Román “Chocolatito†González cumple hoy diez dÃas de permanecer en Costa Rica, preparándose para defender por primera vez el tÃtulo súper mosca (115 libras) del Consejo Mundial de Boxeo. ¿Cuánto ha mejorado su condición? Al hacerle esa pregunta, su entrenador Wilmer Hernández, contesta que lo ve “más fuerteâ€.
Precisamente ayer fue el dÃa en que se terminaron los trabajos de fuerza. No más pesas ni barras ni el chaleco relleno con plomo, de 55 libras, con el que el pequeño destructor golpeaba el saco, para endurecer su espalda, hombros y brazos.
“Se ha mirado bien. Hoy (martes) ya no le costó tanto la subida del Parque Eólico. Con los dÃas, el cuerpo se adapta y lo que un dÃa lo hizo sufrir, ahora se ha tornado en algo más cotidianoâ€, comentó Hernández, quien ha programado para esta semana dos sesiones de guanteo, la primera el jueves y la otra el sábado, con cargas de diez y 12 rounds, cantidad que hace por vez primera.
“José González (uno de los sparrings) nos ha ayudado bastante. El muchacho boxea, tiene escuela dominicana, se mueve bastante. RobÃn Zamora, por su parte, es el tÃpico tailandés que va hacia el frente, insistiendoâ€, dice Hernández, quien asegura que con estos dos estilos contrastantes cualquier cambio en el plan de pelea de Srisaket Sor Rungvisai no sorprenderá.
Paralelo al conteo de los rounds —van 51— y al cumplimiento de las rutinas en el gimnasio Fight Club, en la capital San José, Hernández trata con precisión de cirujano esos ajustes que deben hacerse cuando se pelea contra un zurdo: el cuidado de Román para no dejarse pisar ese pie izquierdo que va siempre adelante y las embestidas frontales que suelen terminar en cortes.
“Estamos corrigiendo esos detalles. Recordemos que la pelea del tailandés con Carlos Cuadras terminó de esa manera, con un corte profundo del mexicano y nosotros no queremos que esto ocurra, por tanto, estamos haciendo las correcciones del caso en cada entrenamientoâ€, añadió el entrenador.