Las organizaciones de mujeres de Nicaragua anunciaron su participación en el “paro internacional de mujeres”, que se efectuará por segundo año el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Según Fátima Millón, de la Red de Mujeres Contra la Violencia, el paro mundial surgió durante el segundo semestre del año pasado tras altos índices de femicidios que se registraban en el mundo. Esto llevó a las feministas a organizar un paro desde las redes sociales y el cual se expresó de diferentes maneras.
“Decidimos unificar una plataforma de acción para decir basta ya y seguir demandando el acceso a la justicia, a la seguridad para la vida de las mujeres”, sostuvo Millón.
Este año las mujeres han decidido continuar con sus acciones no solo por estos reclamos, sino por que se cumplan otros derechos que se están violando “y siguen siendo una deuda pendiente en el mundo”.
En Nicaragua las mujeres organizadas en estos movimientos se aprestan a participar en una marcha que Juanita Jiménez, dirigente del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), lo califica de “una cadena humana”, que saldrá frente de las instalaciones del Colegio Teresiano, en carretera a Masaya y caminarán hasta los alrededores de la Universidad Centroamericana (UCA).
Jiménez invitó a artistas y cuenta cuentos a que se sumen a su protesta.
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Entre las principales demandas que las mujeres harán durante este paro están relacionadas por la inconstitucionalidad y derogación del reglamento a la Ley 779, Ley Contra la Violencia hacia la Mujer, la apertura de las Comisarías de la Mujer, así como que las autoridades registren y sancionen el femicidio como la expresión extrema de la violencia machista tanto en los ámbitos privados como públicos.
Igualmente por la desigualdad existente en los centros de trabajo entre hombres y mujeres. “Estamos cansadas porque nuestro trabajo sea invisible no reconocido ni valorado”, dijo Millón al leer el documento de parte de los reclamos que hacen las mujeres en el país.
Ese movimiento también demanda que cese la criminalización de la acción ciudadana y de la labor de las defensoras de derechos humanos. Mencionan que el 80 por ciento de las agresiones contra las defensoras sus perpetradores son funcionarios estatales o miembros del partido de gobierno.
Igual demandan el cese a la persecución y hostigamiento contra las organizaciones de mujeres.
“Paramos para que no se siga obstaculizando la labor que desempeñamos y el acceso a recursos para la implementación de programas sociales en beneficios de las mujeres”, dice el documento de las organizaciones de mujeres .
Rabia por injusticia
Rechazamos esta farsa de democracia que esconde tanta violencia, represión, desigualdad y abuso de poder. No queremos seguir sosteniendo un sistema a costa de nuestra salud y nuestras vidas. “Parar no significa detener y ocuparnos de nosotras mismas, juntarnos con otras para protestar, pero también para reir, bailar y ser libres dejar de sostener un sistema económico que nos explota y no nos valora, darle voz a nuestra indignación y rabia por tanta injusticia que nos limitan y nos quitan la vida por el derecho de ser mujeres”, señalan en su documento .
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