La Resolución de La Haya que dispone “indemnizar inexistentes daños a un banco de arena del río San Juan al que los ticos llaman isla calero”, es una interpretación vulgar y absurda que rechazo sin cobardía pues donde hay miedo, no hay progreso.
La copia del texto original nicaragüense del Tratado Matus-Pacheco-Coronel de 1896, fue introducido en mi cartapacio por travesura del recordado amigo Alejandro Bolaños Geyer, el 5 de septiembre de 1988 (29 años atrás) y 142 aniversario de la primera acción en San Jacinto. Compartíamos el cubículo de investigadores en la Biblioteca del Banco Central y me regaló un ejemplar dedicado de su libro William Walker el predestinado de los ojos grises.
Por este Tratado se pretendía habilitar la salida al mar del caudal del río San Juan hacia el Mar Caribe y los costarricenses debían aportar 500,000 pesos oro para esta obra y pagar el 10 por ciento adicional de lo que gastara Nicaragua de más. Se trataba de recuperar el desaguadero por la Boca de San Juan o el Brazo del Colorado. ¿Cuánto dinero es ahora?
El texto o copia original del Tratado estuvo en mi poder 17 años, pero dispuse asegurarlo entregándolo al Centro de Historia Militar de la Comandancia General del Ejército, el 15 de noviembre del 2005, al coronel Ricardo Wheelock. Este me entregó una nota de agradecimiento por el Tratado y el texto original del Primer Reglamento Disciplinario del EPS, elaborado en la Auditoría Militar, que imprimí y llevé a la Asamblea Nacional.
El tratado es resultado de los preliminares del siglo XIX: (Buitrago-Oreamuno 1838). (Marcoleta-Molina 1854), (Juárez-Cañas y Martínez-Cañas-Cuadra de 1857), (Jerez-Cañas y Martínez-Mora 1858), Zepeda-Zeledón-Volio 1861), “Convención para habilitar uno de los ríos Colorado y San Juan” (Zelaya-Volio 13/07/1868), “Convención Adicional relativa a las Mejoras de los Ríos Colorado y San Juan (Rivas-Esquivel 1868), dos Tratados y una Convención (Zelaya-Volio 1868), “Tratado Sobre Desviación de las Aguas del Río Colorado” (Montealegre-Jiménez 1869), otros 17 Tratados y Convenciones sobre la canalización, Telegrafía, Arbitrajes, Paz y Amistad, trazo de línea divisoria etc. Hasta llegar al 26 de abril de 1898 al “Tratado de Paz y Arbitraje” suscrito en el buque de guerra USA “Alerta” el Tratado Coronel-Matus-Pacheco que entregué nada tiene que ver con este, ignoro su ubicación actual y no lo sigan buscando en mi casa porque no lo tengo, ni lo vendería.
Señores: canciller y embajadores de Nicaragua ante La Haya: ¿Acaso conocen este Tratado para imitar a don Vicente Quadra y defender a Nicaragua? ¿Cómo pueden representarnos con propiedad si no tienen este documento? Ninguno de los representantes en La Haya resulta ser especialista en Derecho Ambiental, ni conocer los animales, ni sus nombres comunes, ni los científicos de las especies de flora y fauna del ecosistema fluvial.
El colmo es no haber respondido a los jueces cuando estos preguntaron qué eran loras, lapas y pericos. —¡Son animales que hablan! —dijo un nica. —Siga hablando —dijo el juez.
Los doctores Luis Pasos y PJCh no llegaron a conocer tanta infamia. Aunque nos advirtieron al publicar la carta del Ministerio de Obras Públicas de Somoza sobre la desviación de las aguas del río San Juan hacia Costa Rica por las siete tuberías y la represa tica del Arenal para sus proyectos hidroeléctricos en la edición de LA PRENSA del 18 de septiembre de 1973.
El río Colorado no existe. Señalen el nacimiento y un solo afluente de este. (No lo tiene). Este brazo es una de las tres bocas del desaguadero o delta del San Juan. Lo que existía hace dos siglos en Guanacaste era el crique Jiménez que corría un trazo paralelo al San Juan y el límite con los ticos estaba en el río el Salto a 50 millas.
Muchos no conocen el Canal de Moín formado con las aguas del río San Juan. Ni se imaginaron que el año pasado el vecino inauguraría la hidroeléctrica La Reventazón, que abastece el 97 por ciento de la energía de Costa Rica. Y las aguas de San Juan que mueven esas turbinas están siendo desviadas al Lago Gatún para llenar las esclusas del recién ampliado Canal de Panamá para supertanqueros cisterna y barcos de última generación. Embajadores ante La Haya: Admitir un daño inexistente e indeterminado es un absurdo jurídico, admitir que existe desproporción en la cuantificación de daños, es de pendejos, pues se está admitiendo que este daño existe, y es negar nuestro derecho soberano y sumo imperio sobre las aguas nacionales del río San Juan.
“La frontera entre Nicaragua y Costa Rica será siempre la margen derecha de las aguas del Río hasta donde este sea navegable”. Hoy río San Juan es navegable por accesión inducida por Costa Rica, hasta la bahía de Moín en Punta Limón. Los territorios costeros del Caribe ocupados por Costa Rica en la margen este o Caribe de Moín, en Punta Limón, hasta Cabo Gracias a Dios, son nicaragüenses por accesión inducida por la desviación de nuestras aguas.
Entristece la falta de estudio entre los abogados. Algunos necios atribuyen al presidente y al comandante Edén Pastora, errores en el dragado. (¿Cual isla? ¿Cual daño?). Estos dos hombres luchan por nuestra salida al Caribe, pero los torpes callan ante el cinismo tico de destruir el río, robar nuestras aguas y todavía pedir indemnización por daños inexistentes, nuestros “ambientalistos” quieren volver a La Haya por más salario y viáticos, cuando lo que debemos buscar todos aquí es la salida al Caribe y demandar inmediatamente a Costa Rica la entrega de nuestros territorios caribeños ganados por Nicaragua hasta Punta Limón al sur, por la acreción inducida de territorios costeros por la desviación de nuestras aguas.
Recuerden: Nicaragua limita por el Caribe: Al norte con Honduras en Cabo Gracias a Dios; y al Sur con Costa Rica en la había de Moín, Punta Limón. Walt Disney enseñó a hablar a los animales, pero no sé que les diera clase de Derecho Ambiental a los abogados nicas en La Haya.
¿Dónde carajo se encuentra este tratado?… ¿Cuál es su estado? ¿Fue ratificado?
El autor es abogado e historiador.
