En los dos primeros meses de la cosecha cafetalera 2016-2017 —inició el pasado 1 de octubre— los envíos de grano nicaragüense al mercado internacional crecieron, con respecto al ciclo anterior, pero en diciembre el volumen de venta cayó en 7.82 por ciento. Además, un leve incremento, del 0.62 por ciento en el precio promedio de venta, no fue suficiente para impedir que los ingresos obtenidos por estas ventas se redujeran en 7.27 por ciento.
Según el Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex), en diciembre del año pasado se exportaron 5,960 quintales menos que en el tercer mes del ciclo 2015-2016.
Y aunque en el mes de referencia del período actual el precio promedio de venta creció 0.60 por ciento, al pasar de 148.10 dólares por quintal a 149 dólares por quintal, este incremento no pudo evitar que en diciembre de 2016 el país captara 820,000 dólares menos que en el mismo mes de la cosecha anterior.
Es provocada por reducción en los pedidos
El presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan), José Ángel Buitrago, reconoce que la reducción de los volúmenes de envíos obedece a la merma en los pedidos de los compradores, que está relacionada entre otras cosas a los niveles de inventario que tienen en sus bodegas.
Otro aspecto que según Buitrago puede incidir en la reducción de los volúmenes de café que se exportan en los primeros meses de cada ciclo es que “apenas está comenzando a salir la cosecha y esta debe pasar por los beneficios”, donde preparan el grano para ser enviado al exterior.
Esto, independientemente de que exista remanente de la cosecha anterior, ya que una vez iniciado un ciclo, no todos los compradores aceptan que se les entregue del ciclo anterior, aunque este grano se vende a un precio menor.
Remanente pierde precio
“Los tostadores generalmente compran de la cosecha nueva. Si se les manda de la anterior multan al exportador a menos que el tostador haya aceptado que se le envíe café de la cosecha vieja que es más barato, porque en cuanto comienza a salir la nueva cosecha la vieja comienza a perder precio, puede bajar entre diez y veinte dólares por quintal”, explica Buitrago.
Sin embargo, el presidente de Excan insiste en que la comparación de “cifras frías de la cosecha anterior con las de la actual puede llevar a conclusiones incorrectas” ya que el café no se mueve conforme a la producción, sino a las instrucciones de embarque de los compradores.
Las expectativas de los exportadores son que en esta cosecha —concluye el 30 de septiembre— se exporte un volumen similar e incluso mayor al de la cosecha anterior que rondó los 2.5 millones de quintales; y que los productores hayan aprovechado los días de precios altos para fijar gran parte de su producción.
