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los centavos

Gisella Canales Ewest.

Cómo abordar con los niños los problemas de dinero

Cuando se atraviesa un bache económico uno de los “pegones” más grandes es cómo hacerlo sin afectar a los niños de la casa. Conversé con una psicóloga sobre cómo abordar este tema con los más pequeños y aquí podés leer sus recomendaciones.

Cuando se atraviesa un bache económico, o cuando se quiere hacer recortes en los gastos para alcanzar una meta financiera, uno de los “pegones” más grandes es cómo hacerlo sin afectar a los niños de la casa. Y el problema radica en que generalmente los gastos de ellos son los últimos que se quieren reducir; se evita que ellos resientan la mala racha financiera y en consecuencia se terminan asumiendo gastos que no se pueden costear.

Sí, estoy clarísima que no es un tema sencillo, que como madres o padres lo que menos queremos es privar a los hijos de cosas, pero hay que tener claro que si no se puede, NO se puede y que para salir de un aprieto de dinero solo se puede lograr si hay un esfuerzo conjunto de todos los miembros de la familia.

Conversé con la psicóloga y pedagoga especializada en niños, Ligia Romero, quien compartió algunas recomendaciones para abordar adecuadamente este tema con los niños.

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No esperar una crisis. “La austeridad y ahorro es parte del decálogo de desarrollo de los niños”, señala. No se debe esperar a caer en una crisis para empezar a enseñar a los niños sobre cómo gastar menos, debe ser una tarea permanente aunque hubiera holgura económica. Así que, si cuando están en la calle te piden les comprés algo que se les antojó, no siempre ceder. Si lo hacés le estarás enseñando que siempre podrá tener lo que quiera y bien sabemos que la vida real no es así. Eso deben aprender desde pequeños.

Hablar con la verdad. Cuando se enfrenta una dificultad económica hay que hacérselo saber y más si se requerirá de medidas más extremas como cambios de colegio, retiro de actividades extraescolares o recreativas. La especialista señala que en los niños más pequeños (edad preescolar) la ventaja es que a esa edad el apego es más dirigido hacia los padres y no hacia objetos, por lo cual no debe tenerse miedo a decir NO a sus deseos materiales. Debido a que comprenden menos del tema, sufrirán menos por la nueva realidad.

En el caso de los niños más grandes (niños de primaria) se debe abordar con franqueza el tema e involucrarlos: enseñarles que hay facturas que pagar y pueden colaborar en reducir gastos con tareas sencillas como apagar luces que no se utilicen, desconectar aparatos, entre otros.

En el caso de las compras, hay que mostrarles que se van a satisfacer sus necesidades y no los deseos. Si al niño se le habla con claridad sobre la nueva situación comprenderá que por un tiempo no se podrá comprar eso que tanto le gusta, pero que es un esfuerzo que dará frutos.

“Siempre se puede hacer el cambio, pero hay que hablar mucho con el niño, porque es un proceso de reeducación”, aconseja la psicóloga.

Y a “hablar mucho” se refiere a que debemos comprender que este proceso no será de una sola conversación, sino algo del día a día.

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Enseñar a ahorrar. Esto es elemental siempre, pero más en tiempos de crisis. Por lo general comprenden mejor en qué consiste este hábito de siete años en adelante. Empiecen con los pequeños vueltos, luego definiendo pequeños pagos por tareas sencillas en el hogar y más adelante hasta pueden ahorrar la reducción del consumo que se vaya logrando.

Por ejemplo, si el recibo de energía es de 700 córdobas y se le pidió la tarea de ayudar a reducirlo, si el recibo baja a 500, los 200 de diferencia serán parte de su ahorro.

Cambiar hábitos en conjunto. Si ahora tenés menos disponibilidad de ingresos, o necesitás urgentemente salir de deudas, toda la familia debe colaborar en cambiar los hábitos de consumo y recreación; buscar alternativas gratuitas o más baratas, por ejemplo.

“No hay que acostumbrarles a que siempre lleven dinero (al colegio), que lleven su lonchera… Independientemente de la condición laboral y económica”, aconseja adicionalmente la psicóloga Ligia Romero. Si esto se convierte en un hábito, se reducen las probabilidades de que las comidas fuera sean un agujero financiero cuando sea adulto.

Recordemos que la forma en que criemos a nuestros niños será directamente proporcional al tipo de adultos que serán; por tanto, si no querés que de grandes pasen por los mismos problemas de dinero que vos, debés hacer cambios ya.

(*)Autora del blog de finanzas personales www.delepesoasuspesos.com.
Correo electrónico: [email protected]

Economía Dele peso a sus pesos archivo

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