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Esta foto fue tomada por un turista costarricense en el momento en que la Reina del Caribe salía de la playa de Picnic Center, en Corn Island, rumbo a Little Corn Island. Cuatro horas después sería tragada por una ola gigantesca.

Esta foto fue tomada por un turista costarricense en el momento en que la Reina del Caribe salía de la playa de Picnic Center, en Corn Island, rumbo a Little Corn Island. Cuatro horas después sería tragada por una ola gigantesca.

Little Corn Island a un año del naufragio

Mayor control en los zarpes, pero fallas en el transporte y afectaciones al turismo en Little Corn Island, a un año de la tragedia que cobró las vidas de 13 costarricenses.

Un día como hoy, hace exactamente un año, la Reina del Caribe naufragó cerca de Little Corn Island y 13 costarricenses perdieron la vida en las turbulentas aguas del mar. Muchas cosas han cambiado en la isla desde entonces, y muchos lugareños aseguran que no para mejorar, al menos en lo que respecta al sistema de transporte y al turismo.

La tarde de ese 23 de enero, la Reina del Caribe salió de la islita hacia Corn Island, a pesar del mal tiempo y con 32 personas a bordo. Es una de las pangas que realizan viajes con turistas y locales entre las Islas del Maíz.

Lea: Naufragio en el paraíso, la tragedia de Corn Island

“Zarpó un poco después de la 1:05 de la tarde del muelle de la pequeña isla. Junto a la playa el mar no se observaba picado, salimos y navegamos como 15 o 20 minutos sorteando las olas que cada vez eran más grandes, hasta que una ola enorme nos dio vuelta y todo se convirtió en la triste historia que ya conocemos”, recordó Shura Welcome, jueza local y sobreviviente del accidente.

Trece de los 32 náufragos fallecieron y el cuerpo del niño Leyner Contreras Murillo, de 13 años, nunca apareció, aunque la búsqueda se extendió por más de quince días.

Este es el panorama, a un año de la tragedia.

Los héroes

La tripulación del barco “Two Friends II”, compuesta por 14 hombres, pasó cerca del punto del naufragio a eso de la 1:50 minutos de la tarde. A lo lejos uno de sus tripulantes divisó lo que parecía personas flotando sobre una panga hundida.

Según sus testimonios, nunca dudaron en arrojarse al mar para rescatar a los náufragos. Leonel Adolfo Estrada Hansack, capitán del barco, sigue entregado a la pesca y en estas fechas está algo preocupado porque la caza de langosta no ha sido buena. “Estamos todos recordando ese día que Dios nos puso en el camino de esa pobre gente que se accidentó, y hoy volveríamos a hacer lo mismo. Todos nos sentimos felices de haber podido ayudar”, comentó a LA PRENSA.

La seguridad

En febrero de 2016, Hilario Blandón, capitán y propietario de la panga que naufragó, fue condenado a cuatro años de prisión por el delito de homicidio imprudente; además se le suspendió su licencia de operación. Blandón guarda prisión.

Familiares y la comunidad de Little Corn Island insisten en que Blandón es inocente y que nunca hubo una advertencia por parte de las autoridades navales o municipales sobre el mal tiempo.

“Cualquier isleño sabe que aquí se ha navegado siempre con prudencia. Mi padre tiene más de 20 años de experiencia en el servicio de transporte de personas entre las islas y nunca habíamos tenido accidentes, eso fue una desgracia que nadie quería que sucediera”, dijo Hilario Blandón (hijo).

Desde febrero de 2016, a un mes del accidente, la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua estableció un puesto de control de navegación en la pequeña isla. “Se mantienen efectivos navales controlando la entrada y salida de embarcaciones, también supervisando el tema de seguridad y auxilio”, confirmó el capitán de Navío Pedro Olivas, jefe del Distrito Naval del Caribe.

Antes del accidente, el control de la navegación entre ambas islas se realizaba desde la isla grande, y según los transportistas, los zarpes se convalidaban cada mes, sin verificar día a día el estado del clima.

Según Olivas, también se ha “mejorado y ampliado” el sistema de divulgación de las medidas de restricción y seguridad de la navegación para todo el Caribe. “Para ello nos coordinamos con todos los periodistas y medios para que nos ayuden a diseminar los avisos por mal tiempo en alta mar, también hay una comunicación directa con los dueños de embarcaciones”, detalló.

Muelle de la comunidad de Little Corn Island.
Muelle de la comunidad de Little Corn Island.

Afectaciones al turismo

“Cuando hay restricciones por mal tiempo, las pangas no pueden hacer el viaje, los turistas se quedan sin poder viajar hasta la islita o quedan entrampados aquí. Esa inestabilidad en el fluido del transporte ha afectado seriamente el turismo en la islita y nadie escucha nuestra súplica de que debemos mejorar los medios de transporte”, expresó Carlos Archibold, empresario turístico de la zona.

Nazyra Estrada, secretaria del gobierno comunal de Little Corn Island, dijo: “El turismo está en crisis en nuestra comunidad, nos urge un barco con mejor capacidad y fuerte para que haga el trayecto, porque aquí cada día el clima es menos predecible y cuando no hay zarpe es triste porque a la gente se le tiene que sacar en un barco pesquero viejo que no tiene condiciones para transportar a personas. Esto está ahuyentando el turismo de nuestra pequeña isla”.

Un empresario extranjero que tiene un negocio en Little Corn Island, quien solicitó se omitiera su nombre, aseguró que en comparación con 2015, sus ingresos bajaron 60 por ciento en 2016. “Si no hacemos algo por asegurar el transporte entre las islas vamos a irnos a la quiebra”, dijo.

“Podemos decir que avanzamos en seguridad al no dejar salir pangas cuando hay mal tiempo, pero ya deberíamos tener un sistema de transporte más cómodo, seguro y regular para asegurar el turismo y nuestra propia estabilidad como comunidad”, agregó Winstone Downs, presidente del gobierno comunal de Little Corn Island.

Los barcos

La Alcaldía municipal de Corn Island intentó garantizar el transporte seguro entre las islas, gestionando una embarcación de nombre Prinzo Auhy, la misma iba a ser reparada y manejada por los dos transportistas que tienen permiso para operar la ruta; sin embargo, aún no funciona.

“Hemos invertido mucho dinero, estamos intentando por toda las formas para hacer que funcione pero no ha sido posible, este barco lo queremos para cuando no se pueda dar zarpe por mal tiempo a nuestras pangas”, declaró Hilario Blandón (hijo).

En julio del 2016, Clayburn Archibold, empresario pesquero, aseguró a LA PRENSA que gestionaba la compra de un barco adecuado y seguro para hacer el recorrido de pasajeros, turistas y mercadería entre las islas; sin embargo, a la fecha aún no tiene respuesta sobre el crédito solicitado.

Conmemoración

La Alcaldía de Corn Island organizó una ceremonia en conmemoración del primer año de la tragedia y en memoria de los costarricenses que fallecieron en el accidente, así como de los pescadores que han muerto o desaparecido en alta mar. El acto se llevará a cabo en el muelle municipal y se pidió a los asistentes llegar vestidos de blanco o negro y llevar ofrendas florales que se depositarán en el mar.

Nacionales Little Corn Island naufragio archivo

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