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Acusados, muerte de policías, balacera

Paul Emerson Jaen Leal (de azul) y Víctor Manuel Morales Blanco (de gris) fueron altamente custodiados por la Policía durante la audiencia preliminar ayer en Juzgado Noveno Distrito Penal de Audiencia de Managua. LA PRENSA / L. VILLAGRA

Acusados de matar a dos policías intentaban asaltar a vende autos

Según acusación del Ministerio Público, los procesados por la muerte de dos policías tenían tres días vigilando a comerciante.

El plan inicial de Paul Emerson Jaen Leal y Víctor Manuel Morales Blanco —acusados este sábado en los Juzgados de asesinar a dos policías, el jueves pasado en el barrio San Luis de Managua, durante un tiroteo entre estos y los agentes del orden— era robar dinero en efectivo al comerciante de vehículos Yader Rodríguez, que vive en la zona, según acusación de la Fiscalía.

La juez Indiana Gallardo, titular del Juzgado Noveno Distrito Penal de Audiencia de Managua, después de admitir la acusación, ordenó prisión preventiva para ambos, por tratarse de hechos graves donde dos oficiales perdieron la vida en cumplimiento de su deber, porque evitaron el robo.

Según la fiscal Fabiola Mendoza, los acusados tenían tres días de andar rondando por el lugar, estudiando a su víctima que vende vehículos usados. El acusado Paul Emerson Jaen Leal es quien conocía al comerciante, pues una hermana llamada Silvia Jaen convivió con Pedro Rodríguez, un hermano de la víctima, hace seis años; por tanto conocía en qué cuarto estaba el dinero y quiénes se mantenían en la casa.

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El plan preconcebido y que según la fiscal Mendoza estaba plasmado en el reverso de una factura que le encontraron dentro de la billetera, al delincuente fallecido y jefe de la agrupación, el expolicía Diógenes Trinidad Medina Martínez, cambió por completo, cuando tres oficiales a bordo de la patrulla código 775 se presentaron al sector del parque del barrio San Luis a atender una denuncia ciudadana.

“Fueron a verificar la información de la presencia de unos sujetos en actitud sospechosa que estaban en un carro Hyundai color blanco placa C 2643 en el parque del barrio San Luis, pero cuando van llegando se percatan que el carro va circulando huyendo de su presencia y les dan persecución y los adelantan e interceptan de la iglesia católica hacia el sur”, dijo la fiscal.

Quien va a cargo de la patrulla es la suboficial Norma Hernández Molina, el conductor es el subinspector Julio César Narváez Valle (q.e.p.d.) y como artillero el suboficial mayor Howar Urbina Flores (q.e.p.d.). La suboficial les pidió tres veces que se bajaran del carro, ante la negativa de estos, la suboficial se bajó y se dirigió a la puerta derecha del copiloto, reduciendo al acusado Paul Jaen, mientras el suboficial mayor Howar Urbina neutraliza al acusado Víctor Morales Blanco, quien venía en el asiento trasero del carro.

Delincuente rompe fuego

Cuando el subinspector Julio César Narváez se dirige al ahora fallecido Diógenes Trinidad Medina Martínez, quien conducía el carro, este abrió la puerta e inmediatamente sacó el arma y le realizó varios disparos en la cara, cuello y tórax. “Ante la agresión, el oficial logró sacar su arma y le disparó. Ambos cayeron sobre la acera”, dijo la fiscal en audiencia.

Con moretones

Durante la audiencia preliminar, los acusados permanecieron altamente custodiados por más de 15 efectivos y estaban visiblemente golpeados, con los ojos moreteados, escuchando el relato de la Fiscalía.

En audiencia preliminar, Paul Emerson Jaen Leal, visiblemente golpeado. LA PRENSA / L. VILLAGRA

La fiscal Mendoza continuó diciendo que el suboficial mayor Howar Urbina corrió a auxiliar a su colega, momento que es aprovechado por el acusado Víctor Morales, para levantarse, sacar el arma que portaba de forma ilegal y disparó varias veces al oficial Urbina impactándolo en el abdomen y tórax y se dio a la fuga, pero fue interceptado por dos oficiales a bordo de la moto patrulla código 1582, pero les disparó y logró herir por el cuello al oficial Oliver Chow, quien cayó al suelo.

El acusado Víctor Morales tiró el arma y siguió huyendo pero fue capturado por el oficial Vicente Ramírez e Isaías Ugarte.

