El mercado municipal Rigoberto López Pérez en Jinotega luce desordenado, muchos tramos se encuentran vacíos, hay vendedores en espacios no habilitados para tal fin y sigue en veremos la construcción de la terminal, donde también hay montones de comerciantes.
El desorden en la terminal de buses ha propiciado robos y accidentes, pues la calle está congestionada de vendedores en las aceras y alrededor de donde se ubican los buses.
La basura y la ubicación de los contenedores de desechos en los alrededores del mercado han sido un problema serio para comerciantes, sobre todo para el área de comedores, verduras y carnes.
“Aquí el hedor es insoportable, esa basura pasa días llenándose, la gente se sube para ver qué hay de bueno, tiran lo que se recolectó fuera del contenedor y nadie dice nada”, mencionó Josefa Fernández, quien tiene una venta de carne asada en el sector más vacío del mercado.
Fernández explicó que varios de los comerciantes de este “sector olvidado del mercado” han tenido que pagar seguridad, pues tanto de día como de noche está rodeado de alcohólicos y drogadictos.
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Un exconcejal de la Alcaldía comentó que la construcción del mercado tuvo un costo alto y originalmente se planteó crear un edificio de manejo de desechos pero el diseño se cambió. Insistió que una manera barata de mitigar el problema de la basura es enmallar la zona y mantener personal permanente que mantenga aseado el mercado.
Recientemente el alcalde Leónidas Centeno, la junta directiva del mercado y transportistas acordaron que en marzo iniciaría la construcción de la terminal con un costo de medio millón de córdobas .
La terminal se construirá en el terreno ubicado entre el sector de carnes y sector talabartero, en donde están ubicados los comerciantes que llegan a vender en sus vehículos.
“Ojalá que con este proyecto ya se acabe todo el comercio ilegal mal ubicado, nosotros hemos sido afectados por años con todos esos tramos alrededor de los buses, porque ahí nomás se baja la gente a comprar, eso sin contar a los que se nos ponen diario aquí enfrente”, mencionó Juan Martín Herrera, uno de los concesionarios de tramos afectados por los comerciantes que llegan diariamente enfrente del edificio de verduras.
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2012
terminó la construcción del mercado de Jinotega, con un costo de 892 mil córdobas, obtenidos a través de un préstamo con una entidad bancaria. El proyecto se dividió en dos etapas y se construyeron 373 módulos. Sin embargo más de sesenta no son utilizados para comercio.
Han pedido ser reubicados
Fausto Bécker González llega a las 6:00 a.m. y vende sus verduras al por mayor y menudeada hasta las 9:00 a.m. cuando el encargado de la intendencia del mercado les pide que se retiren.
González dice que está consciente del problema que causan a los vendedores de los cubículos internos del mercado, sin embargo asegura que ellos han pedido ubicarse en otro lugar mejor acondicionado pero no han tenido respuesta.
“Bueno, quitándonos de aquí para la construcción (de la terminal) no sé dónde nos van a ubicar, solo espero que nos acondicionen un lugarcito, porque a pesar que estamos de ilegales a como nos dicen los concesionarios, nosotros necesitamos un lugar donde tanto nosotros como el producto que vendemos se mantenga sin asolear, empolvar o remojar, que es lo que hemos aguantado”, dijo Leopoldo Araica, comerciante de la zona donde se construirá la nueva terminal.
“Creo que varios de nosotros hemos pedido porque nos han echado hasta la Policía, que nos cambien de lugar, allá al fondo no tienen nada, solo las bodegas, es un rincón de balde que nunca nos quisieron dar para dejar de pelear a diario con los de los tramos”, dijo.
Wilfredo Lanzas es otro que se pregunta dónde serán reubicados porque no se les ha dicho qué cambios harán en la zona. Comentó que al igual que los comerciantes que se han expandido por esquinas y calles de Jinotega tienen permiso de la Alcaldía para ubicarse de acuerdo al mensaje de la hoy vicepresidenta Rosario Murillo, la cual dijo en un discurso que todos tenían derecho a trabajar.
LA PRENSA quiso conocer detalles de la construcción de esta nueva terminal y de qué planes de ordenamiento hay en este mercado pero funcionarios de la Alcaldía se negaron a dar entrevistas aduciendo que solo el alcalde puede tocar el tema. Dijeron que este no se encontraba en el sitio.
La construcción del mercado municipal Rigoberto López Pérez se dividió en varias etapas y la última sería la construcción de la terminal.
“Aquí la gente que espera se sienta en el piso o trata de hacerse en las orillas donde no hay basura ni hedor cerca, porque si se queda de pie al lado de los buses los comerciantes casi lo botan”, dijo Miriam Valencia, usuaria del transporte.
Observó que muchos tienen sillas y escaleras especiales para ofrecer a los pasajeros y que estos se sienten mientras esperan su unidad, pero esta no es la solución.
Módulos vacíos
A pesar de que afuera del mercado hay montones de comerciantes que ofrecen sus productos sin condiciones, las autoridades municipales de Jinotega no han hecho mucho para ordenar esta situación, tomando en cuenta que dentro del centro hay varios módulos vacíos, cuyos beneficiarios prefieren alquilar para ser ocupados como bodegas, otros los cierran para vender afuera aduciendo que dentro no se vende.
600
comerciantes se registraban cuando fue inaugurado. Hasta el 2015 aumentaron a 1,200 comerciantes que ya estaban a los alrededores en cubículos improvisados de madera o con canastos a la intemperie. En 2017 son más de 2,000 comerciantes en el mercado y alrededor de este.