Odisea ciudadana
Al igual que muchos capitalinos, mi rutina diaria se enfrenta con el caos vehicular, pese a que aún no poseo vehículo propio. Pero, ¿quién dijo que el tráfico solo afecta a quienes tienen vehículos? También los peatones nos vemos afectados.
Conozco la realidad ciudadana y por mi seguridad y responsabilidad debo despertar a las 5:00 a.m. Alistarme y desayunar. Salir de casa a más tardar a las 6:20 de la mañana.
Camino muy rápido hacia la parada de buses más cercana que me queda a ocho cuadras. Tardo diez minutos en llegar a la autopista. Solo en cruzar la calle tardo cinco minutos.
Por fin me encuentro en la parada, al pendiente de que nadie se me acerque para asaltarme y atenta a la llegada del bus urbano que me lleve hacia la UCA. Las rutas pasan bastante seguido, pero eso ni me alegra, porque siempre van llenas.
Alrededor de 15 minutos debo esperar para que un bus se detenga y encuentre espacio suficiente para subir. Espero ese tiempo para evitar ir guindada en la puerta, aunque nunca puedo librarme de ir apretujada por dentro.
La distancia en cualquier otra hora se recorre rápidamente en diez minutos. Sin embargo, “la hora pico” apremia y nos castiga con largas esperas, principalmente, en las dos rotondas que debemos cruzar. Ni siquiera ver a los policías de Tránsito dando vía me mantiene tranquila. El tiempo siempre es el mismo y a veces más.
Finalmente llego a la parada de la UCA. Nuevamente, debo cruzarme y pese a que quizás ya me agarró la tarde, espero que el semáforo peatonal me dé paso antes de tirarme a los carros en cualquier parte de la autopista.
Con todo esto, seguramente, ya saben que me gustaría cambiar esta odisea ciudadana.
Susan Guillén.
Periodistas y medios
Nicaragua está quedando sin medios de comunicación independientes, el orteguismo con fondos del Estado ha comprado la mayoría. Hemos sido testigos de casos insólitos como el robo de todos los equipos de Radio La Ley, propiedad del exdiputado Santiago Aburto. El asesinato de Carlos Guadamuz libre y amenazante. El Canal 12, el último independiente, respira con dificultad. Radio Corporación, la emblemática radio que habla el lenguaje de su pueblo, sobrevive como héroe con su nada envidiable récord de ocho atentados terroristas, producto de la satánica desesperación del orteguismo por desaparecer la primera emisora del país.
LA PRENSA, al servicio de la verdad y la justicia, es referente, trinchera y símbolo de la democracia y la libertad. Su perseverancia unió los pensamientos de tres personajes de la política nacional en dos dictaduras, una de 45 años y la que aún sufrimos con 37, el sueño de Anastasio Somoza, Arnoldo Alemán y Daniel Ortega siempre fue desaparecer el periódico de la familia Chamorro.
Felicito a todos los periodistas. Son mis héroes, incluidos los de la propaganda de la dictadura, ellos también tienen familia, han leído el mensaje del doctor Pedro Joaquín Chamorro: “Cada quién es dueño de su propio miedo”. Y el Señor dice en su palabra: “No tengas miedo, sigue hablando y no te calles, pues estoy contigo, aunque te ataquen no voy a dejar que nadie te haga daño”. Hechos 13:9.
Leopoldo Villalta López.
Los que juegan con la fe y la humildad
Los hechos recientes acaecidos en el municipio de Rosita en donde una humilde mujer fue quemada en una hoguera, eso solo lo pueden realizar aquellos que juegan con la fe cristiana y la humildad de las personas.
Ese acto criminal debe de ser castigado con todo el peso de la Ley, ningún ministro de Dios manda a realizar tal barbaridad, lo que pasa es que en nuestro país y en muchos otros países cualquiera levanta una iglesia evangélica, solo basta reunir a unas cuantas personas y que salga uno más vivo diciendo que es pastor evangélico.
En lo personal conozco a personas que creo que jamás han estado en un seminario sobre Teología y se dicen que son pastores y pastoras de una iglesia. Estos falsos ministros de Dios son los que cometen las barbaridades, como la sucedida en Rosita.
Creo que a partir de estos hechos y otros que han sucedido, el Gobierno de Nicaragua y las diferentes instancias religiosas debieran de promover la elaboración y aplicación de un marco legal que ordene el ejercicio de la fe, como sucede con otras carreras como los médicos, los abogados, etc., que son regidos y regulados por la una Ley y una instancia que lleva el registro exacto de quiénes son médicos o no lo son.
Creo que es el momento de controlar esta situación para irle poniendo un alto a todos los abusos que se dan en contra de personas humildes y terminar de una vez por todas con esos falsos religiosos. Ya no se pueden permitir que personas inescrupulosas sigan jugando con la fe cristiana y con las personas más humildes.
Máximo M. Castillo (Mexicano. Excombatiente de la Contra Frente Norte FDN-ERN).
Escarnio a Jesucristo
Mientras en la gala Drag Queen de Las Palmas de Gran Canaria (España) se hizo una parodia de cobarde escarnio al Cristo crucificado representándolo como un “drag queen”, con corona de espinas y su lanza en el costado junto a una Virgen que se desnudaba, el carnaval más famoso de Italia, retrató al papa Francisco como un comunista. El personaje llevaba la gorra del Che Guevara y la estrella roja, su báculo de pastor con la hoz y el martillo, su mano izquierda con el puño cerrado, rodeado además de las figuras de Marx, Lenin, Mao y Fidel Castro. Y si bien Bergoglio se merece esta caracterización por tener todo el día el discurso de los pobres en la boca, por su filiación propopulista o por afirmar que son los cristianos los que piensan como los comunistas o que el comunismo ha “robado” a la Iglesia católica su causa, “la bandera de los pobres” etc., lo cual desdice de un pontífice católico por su falta de visión sobrenatural, la burla de los transexuales no tiene ninguna excusa. Es un odio desaforado al que es la pureza frente a su impureza, a la verdad frente a su mentira, a la luz frente a sus tinieblas. Si hay alguien digno de ser honrado es aquel que vino a dar la vida y a dejar la verdad a los hombres.
Próximos a la Semana Santa, recordemos más bien que la crucifixión del Hijo de Dios fue el momento más dramático de la historia humana, del cual pendía de un hilo nuestro paso al reino eterno. Si, en cambio, hay a quien le parece que es un motivo de burla grosera, entonces es que se identifica con los perversos que hicieron de la crucifixión de Jesucristo un espectáculo para alimentar su soberbia y su desprecio, y ni siquiera tomaron en cuenta que una madre moría de dolor junto a su hijo al pie de la cruz. Pero entender que ese sacrificio fue la mayor explosión de amor que se ha derramado jamás sobre la Tierra, no está al alcance de todos. Y mucho menos, el agradecerlo.
María Ferraz, Barcelona, España.