Al fondo del barrio Hugo Chávez, en la ciudad de Boaco, nació un nuevo asentamiento integrado por unas 17 casas improvisadas con láminas de zinc y plástico negro, la mayoría habitadas por madres solteras que no se cansan de pedir ayuda a las autoridades municipales.
Según Tatiana Cisneros, pobladora del nuevo asentamiento, hace un año que ella y un grupo de mujeres se instalaron en el sector, aledaño al río Fonseca, pero la construcción de sus humildes viviendas es nueva, algunas incluso no se han concluido, como la suya.
“Sabemos que no podemos estar aquí, pero no tenemos tierras dónde parar nuestras casitas, en ese entonces vino el vicealcalde y nos dijo que nos iba a reubicar, porque no podemos estar aquí, eso lo tenemos muy claro, porque se contamina el río, pero no tenemos a dónde ir”, comentó Cisneros.
Piquetes de zancudos y garrapatas
En el afán de demostrar su necesidad, las madres exponen los piquetes de zancudos y garrapatas que marcan la piel de sus pequeños, muchos de ellos menores de 7 años y enfermos de tos, gripe o diarrea, producto de la precariedad en la que viven.
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La petición de los pobladores es la misma: que la alcaldesa Karla Espinoza o el vicealcalde Denis Jarquín, se presenten al lugar y les confirmen que serán reubicados.
LA PRENSA buscó la versión de estos funcionarios, pero ninguno estaba disponible.
Mientras carga a su hijo, Rosa Guzmán expone las penurias de la vida a la intemperie y recuerda que los funcionarios prometieron reubicarlos y no han cumplido.
“Si no nos resuelven no nos vamos de aquí, la mayoría de los que vivimos aquí somos mujeres solas, con nuestros hijos y se ha dicho que nos van a venir a sacar de aquí y no creo que nos tiren a la calle con nuestros hijos”, agregó Guzmán sin precisar quién los quiere sacar.
Varios pobladores han solicitado en las sesiones del Concejo Municipal un pedazo de tierra para edificar sus viviendas, pero los funcionarios han mencionado que la comuna no está cediendo terrenos, puesto que carece de ellos.
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En 2016 la comuna adquirió tres manzanas de tierra, valoradas en 90 mil dólares para la construcción del parque de ferias, pero al final no fueron ocupadas para tal fin y esos terrenos están vacíos.
Cerca del río
El problema con el nuevo asentamiento es que se ubicó a pocos metros del río, lo cual genera un foco de contaminación directo a la principal fuente de agua de los boaqueños, inconveniente que en su momento también generó el barrio Hugo Chávez.
Según los pobladores, el miércoles tuvieron una reunión con el vicealcalde y la secretaria política del barrio, Sonia Cisneros, en la cual se les aseguró que serían reubicados, pero que se tenían que ir del lugar a lo inmediato.
Ante la noticia, las mujeres que habitan en el asentamiento estallaron en llanto aduciendo que ellas no tienen otro lugar dónde vivir y por eso se tomaron ese pedazo de tierra.
Por su parte, la secretaria política del barrio pidió a los pobladores que confiaran en la palabra del funcionario. “Lo que el Frente Sandinista promete, lo cumple”, dijo.
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