Voto electrónico
Recientemente en un programa de televisión entrevistaron al doctor José Pallais, miembro de la dirigencia del Frente Amplio Opositor (FAD), quien dio a entender que en el Consejo Supremo Electoral (CSE) no se realizarán cambios de magistrados y que todo seguirá a como está, o sea que el FAD ya tiró la toalla de continuar demandando cambios en las estructuras del CSE.
Mientras el CSE y la Asamblea Nacional estén totalmente controlados por personeros del dictador Daniel Ortega, jamás se podrán realizar cambios profundos y los procesos electorales seguirán siendo una farsa electoral.
Todos los nicaragüenses que amamos Nicaragua estamos en la obligación moral y patriótica de demandar a la comunidad y organismos democráticos internacionales que los próximos procesos electorales que se desarrollen en nuestro país —nacionales, municipales y regionales—, sean por vía del voto electrónico digitalizado, tal y como sucede en otras naciones del mundo en donde el voto del ciudadano es respetado y contado correctamente. Así no habrá que seguirse desgastando en cambiar a magistrados del CSE.
En la misma Venezuela de Nicolás Maduro, con todos los problemas que ahí existen, los procesos electorales son transparentes a través de la votación electrónica. Debemos demandar a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que nos doten de los equipos electrónicos de votación y con eso se terminarán los fraudes y todo el desorden en los procesos electorales.
Máximo M. Castillo (mexicano).
Diferencia entre política y politiquería
La política es el proceso a través del cual una sociedad crea una capacidad de actuar con inteligencia sobre la misma. Presupone que mediante una discusión argumentativa se avizore un interés general y un diagnóstico de los problemas colectivos acompañados con una propuesta de cómo superarlos. Paralelamente, la política implica la creación de una red de organismos que puedan ir resolviendo los problemas.
Finalmente, la política conlleva la organización de voluntades colectivas de actores políticos que representan la diversidad social y organizaciones en las cuales los individuos se inscriben en función de procurarse el desarrollo personal que brota del servicio al interés colectivo.
La politiquería en cambio, corresponde al dominio de los intereses particulares no inscritos en una estrategia que los trascienda. El poder y la figuración son anhelos demasiado evidentes y humanos como para pretender ignorarlos. No obstante estos deseos pueden encontrar amplio campo de realización en el terreno de la política al servicio de la ciudadanía. Pero cuando estos deseos se desubican surge la politiquería. La ambición personal y la de grupo se convierten en las causas efectivas del quehacer político. Entonces la politiquería puede destruir la política.
Aunque pueda tomarse como excusa, la politiquería no tiene nada que ver con los intereses generales de un país y el fin de ella es la ganancia personal por la vía de producir una apariencia de respetabilidad tras lo que se esconden pasiones descontroladas. La voracidad por el dinero o el poder o la envidia, el rencor y los recelos son los móviles verdaderos de la politiquería y de ahí nacen las intrigas, la traición, la retórica vacía y la falta de lucidez y finalmente el desgobierno.
Lo paradójico es que la politiquería al socavar la política, destruye el único escenario donde esta puede ejercerse. La descomposición moral y política de un régimen no hace mas que anunciar su caída. El predominio de la politiquería es el triunfo de la racionalidad ventajista de los individuos sobre la racionalidad colectiva de la sociedad.
Resumiendo podemos decir que la politiquería es el uso de la política para ganancia personal o de un grupo. La política en cambio conlleva la organización de voluntades colectivas de actores políticos que representan la diversidad social.
También hay que señalar que el predominio de la politiquería en un país es el triunfo de la racionalidad ventajista de los individuos sobre la racionalidad colectiva de la sociedad, en nuestro caso la sociedad nicaragüense.
Después de analizar cuidadosamente ambos conceptos llegamos a la conclusión de que en Nicaragua solamente hemos tenido politiqueros y nunca hemos tenido un solo político y esta es consecuencia de la cultura política que arrastramos desde hace casi dos siglos.
Doy crédito a la analista peruana Laura Guerra por estos conceptos y diferenciación entre la política y la politiquería, que tomo como referencia para orientar sobre este importante tema y no se dejen engañar por los politiqueros de hoy disfrazados con trajes o ropajes de políticos.
Erasmo Medina Borgen.
Ironía e incertidumbre
Ironía. La pareja Ortega Murillo, busca cómo seguir fortaleciendo su poder y ambición después de reelegirse y querer permanecer en el poder público indefinidamente, lo que está conllevando a dividir política y partidariamente a la sociedad nicaragüense, a la “mal llamada oposición” y crear conflictos nacionales, esperando una reacción popular que le sirva de excusa en su pretensión totalitaria.
La pareja trabaja el ajedrez político, buscando cómo ir “desgastando a sus adversarios” por diferentes modalidades: cansancio en desorden partidario, prebendas por ambiciones o figuración por cargos públicos y dividir a los que se oponen a sus pretensiones, que supuestamente lo lleva a favorecerse bajo el supuesto que no puede haber otro enfrentamiento fratricida. Ha desplegado a todos sus “cuadros” y “operadores” al trabajo de campo: de casa en casa a intimidar y a fomentar temor, como exigencia de fidelidad; se afianza en crear leyes y aplicar decretos violatorios a los derechos humanos; están a la espera de cómo será el paquete de la oposición y, su mayor preocupación y temor es, que de conformarse en Nicaragua una comisión internacional anticorrupción, se descubran todos los movimientos económicos y de lavados de dinero.
En la otra acera. Veamos con realismo lo que está pasando en el trabajo político del conglomerado ciudadano opositor y los propósitos de conformar la gran unidad nacional opositora, como estructura de alianzas, porque así lo señala la actual ley electoral; ya están claros del necesario y suficiente proselitismo para atraer simpatizantes; de lograr poder de convocatoria y conocimiento de qué, para qué, quiénes, dónde, cuándo y cuáles son los mensajes políticos que estimulen, llamen la atención y sea digerido por el público; presentar boceto-borrador de propuestas programáticas de plan de gobierno; y junto con representantes de las iglesias escoger a probables componentes de un gabinete (de sombra) con gente proba. Hasta el momento, podríamos decir, que se notan en sí, “alianzas vacías”, lo que va haciendo que sea un poco tardío y difícil una gran Alianza Nacional Opositora (GANO), por varios factores: no conocen a fondo las intenciones de la pareja Ortega Murillo; disputa entre actores políticos y de poco atractivo popular, por divergencias personales y triunfalistas no se interesan en atacar la corrupción estatal y por razones x o y, parecieran no quererse percatar del embrollo jurídico-partidario en que los están metiendo.
Innegable. La presión internacional está funcionando por sí sola, pero urge conformar la Gran Alianza Nacional Opositora, que enfrentará al régimen Ortega Murillo; y no hay duda, “material” hay suficiente para hacer una organización fuerte; por estas razones, la preocupación y la incertidumbre cunde en quienes quieren un verdadero cambio democrático.
Diego Manuel Robles Luna.
Templo profanado en Matagalpa
En fecha reciente fue profanada la parroquia San Felipe del histórico templo Molagüina de la norteña ciudad Matagalpa, por antisociales que se llevaron dinero en efectivo y equipos de sonidos. El párroco de dicho templo, monseñor Róger García, puso la denuncia a la Policía Nacional para que investigaran quiénes fueron los delincuentes que rompieron las puertas de la iglesia para cometer tal fechoría.
Salvador Pérez González.