado aporta la fuente más importante de energía eléctrica para todo el país y ha sido el primero en dedicarle un homenaje de esta naturaleza a Darío.

Es además, cuna de dos grande de las letras, Rosario Castellanos, primera escritora e intelectual defensora de los derechos de la mujer, y de Jaime Sabines, el celebrado poeta de “Los Amorosos”.

En esta V Feria los representantes de casas editoriales tuvieron la oportunidad de intercambiar criterios y ver oportunidades de mercadeo sobre el acopio e intercambio editorial de más de una veintena de países, contando además con académicos, escritores  y poetas de otro tanto de naciones entre quienes tuve el gusto de reencontrarme, como es siempre evidente y grato, con los chiapanecos y centroamericanos como José Luis Ruiz Abreu (coordinador general de la Feria), Chary Gumeta, Clara Guillén, Marissa Trejo Sirvent, Alfonso Arrivillaga, Marvin García o Julieta Dobles,  y con otros como el sueco Lasse Sodeberg a quien conocí  en Mollina, Málaga, hace ya más de veinte años en un encuentro iberoamericano de jóvenes creadores o el encuentro con otros como Carlos Bracho, Omar Nieto, César Trujillo, Oscar Oliva, Fernando Pérez Pozo o Marco Antonio Orozco  y la propia delegación nicaragüense entre quienes estaban, Addis Esparta Díaz, Roberto Aguilar Leal, Ignacio Campos Ruiz  y, ¡cómo no mencionarlo!, al culto y chispeante poeta chontaleño Jorge Eliécer Rothschuh Villanueva radicado en Tuxtla Gutiérrez, quien en compañía del también asistente, Tacho Lovo, nos enseñó entre afiladas anécdotas literarias pinoleras, la ciudad con sus parques,  marimbas bailables, artesanías   y sus deliciosos tamales de chipilín y mole con una buena taza de chocolate caliente.

Por su parte los rectores de ambas universidades públicas, Carlos Eugenio Ruiz Hernández y Ramona Rodríguez Pérez, coincidieron en que la feria es un espacio idóneo para que profesores, investigadores, intelectuales, alumnos y público en general, promuevan el avance de las investigaciones científicas, tecnológicas y humanistas en una doble interacción, tanto entre las instituciones federativas del sur de México con el resto de Mesoamérica pero también con  otras naciones participantes, siempre desde ese afán meritorio de las universidades,  de ser ante todo, la conciencia de la necesidad de servir, lo que Darío también desde ese homenaje en su nombre, nos lo repite.

El autor es escritor y periodista.

Columna del día Rubén Darío UNAN archivo

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