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Nicaragua gatea en comercio electrónico

Aunque es una tendencia mundial, en Nicaragua todavía hay muchos obstáculos que impiden a las empresas entrar a ello

Hace cinco años la tienda de libros Literato quiso romper los mitos de que la gente ya no quiere leer y que los lectores se concentran solo en la capital. Para alcanzar su meta incursionó en el mundo del e-commerce o comercio electrónico. Esto les ha permitido enviar obras de escritores locales a tierras tan lejanas como Tel Aviv, Israel, o tan cercanas como Costa Rica, donde la principal universidad pública es su cliente más importante.

“Hay un gran potencial, pero uno de los grandes problemas de las tiendas que ofrecen comercio electrónico en Nicaragua es que cobran en línea, pero no ofrecen ningún descuento o cobran en línea y no ofrecen el servicio de entrega a domicilio y el que compra en línea es porque va a recibir un gran descuento o porque no puede llegar al negocio y aquí el noventa por ciento de las tiendas no ofrecen la entrega a domicilio y con eso matan el comercio electrónico”, asegura July Vallejos, responsable de marketing y publicidad de Literato.

En esa tienda una vez que el cliente paga, el sistema además de verificar la legalidad de la tarjeta calcula automáticamente el costo del envío, con base en la tarifa de Correos de Nicaragua, que les ofrece el servicio. Según la ubicación del comprador, en cuestión de horas, días o semanas, recibe su pedido.

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La Organización Mundial del Comercio indica que “el comercio electrónico o e-commerce, comprende la compra y venta de bienes o servicios a través de medios electrónicos como computadoras, teléfonos celulares, tabletas, entre otros dispositivos. Y si bien la operación se pacta electrónicamente, el pago y/o la entrega de los bienes y servicios no necesariamente se desarrolla en línea”.

Este modelo de hacer negocios ha sido impulsado, según el Banco Interamericano de Desarrollo, por una gran cantidad de aplicaciones de las tecnologías de la información que están provocando una revolución en las formas de comerciar tanto dentro de los países como en el intercambio transfronterizo.

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Impulsado por el internet

Para Romina Gayá, consultora del BID, “desde que comenzó su difusión, durante la segunda mitad de los noventa, el comercio electrónico se ha expandido fuertemente en todo el mundo impulsado por la mayor difusión de las conexiones de internet de alta velocidad, los teléfonos inteligentes, las tabletas y otros dispositivos”.

No obstante, aunque estimaciones de Internet World Stats indican que “en 2014 había más de 320 millones de usuarios de internet en América Latina y el Caribe”, en 2015 solo 110.1 millones de personas habrían realizado compras a través de internet.

Estos niveles según la consultora del BID, son bajos en comparación con los de otras regiones y aunque se espera que crezcan no son pocos los obstáculos que las empresas de la región, y por ende las de Nicaragua, deben superar para aprovechar los beneficios del e-commerce.

Para Juan Ortega, especialista nicaragüense en Marketing Digital y Comercio Electrónico, son múltiples los factores que provocan este rezago, y van desde la ausencia de una cultura digital hasta los requisitos —muchas veces imposibles de cumplir— que establece la banca para proporcionar la “pasarela de pago” que requieren los negocios para ofrecer el servicio de venta en línea.

Ortega confía en que la reciente decisión de las autoridades, nacionales y municipales, de ofrecer una serie de trámites en línea, contribuirá a cambiar la cultura digital de los nicaragüenses, que parece se quedó estancada en la diversión que proporcionan las redes sociales.

Comercio electrónico

Empezando tarde

Pero también aclara que la digitalización de trámites debió iniciar hace seis o siete años, ya que tomará tiempo lograr que el uso de estos servicios se generalicen, particularmente porque los niveles de bancarización entre los nicaragüenses todavía son bajos y sin una tarjeta de crédito o débito es imposible realizar este tipo de negocio.

También porque se carece de una infraestructura adecuada y la calidad del servicio y penetración del internet no son los óptimos.
Para Ortega, quien actualmente trabaja en Chile pero laboró para la Alcaldía de Managua y el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio, otro factor fundamental para el desarrollo del comercio electrónico en el país es el establecimiento de un marco legal que norme este tipo de transacciones. Por tanto, lamenta que la iniciativa de Ley de Comercio Electrónico que se impulsó en 2007 todavía permanezca “engavetada”.

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Otro gran obstáculo, principalmente para los micro, pequeños y medianos (mipyme) empresarios, “son los requisitos que deben cumplir para obtener la pasarela de pago que requieren para concretar las transacciones. Actualmente en Nicaragua solo la ofrece el BAC”, dice.
El trámite comprende una serie de requisitos legales y contables e incluso en algunos casos una garantía, que puede ser de hasta diez mil dólares.

comercio electrónico

Poca oferta bancaria

“A nosotros no se nos pidió fianza porque somos una empresa que funciona desde hace más de diez años y somos conocidos, pero tengo entendido que a empresas nuevas se las piden, porque eso es para garantizar la legalidad del negocio”, dijo Vallejo, de Literato.

