Al margen de las burlas en redes sociales y enfoque amarrillista que le dieron algunos medios de televisión al reclamo de una adolescente que quiso impedir en Masaya la boda del hombre con quien convivía, el caso ha girado a tal gravedad que especialistas en temas judiciales creen que hay delitos perseguibles de oficio en esa relación, que podría llevar a la cárcel al recién casado.
El hecho se registró el pasado sábado 21 de enero, luego que R.E.R., de 16 años, se presentó a la iglesia San Miguel llevando en brazos a su hijo de 2 años, para impedir la boda de su pareja José Sabino Dávila y Rita Elena López, no logrando su objetivo porque la pareja ya se había casado.
Se desconoce si la afectada, que está embarazada, llevará su caso a las instancias judiciales, pero organizaciones de la sociedad civil anunciaron que pagarán abogados y harán gestiones para que las autoridades del Ministerio de la Familia, Policía Nacional y Ministerio Público tomen cartas en el asunto.
Según el abogado Manuel de Jesús Chávez, de Masaya, la ley es clara en el artículo 170, del Código Penal, al establecer que “quien estando casado o en unión de hecho estable o fuera mayor de edad, sin violencia o intimidación, acceda carnalmente o se haga acceder por una persona mayor de 14 y menor de 16 años, será sancionado con pena de dos a cuatro años de prisión”.
“La situación de él se le puede agravar, porque ya tenía a la menor en su casa. Esto puede ser estupro agravado. Pero también si esta persona queda detenida, los niños quedan desamparados (porque) el espíritu de la ley es que los niños estén protegidos. Este tipo de delito es un arma de doble filo. Los jueces tienen que ver por el derecho de los niños y adolescentes”, comentó Chávez.
Manifestó que la Policía debe de hacer los actos investigativos y que la Fiscalía debe de proceder a hacer la acusación.
El padre Edwin Román, cura párroco de la iglesia San Miguel, explicó que él desconocía la vida personal del hombre y comentó que los contrayentes llevaron todos sus documentos en regla, incluso el acta de matrimonio civil.
El religioso desmintió que la boda se hubiera realizado a puertas cerradas y dijo que si hubiese sabido de la situación actual del novio, pues hubiera detenido el casamiento para pedir explicación, porque la menor también tiene sus derechos.
“Sin embargo, la novia, al parecer ya sabía que su novio tenía otra pareja, porque ni se inmutó a la hora del escándalo (afuera). Este sacramento es una gran responsabilidad (…), en este caso la novia tiene que conocer muy bien al novio, igual el novio, para que no se den estos casos. Podemos engañar a las personas, pero a Dios no”, agregó.
Van tras él
La Red de Mujeres Contra la Violencia de Nicaragua instó a la Policía Nacional y a la Fiscalía a buscar y denunciar de oficio a un hombre de 40 años que, al parecer, mantenía una relación con una adolescente desde antes que cumpliera los 14 años.
Esa ONG sugirió a las autoridades acusar a José Dávila, de 40 años, porque supuestamente, desde hace tres años, mantiene una relación de hecho con una menos de edad (nacida el 21 de diciembre del año 2000), con la que habría procreado un hijo, ahora de 2 años.
“Esto es un delito. Tiene que verse como un delito y lo primero que tenemos que hacer en este momento es buscar cómo ubicar a este agresor, detenerlo y que sea procesado por el delito de violación a una menor”, señaló la dirigente de la Red de Mujeres Contra la Violencia, Elia Palacios.
15
años es la pena máxima y 12 la mínima para quien sea encontrado culpable del delito de violación, figura que se aplica según el Código Penal, para quien tenga relaciones sexuales con una menor de 14 años de edad.
