Para seguir creciendo en producción y exportaciones, la industria del tabaco en Nicaragua necesita de una serie de acciones que les permitan entrar a nuevos mercados con importantes contratos, además de ser incluyentes con las mujeres, cuyo peso supera el cincuenta por ciento de la fuerza laboral.
Esas son algunas de las tareas con las que se enfrenta la nueva presidenta de la Cámara Nicaragüense de Tabacaleros (CNT), Anielka Ortez, quien con más de diez años en ese campo se ha convertido en la primera mujer al frente y segunda persona en la presidencia. El cargo tiene una duración de dos años.
Ortez es gerente general de Agroindustrial Nicaragüense de Tabacos S.A., y esa plataforma le ha llevado a entender que uno de los ejes a priorizar, como nueva presidenta de la CNT y cumplir con las demandas de mercados internacionales, es el empoderamiento de más mujeres en un sector que históricamente ha sido dirigido por hombres.
En entrevista con LA PRENSA Ortez explica también qué medidas se tomarán para hacerle frente a la reciente normativa administrativa del FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) que incluyó a los puros premium hechos a mano —que son los que se producen en Nicaragua— dentro del mismo paquete de todos los productos derivados del tabaco.
¿Qué desafíos u oportunidades avizora como presidenta de una cámara donde la mayoría son hombres?
Para mí es un ejemplo de que se está dando la inclusión de la mujer paulatinamente. Prácticamente el 55 por ciento de la mano de obra en esa zona (Estelí) son mujeres, pero la mayoría está en cargos de obreras. Esto representa una oportunidad para demostrar que el liderazgo también lo podemos llevar las mujeres.
¿A qué se debe que hay pocas mujeres en cargos directivos o de mayor incidencia entre las empresas de tabaco?
La verdad que en mi caso, estoy acá por la oportunidad que me ha dado mi padre y la confianza de trabajar con él. Sí hay mujeres en las áreas administrativas, pero es un mundo en el que los hombres son los que han hecho la carrera.
Y en Nicaragua, pese a ser de los principales países productores de tabaco y puro, no es tanta la trayectoria (femenina). Pero este es un inicio para que las mujeres comencemos a ser parte de esta industria y comenzar a sobresalir.
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¿Y cómo se puede reducir esa brecha?
Es un reto y espero que podamos seguir trabajando. Los dueños de todas las empresas que están en el país son hombres. Esta industria se ha enfocado mucho en las familias y sus estructuras más altas están gobernadas por hombres. La esperanza es que las hijas de los dueños que van creciendo y han entrado en la dinámica comercial, vayan tomando más participación.
No digo que estemos lejos. Ya hay más mujeres que poco a poco van tomando mejores posiciones.
Y respecto a diez años atrás, ¿cuál es su valoración sobre el sector?
El sector ha crecido en un ciento por ciento. Las exportaciones han crecido significativamente y lo interesante es ver cómo se ha concentrado en la zona norte de Nicaragua, que se ha traducido en más empleos y nuevas fincas. Por esa razón es que usted puede observar que la economía de Estelí se ve más pujante debido a la inyección de recursos que la industria hace.
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¿Cuál es su perspectiva del sector a mediano y largo plazo?
Esperamos que este año sea tal vez no mayor ni menor que 2016, pero al menos estar igual al pasado. Habrá que identificar métodos que nos permitan mejores rendimientos para que se siga creciendo al mismo ritmo.
Se trata de saber innovar y buscar siempre alternativas que sean viables y que nos permitan fortalecernos entre todos.
¿Cuáles serían esos métodos a los que se refiere en los que se puede mejorar?
En la forma de preparación de los trabajadores: más capacitación para ellos, mejor conocimiento que les permita ser más eficientes y que ellos a su vez sean quienes impulsen el sector. También un mejor manejo de la hoja de tabaco que nos permita elevar el rendimiento.
La idea es que podamos retirar más hojas en menos espacio y por ello hay que innovar en los sistemas de riego por goteo.
Mencionó la necesidad de fortalecer la mano de obra que emplea el sector, ¿cómo lo harían?
Hemos ideado la necesidad de una escuela técnica especializada, que de la mano con el sector pueda desarrollar los nuevos talentos.
Esto, si bien no está planteado oficialmente a las autoridades, es parte de algunas ideas que tenemos en mente para un mediano plazo. Es nuestro sueño.
¿Cómo le han hecho frente a la medida administrativa de la FDA, que incluyó a los puros premium en el mismo paquete de todos los productos derivados del tabaco?
Aunque entró en vigencia en agosto de 2016, tenemos un período de gracia. Puede que haya reducción posteriormente y que se incrementen algunos costos de comercialización, pero todavía no hay cifras de afectaciones.
Para ello vamos a buscar nuevas alternativas de mercados porque el ochenta por ciento de la producción se exporta a Estados Unidos. Así que tenemos que esperar. Todavía se desconoce en qué porcentaje eso impactará nuestras finanzas.
¿Qué otros mercados?
Estamos trabajando en conjunto en el diseño para la apertura de mercados en Asia, Europa, de forma directa a los países de Medio Oriente y se están haciendo las gestiones necesarias. Además que también vemos esa oportunidad entre los países de Suramérica y en eso es lo que se está trabajando.
¿Sienten que el mercado del puro es un mercado con demanda o está deprimido?
La verdad que de cada diez puros en los rankings de los mejores unos cinco son nicaragüenses, esto lo que quiere decir es que por eso se ha visto el auge en las exportaciones porque muchos están entre los mejores del mundo.
El puro está siendo bastante demandado y el festival anual que se hace en el país acerca a los clientes.
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¿Las nuevas generaciones gustan del puro?
Muchos jóvenes están más interesados en consumir puro. Es un producto de alto costo y es para gente con bastante conocimiento. Y lo que se ha hecho es darle opciones a las nuevas generaciones.
En Estados Unidos hay muchos jóvenes que gustan por ese producto y si lo vemos en Nicaragua aunque la venta es menor respecto a lo que se exporta, ya hay un grupo de personas que sí lo están consumiendo y que gustan de la calidad.