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propaganda, Nicaragua, límites
Edmundo Jarquín

¿Plan de nación con exclusión?

Esta semana se han dado dos hechos políticos, de diferente envergadura pero que apuntan en la misma dirección: el Memorando de Entendimiento entre el gobierno de Ortega y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la entrevista del General (r) Humberto Ortega al periodista televisivo Jaime Arellano.

Es natural que ambos hechos, en su complejidad, generen reacciones muy diversas, pero lo fundamental es que establecen posiciones que, de gestionarse apropiadamente por todos los sectores que estamos involucrados, pondrían fin a la exclusión política que es la contracara del autoritarismo del Gobierno.

Ese proceso de exclusión ha tenido un itinerario de destrucción de la institucionalidad democrática, “el producto más rico de la revolución”, según el general (r), y en este sentido criticó la presencia de banderas partidarias que desnaturalizan la conquista histórica de tener un ejército de la nación, o impedir la presencia de periodistas en actos oficiales.

En 2016 el proceso de exclusión política escaló con la imposibilidad legal de la oposición de participar en las elecciones.

Del itinerario de abusos autoritarios de Ortega llevamos registro no solamente los nicaragüenses, sino también la comunidad internacional por los compromisos vinculantes que Nicaragua ha suscrito a través de diferentes instrumentos, no solamente políticos, sino también económicos como el Cafta y el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.

La reacción de la comunidad internacional, como la reciente resolución del Parlamento Europeo, tuvo el antecedente de la “Nica Act” que condujo a Ortega a iniciar el diálogo con la Secretaría General de la OEA, del cual forma parte el Memorando de Entendimiento que hemos mencionado.

La gran pregunta es si acaso el proceso que se ha abierto con la OEA y todos los factores nacionales e internacionales que inciden en el mismo, conducirá o no revertir el proceso de exclusión política que hemos señalado. La respuesta a esa pregunta dependerá, en buena medida, de los objetivos y mecanismos de la Misión de Cooperación de la OEA para el “fortalecimiento institucional político-electoral de la República de Nicaragua”, como se señala en el Memorando de Entendimiento. Obviamente, esos objetivos y mecanismos que están por definirse, de acuerdo con los términos del Memorando, en mucho dependerán del Informe (diagnóstico) que la OEA presentó en octubre pasado al Gobierno sobre la situación electoral. En este sentido, el conocimiento de ese Informe resulta crucial para saber si el reciente Memorando de Entendimiento forma o no parte de un camino de fortalecimiento de la institucionalidad democrática, y también para entender los alcances de la Misión de Cooperación que, como se explica, se podrá prolongar hasta las elecciones generales de 2021.

El general (r) Ortega se refirió a otro proceso de exclusión política que se da dentro del FSLN, marginando a cuadros históricos. “Yo —dijo— me siento con mi obligación ética y moral de reclamar por el sandinismo histórico, porque luchó Carlos Fonseca y luchó don Daniel Ortega en el pasado; luchó Lenín Cerna, luchó Edén Pastora y luchó Sergio Ramírez y luchó Dora María Téllez y luchó Ernesto Cardenal y luchamos todos para hacer realidad un triunfo en 1979…” Y precisamente, en el contexto de ese triunfo, señaló que “estábamos preparados, en unión, para salir de Somoza, pero no para sostenernos en el cambio…”, y claramente señaló que la división posterior al triunfo se dio porque la ideología se impuso sobre la búsqueda de un plan de nación.

Un plan de nación, que tanto necesitamos, es todo lo contrario de exclusión, y resulta indisoluble el vínculo que hay entre el proceso de exclusión dentro del FSLN, y el de exclusión de la oposición en el plano nacional. Difícil avanzar en uno sin avanzar en otro, e interactúan de manera dinámica.

El paso siguiente en cuanto al Memorando de Entendimiento son las elecciones municipales, que serán observadas por la OEA en noviembre próximo. Cabe preguntarse si en ese plazo se podrá superar la exclusión vigente y crearse las condiciones mínimas de equidad en la competencia electoral, para que las mismas sean parte de un itinerario de fortalecimiento de la institucionalidad democrática.

El autor fue candidato a la vicepresidencia de Nicaragua.

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