LA PRENSA consultó a la Asociación de Bancos Privados de Nicaragua sobre los requisitos que deben cumplir las empresas para obtener la pasarela de pago y qué está impidiendo que el resto de bancos del país ofrezcan el servicio, pero no se obtuvo respuesta.

Sin embargo, Luis Rivas, gerente general del Banco de la Producción (Banpro), dijo que esa institución afina “los últimos detalles” y “en los próximos dos o tres meses ya vamos a tener la tecnología para poder facilitar el e-commerce”.

Rivas no considera indispensables un marco legal para esta modalidad de comercio y atribuye el rezago a que la banca debe garantizar la seguridad de las transacciones..  “Lo que pasa es que el comercio va adelante y los bancos que captamos depósitos del público no podemos innovar tan rápidamente porque tenemos que trabajar con tecnologías comprobadas, por temas de seguridad de los depósitos”, sostuvo.

Empresas suplen servicio

Debido a las dificultades que enfrentan algunos negocios, principalmente mipymes, que quieren pasar de su tienda en Facebook al comercio electrónico, según Ortega han surgido algunas empresas que ofrecen la pasarela de pago, el alojamiento y otros servicios que se requieren.

En Nicaragua una de ellas es Alfa, que desde hace seis años ofrece los servicios que las empresas requieren para vender en línea. Su gerente comercial, Christiana Castellón, considera que pese al rezago “los entornos digitales están proliferando… y Nicaragua ha demostrado que hoy por hoy el comercio electrónico late fuertemente, y son las mipymes las que lo están sacando adelante”.

Añade que las mipymes están conscientes de que el comercio electrónico les permite “insertarse rápidamente en la oferta de mercado” ya que resulta más barato ofrecer este servicio que abrir una nueva sucursal. “Nunca se podrán comparar los costos entre una y otra inversión, la gente lo sabe, por eso cada vez hay más empresarios que apuestan por abrir su canal virtual, clave en una estrategia de expansión y competitividad”, dice.

Aunque no hay datos oficiales de comercio electrónico en el país, Castellón afirma que en los últimos dos años ha crecido considerablemente.

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Hay gran potencial

“He sido testigo de los casos de éxito, por lo tanto si bien la región centroamericana no compite con Brasil y México, nuestros vecinos en Latinoamérica con los mayores números en la actualidad, si enfocamos la lupa solamente en Nicaragua, los últimos dos años han revelado un crecimiento acelerado del volumen de ingresos que provienen de ventas en línea”, asegura.

Rivas también ve potencial gigantesco para el comercio electrónico, dado que en Estados Unidos cerca del 40 por ciento de las transacciones se realizan de esa manera, pero reconoce que pese a ser inevitable que moverse hacia esa modalidad, en Nicaragua inicialmente no alcanzará esos porcentajes.

En medio de ese gran potencial Castellón distingue mayor posibilidad de aprovechamiento en algunos sectores como “turismo, entretenimiento, productos nostálgicos, moda, floristerías, librerías y pagos por servicios varios, entre otros, para despuntar con un sostenido crecimiento. En cambio, otros más “tímidos” esperarán a que “un pionero de su sector lo haga primero”, para tomar la decisión de incursionar.

También aclara que el comercio electrónico no se limita a “tener un sitio en internet, hay que saber usar todas las herramientas para sacarlo adelante, muchas de estas herramientas son gratuitas en la red”.

Y aunque considera que “Nicaragua está dando pasos significativos en temas de comercio en línea y lo ha hecho por la propia fuerza y empuje de las mipymes”, no descarta que “en los próximos años no solo la empresa privada lidere este cambio”, ya que el comercio se está moviendo ferozmente en internet y hay mucha oferta y demanda, concluye Castellón.

La clasificación que
se reconoce

El comercio electrónico, según el sitio web Intal Conexiones del Banco Interamericano de Desarrollo, el e-commerce se clasifica de acuerdo con los actores involucrados en la transacción:

B2B (business to business): el negocio se realiza entre empresas, se utiliza para transacciones entre mayoristas y distribuidores.

B2C (business to consumer): las empresas venden electrónicamente sus bienes o servicios al público general. La mayoría complementa las ventas tradicionales con la venta en línea, pero existen otras que venden exclusivamente en línea. Muchas lo hacen desde sus propios sitios web o desde aplicaciones móviles. Otras utilizan intermediarios generales o especializados.

C2C (consumer to consumer): transacciones entre individuos. Por ejemplo, sitios de subastas.

B2G (business to government): operaciones que se realizan entre empresas y gobierno, como es el caso de los sitios de contratación pública en línea.

C2B (consumer to business): plataformas que le permiten a los consumidores vender productos a empresas, que generalmente luego las revenden.

¿Qué hace falta?

Para Christiana Castellón, gerente comercial de Alfa, para aprovechar los beneficios del comercio electrónico las empresas requieren “la visión y la puesta en práctica de todas las recomendaciones del marketing digital 2.0 para lograr cada objetivo en el embudo de ventas en línea y ganar cada reto. Desde la confianza hasta la fidelización del cliente. “Si hablamos de inversión, con menos de cincuenta dólares se puede comenzar”, asegura y añade que para atraer a los consumidores se deben proporcionar ofertas atractivas, indicadores de confianza, políticas que favorezcan al consumidor.

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