Pide la palabra

Durante la audiencia, el procesado Víctor Morales pidió la palabra a la judicial y dijo que había sido golpeado por oficiales de policía, quienes le decían que aceptara cosas que no hizo y que se sentía las costillas fracturadas.

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Su defensa, Roberto Cruz, solicitó a la juez que mandarán a su representado a Medicina Legal porque se quejaba de dolores en el cuerpo y estaba visiblemente golpeado.

Álvaro García, defensa del acusado Paul Jaen Leal, dijo que su representado, según la acusación, solo participó en dar supuestamente información de Yader Rodríguez, víctima del robo agravado en grado de tentativa, pues nunca se dio, y que nunca le ocuparon arma de fuego ni disparó, por lo que pidió se rechazará la acusación en cuanto a los asesinatos para su representado.

Fue torturado

Además, dijo que era evidente que fue “torturado” por los golpes visibles en su rostro inflamado violándole sus derechos constitucionales, por lo que pidió lo remitieran a Medicina Legal para que valoren su estado de salud y solicitó que la Policía garantizara su seguridad física y psicológica, puesto que ya estaba sometido a un proceso penal, donde será juzgado.

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La judicial después de ordenar la prisión preventiva, aclaró a los abogados que “en Nicaragua estaba prohibida la tortura por la Constitución Política de Nicaragua” y giró oficios para que ambos procesados sean valorados en Medicina Legal, además programó la audiencia inicial para el 9 de febrero a las 8:00 de la mañana.

Familiares de los procesados se acercaron a abrazarlos, incluso el papá de Paul Jaen lloró en el hombro de su hijo.

Plan en reverso de factura

Según la fiscal Fabiola Mendoza, en el reverso de una factura hallada en la billetera encontrada en una de las bolsas traseras del ahora fallecido, Diógenes Trinidad Medina Martínez, estaba el plan para realizar el robo en casa del comerciante Yader Rodríguez, donde aparecía dirección de la casa, descripción de la misma y decía “llevar pata de chancho” (herramienta para forzar candados).

Emotivo adiós

El subinspector Julio César Narváez Valle, de 35 años, fue sepultado ayer junto a su padre, el policía Marvin José Narváez, quien también ofrendó su vida en el cumplimiento de su deber.

La caravana fúnebre salió de su casa en Villa Venezuela rumbo al complejo policial Ajax Delgado. En dicha institución le esperaron sus colegas para homenajearlo y exaltar la valentía con la que se enfrentó a los criminales.

El subinspector Julio César Narváez Valle, de 35 años, fue sepultado ayer en el Cementerio Oriental junto a su padre Marvin Narváez. LA PRENSA / L. VILLAGRA

“Compañero… ¡presente!, ¡presente!, ¡presente!”, gritaron familiares, policías y espectadores mientras se realizaba la guardia de honor. Luego del homenaje todos se dirigieron al Cementerio Oriental de Managua.

Durante el sepelio, doña Sara Valle, madre de Narváez, no pudo mantenerse consciente, al mirar cómo su hijo era sepultado se desmayó, despertó a los minutos entre gritos… “devuélvanme a mi hijo, devuélvanmelo”, decía con la voz entrecortada, mientras Mirna Pérez, esposa del policía, intentaba controlarla.

“La pérdida de Julio nos tiene muy dolidos, él era calidad de hombre, es una lástima que esos delincuentes le hayan quitado la vida, espero que los jefes de las instituciones policiales abran los ojos y valoren a sus muchachos, este no fue el entierro de un subinspector, fue el entierro de alguien que tenía grados, pero moralmente, no en el hombro, sino en su vida, en su carácter y formación dentro de la Policía, estamos aquí para honrar ese valor”, refirió Víctor Manuel Pérez, suegro de la víctima.

También pidió a las autoridades que apliquen el peso de la ley a las personas que participaron del delito. “Lástima que aquí no es como en otros países que los duermen para que no sigan haciendo más daño, espero que no salgan de la cárcel, espero que se haga justicia”, expresó severo.


9
de febrero del corriente año fue programada la audiencia inicial para Paul Jaen Leal y Víctor Morales Blanco, en el Juzgado Noveno Distrito Penal de Audiencia a las 8:00 a.m.


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COMENTARIOS

  1. Guillermo Rocha
    Hace 7 años

    La tortura en Nicaragua se ha vuelto algo normal en los últimos tiempos. En el mismo vídeo podemos oír cómo el policía dice “peguenle una … o algo por el estilo.

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