Narrar historias es una herramienta natural de liderazgo y comunicación. Historias bien contadas pueden inspirar el cambio organizacional, promover el trabajo en equipo, crear valores compartidos, transferir conocimientos y en esencia llevar a las personas y organización al futuro deseado.
La narración simplifica y explica el orden natural de las cosas, de dónde vienen y cómo llegaron acá, muestra relaciones de causa efecto y define respuestas apropiadas ante situaciones de la vida (las historias nos dicen cómo vivir); ayudan a definir recompensas y castigos; invitan a soñar/imaginar.
En la trama clásica, el héroe tiene que afrontar obstáculos y peligros, se ve obligado a enfrentar sus miedos, a tomar decisiones frente al peligro y lo desconocido y finalmente alcanza el éxito con sacrificio y sufrimiento.
Elaborar una buena historia implica considerar los principios de la educación de adultos: a) resolver problemas o necesidades de la vida real, b) reconocer y utilizar la experiencia y conocimientos previos de las personas, c) brinda autonomía para que las personas decidan qué quieren aprender y sean participantes activos en su proceso de aprendizaje y d) involucra acciones que permiten aplicar inmediatamente lo aprendido. Lo que no se aplica se olvida rápidamente.
Para aumentar la retención y efectividad del aprendizaje se recomienda seguir los siguientes tips:
1. Explicar por qué se enseña el material y porque van a querer aprender lo que se va a enseñar/explicar.
2. Tener claro los objetivos de aprendizaje y de desempeño (qué podrán hacer las personas después del aprendizaje).
3. Definir un mapa de aprendizaje y una estructura u orden de las cosas. Presentar la historia de forma divertida e interesante.
4. Apelar a la curiosidad incluyendo un toque de desafío y fantasía.
5. Generar descubrimiento guiado, introduciendo preguntas y respuestas interactivas que motiven a hacer elecciones y a discutir sobre el tema. Motivar la imaginación para que tome la iniciativa de descubrir información (presentar casos y escenarios).
6. Retroalimentar sobre las acciones y decisiones tomadas por las personas (teniendo la sabiduría de evitar la crítica destructiva y el negativismo).
7. Introducir recompensas intrínsecas (el placer de aprender por sí mismos) y extrínsecas (ganar puntos, privilegios, premios, etc).
Una buena historia pone a las personas a cargo utilizando partes significativas que condensan información clave que motiva cambios de percepción, actitud y comportamiento.