14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Cartas al Director, farsas electorales

Cartas al Director

No se sabe si la Policía estará para mantener el orden público y demás atribuciones. Los nicaragüenses nos situamos ante una institución que ha menoscabado la integridad de la persona, violentado derechos humanos, destruyendo el Estado de derecho.

Mensaje de concordia
Muy bueno el editorial de LA PRENSA del viernes 17 de febrero: “Recordar la guerra para construir la paz” y su mensaje de concordia y reconciliación

Me recordó el  editorial del doctor  Pedro Joaquín Chamorro Cardenal  del 14 de septiembre de 1963 en los días patrios cuando escribió y cito parcialmente:

“Es necesario ir al campo a cualquier campo que sea y dejar sobre la tierra una flor para los que han muerto en los llanos y en las montañas  y no tienen sobre su tumba ni señal ni flor ni epitafio.

“Para todos aquellos que por una razón u otra dieron su vida por la Patria y no vacilaron en ir al sacrificio, esperando que con él iban a mejorar las condiciones de vida de sus compatriotas

“Equivocados o no  murieron por Nicaragua, y si la semilla de su generosidad no ha fructificado todavía vendrá el tiempo en que germine y cubra nuestros horizontes.

“Tenemos que dejar esa flor en el campo, sin pasión, sin rencor, pero muy conscientes de que la hacerlo nos volvemos a comprometer con quienes cayeron , a recordar sus ideales, y a luchar para que algún día se pongan en práctica

“Dejemos pues una flor más sobre la tierra estos días y continuemos esperando que las semillas del sacrificio germinen, y den su fruto para esta y las próximas generaciones”.
Carlos G. Muñiz

 

Más allá del error
La Policía Nacional (PN) está en una etapa de crisis ética dentro de su institución. Las múltiples faltas de la institución del orden público, amparadas en el error, el llanto y el perdón, hacen que dentro de distintos espacios se cuestione lo que está pasando con esta. Faltas que vienen desde la violación del ordenamiento constitucional, derechos humanos, Estado de derecho en general. Frente a esta problemática, la duda sobre sus funciones es más fuerte que la misma confianza.

Recordemos el caso que más ha alarmado a la población: el de Las Jagüitas. No fueron suficientes las disculpas que  la comisionada general Aminta Granera ofreció a la familia que regresaba del culto, y que la PN, “por error”, cobrara la vida de civiles. Todos notamos las lágrimas de la comisionada, pero no pasa por desapercibido que los procesados fueron pocos, cuando en el operativo actuaron más.

En el caso del joven rivense que apareció muerto en las celdas policiales, un gremio opositor en la Asamblea Nacional solicitó la comparecencia de la comisionada, pero esta nunca llegó. Su ausencia ante el legislativo incurrió en una falta a la autoridad de este órgano del Estado, expresamente contenida en la Constitución (Arto. 138, 4).

¿Y cómo olvidar el  caso  de  la muerte del niño en Jalapa, mientras iba en su bicicleta? La Policía no tuvo culpa directa, pero pregunto: ¿Qué hace esta institución distribuyendo el paquete escolar cuando debió estar controlando el transporte —el caso citando anteriormente—? Se conoce que la PN cumple con sus atribuciones que dicta la Constitución y la ley de la materia.

En el caso de la niña de Matagalpa,  ¿su muerte es un error más? ¿Se trata de cometer “errores” de manera permanente? En distintos medios de comunicación del país la madre de la niña fallecida acusó  a la Policía de la muerte de su hija. Cada falta policial se está justificando como errores, pero   son violaciones directas que menoscaban la ley y por ende el Estado de derecho.

No se sabe si la Policía estará para mantener el orden público y demás atribuciones. Los nicaragüenses nos situamos ante una institución que ha menoscabado la integridad de la persona, violentado derechos humanos, destruyendo el Estado de derecho. Su corrupción  llena de “errores” ha despertado el fantasma de la inseguridad.
Manuel Sandoval.

 

Sobre  “ley de tercerización”
El trámite de ley de la iniciativa de “ley general de regulación y ordenamiento de la tercerización, subcontratación e intermediación del empleo”, debe continuarse, pues de acuerdo al artículo 95 de la Ley Orgánica del poder legislativo (Ley 606), no aplica la “caducidad” alegada por el presidente de la Comisión Laboral, diputado Miguel Rosales, ya que esa ley “ha tenido impulso”. Esto lo pueden  constatar los diputados por diversos medios, citándoles el más reciente, que fue la planificación de su pronta discusión y aprobación, según lo confirmó el mismo diputado Rosales en declaraciones vertidas el pasado 24 de enero.

Al respecto,  invito leer sus declaraciones en la página web de la misma Asamblea, que en su parte pertinente expresa: “Vamos a darle una capacitación a todos los miembros de la comisión porque muchos apenas están ingresando, no conocen el tema y tienen que estar empoderados de lo que es la tercerización, su alcance, como vamos a hacer para la regulación y la coordinación de la misma”.

El hecho de que sea una ley “polémica” tampoco es causa para que se suspenda su trámite. Precisamente esa es parte sustantiva del trabajo de los parlamentarios: auscultar el criterio de los sectores de población interesados, y legislar en función del bien común.

Así ha ocurrido con muchas leyes, refiriendo como ejemplo ilustrativo la polémica “Ley de Costa” (Ley para el Desarrollo de las Zonas Costeras), que estuvo “trabada” varios años hasta que logramos una redacción que atendiera razonablemente intereses encontrados y hoy es una de las bases del desarrollo turístico costanero o costero.

Por esa razón formal, pero además por el respeto a la ciudadanía y al mismo poder del Estado, se deben continuar las discusiones, la búsqueda de consenso, y la sanción (aprobación, desaprobación, promulgación o archivo) de esta iniciativa, que es reclamada por la sociedad nicaragüense, en especial por los trabajadores, y es necesaria para definir con claridad ese aspecto de la contratación laboral nicaragüense.
Agustín Jarquín Anaya

 

Accidentes de tránsito
Para encontrar la solución a este problema que ya se escapa de las manos, había que cambiar al pícher actual. No tengo nada en contra del comisionado Roberto González Kraudy, pero obviamente él ya dio todo lo que iba a dar y era momento de traer a  alguien con ideas frescas.

En el Tránsito se necesita que vuelva a funcionar un consejo de asesores civiles,  que ya existía desde antes del 2006.  Si escucharan a gente sensata y civil  les podrían proponer ideas nuevas que se usan en países del primer mundo, podríamos pasar a civilizar a los conductores.

El populismo no permite ponerle mano firme a buseros ni taxeros que son causantes principales de la mortandad que vemos en la calle. Son  intocable porque son agremiados y sus cooperativas se “entienden”  con el MTI y con la misma Policía. Entonces, a ¿quién se le pegan las pulgas? Al conductor civil que no tiene padrino. El colmo es que hasta los motociclistas que son otro grupo de irresponsables, que manejan como locos pasándolo a uno por la derecha y por la izquierda y poniéndose adelante en los semáforos para después ir como tortugas enfrente de uno; aun estos tienen su “gremio” y hasta “marchan protestando” en las calles pidiendo que les rebajen las multas. Habrase visto semejante descaro.

A menos que apliquemos la ley parejamente, a motociclistas, buseros y taxeros aquí no va a parar la alta incidencia de accidentes. Mientras la Policía no patrulle movilizándose para atrapar en el acto a los que no respetan semáforos, a los que manejan en la acera, contra la vía, sin luces, sin poner el pide vías, etc. no se van a parar los accidentes.
Zacarías Chamorro.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí