La falta de acceso a recursos federales rusos debido a problemas internos ya había sido prevista por los promotores del proyecto de la fábrica de vacunas Mechnikov, por lo que desde finales de 2015 se estaban contemplando opciones para buscar otras fuentes de financiamiento para el proyecto, revelan documentos a los que ha tenido acceso LA PRENSA. Entre las propuestas figura el endeudamiento por 17 millones de dólares para echar a andar la planta.
En el marco de la negociación del proyecto, y como parte de una iniciativa denominada Innova Salutem, una alianza entre Rusia y Nicaragua para realizar inversiones en Salud Pública avalada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la misma Organización Mundial de la Salud (OMS), se elaboró un informe presentado al Gobierno de Nicaragua en noviembre del 2015, al cual LA PRENSA tuvo acceso, y en el que se plantearon las alternativas para poder respaldar financieramente la planta, ante el problema de no contar con recursos federales rusos.
Capital semilla
Entre estas alternativas se plantearon: infusión de capital por parte del ISP en la empresa Mechnikov en un equivalente de dos millones de dólares. ISP es la sigla con la que se denomina a la Empresa Unitaria Federal Estatal Instituto de Investigación Científica de Vacunas y Sueros de San Petersburgo y la Empresa de Producción de Preparados Bacterianos de la Agencia Federal de Medicina y Biología de Rusia, instancias federales rusas que tienen el 66 por ciento de las acciones de Mechnikov.
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La cantidad de dos millones de dólares parece pequeña para el inicio de operaciones de una planta cuya construcción —sin los equipos— habría costado 20 millones de dólares; sin embargo, el documento no explica en qué será usado ese dinero.
Prestar otros 17 millones de dólares
“Con las garantías del ISP (avaladas por el Gobierno de Rusia) se puede traer capital necesario para las operaciones de Mechnikov, con fuentes mixtas entre el sector privado y recursos estatales, bajo las siguientes modalidades: 8.5 millones de dólares de capital privado, a una tasa de interés del 8 por ciento anual, por 10 años; 8.5 millones de dólares de fondos estatales del INSS, a una tasa de interés anual de cuatro por ciento, por 10 años”, señala el informe.
Transferencia tecnológica
Las otras condiciones planteadas en el informe fueron: transferir tecnología para producir vacunas para la influenza y establecer todos los derechos para uso de propiedad intelectual, además de garantizar el surtido de las vacunas para la influenza al Minsa de Nicaragua para el período 2016-2025, a precios reducidos para la ampliación de la cobertura a nivel nacional. El Minsa, por su lado, se comprometería a comprar toda la producción por el mismo período.
“El ISP inicia a surtir la vacuna para la influenza a Mechnikov a partir de 2016 (que contará con la certificación vigente de la OPS) y Mechnikov firma un contrato de 10 años con el Minsa como proveedor de la vacuna para la influenza. El ISP actúa como garantizador de cumplimiento de Mechnikov con el contrato con precios preferentes y que permitirá al Minsa ampliar el programa de cobertura sin costo adicional, adquiriendo las vacunas de Mechnikov con un descuento del 33 por ciento en 2016”, señala el informe Innova Salutem.
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Una investigación de LA PRENSA reveló que debido a problemas financieros Mechnikov —que fue inaugurada por el Gobierno el 22 de octubre de 2016—, no cuenta con los equipos necesarios para iniciar siquiera la fase de pruebas para la producción de vacunas.
LA PRENSA consultó desde el 25 de enero a las diversas instancias que estuvieron a cargo de negociar la instalación de Mechnikov en Nicaragua. Instancias como ProNicaragua, el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), la Embajada de Rusia en Nicaragua y la misma sede de la empresa Mechnikov, ubicada en el Edificio El Centro, cerca de Plaza España, Managua. Ninguna de estas respondió las solicitudes de información hechas por este diario.
OPS no habría certificado la planta
Con los fondos garantizados y el contrato con el Minsa establecido, el informe detalla que el plan era que el ISP surtiera a Mechnikov la vacuna de la influenza. Para esto se debería contar con una certificación emitida por la OPS sobre la calidad de la vacuna misma, para posteriormente distribuirla.
Fuentes vinculadas al proyecto aseguran que la OPS aún no emite ninguna certificación tanto de la planta Mechnikov como de la vacuna misma, debido a los problemas para la puesta en operación de la planta.
LA PRENSA consultó a Relaciones Públicas de OPS y esta instancia nos remitió a su homóloga en el Ministerio de Salud. Este rotativo llamó a la Oficina de Prensa de ese ministerio y nos dijeron que la vocera, Juana Telica, no se encontraba. La llamamos a su móvil tres veces y no respondió, tampoco a la consulta que se le hizo por correo electrónico.
Evento por todo lo alto
Cuando la planta de vacunas rusas fue inaugurada el pasado 22 de octubre, se llevó a cabo un evento por todo lo alto (al que el diario LA PRENSA no fue invitado). Entre las invitadas internacionales al evento estuvieron la ministra de Salud de Rusia, Veronika Skvortsova, y la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), doctora Clarissa Etienne. También estuvo Laureano Ortega, hijo del presidente designado por el Consejo Supremo Electoral, Daniel Ortega, quien estuvo al frente de las negociaciones para la traída de la planta al país.
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