“Fernando Silva es el más vernáculo, porque universaliza lo nativo. En su obra, nuestro idioma o lengua trasciende lo doméstico, de manera que todos podemos entendernos en el nicaragüense inventado por él mismo”, dice Luis Rocha, quien hace la introducción y selección del libro Fernando Silva: El hombre más nicaragüense del mundo.
Una edición publicada por la Academia Nicaragüense de la Lengua y que reúne pinturas, cuentos y poemas, y datos bio-bibliográficos de Silva compilados por Rocha.
Para Rocha, “la escritura de Silva, la lengua cobra poderes mágicos, en tanto es más natural, porque es inventada por el mago de lo autóctono. Es la magia de la realidad nicaragüense”.
“La lengua en Silva se ha declarado de entre sus padres, el mayor. La naturaleza es exteriorista en sí misma y en esa medida, como gran parte de la poesía nicaragüense, que en sus obras nos da a conocer, ya sea que consideremos esa acción como descubrimiento o invención”, explica Rocha.
Para Francisco Arellano Oviedo, director de la Academia Nicaragüense de la Lengua y editor del libro, explica “que nadie como Fernando Silva, en el siglo XX, comprendió y se identificó con el carácter nacional, por su afán de proyectar hacia la universalidad nuestra lengua diferencial, en verso y en prosa”.
No obstante, para el escritor Carlos Tünnermann, “Silva es el más nicaragüense de nuestros narradores. En sus cuentos palpita nuestra identidad nacional, que toma vida en el carácter de sus personajes. En ellos encarna nuestra cultura recreada y enriquecida mediante el manejo magistral del lenguaje coloquial”.
Arellano apunta que “quien no ha leído a don Fernando Silva, léalo ahora y quien ya lo leyó, léalo nuevamente y reviva el gozo de la primera vez”.
El libro está disponible en Literato e Hispamer en Managua.
En breve
Fernando Antonio Silva Espinoza nació en Granada, un 1 de febrero de 1927 y falleció en Managua el 1 de octubre de 2016 a causa de neumonía y problemas cardíacos.
Fue pediatra, poeta, narrador, cuentista, novelista, ensayista, pintor y lingüista. Sus escritos retoman el carácter cultural en el que creció hasta su juventud en Río San Juan.
Publicó las novelas: El comandante, El vecindario y La foto de familia.