Cuando se nos quiebra un brazo visitamos al ortopedista, si nos duele un diente buscamos un dentista, pero si tenemos un problema emocional, difícilmente buscamos a un psicólogo o psiquiatra por miedo a los tabús de una sociedad que etiqueta a las personas como “locos”. Es por eso que es necesario más educación para romper aún más este estigma.
Cuando pasamos por situaciones difíciles en la vida, como la muerte de un ser querido, divorcio, desempleo, cambios bruscos, etc., vivimos el proceso de duelo y creemos que estamos bien porque sentimos que nuestras heridas emocionales dejaron de sangrar. Sin embargo los traumas no sanan únicamente con el tiempo, al contrario, esto resurge en la vida cuando tengamos un nuevo episodio de dolor.
Imagínese qué pasaría si entrara una bala a nuestro cuerpo y solo nos pongamos una cura, esto va a dejar de sangrar, pero dentro de nosotros hay algo que no está bien y en cualquier momento puede ser fatal.
Todo trauma no atendido puede llevarnos a depresiones y la depresión nos puede llevar a la muerte.
La Organización Mundial de la Salud, en febrero del 2017, hace una nota descriptiva donde cita lo siguiente:
—Cerca de 800 mil personas se suicidan cada año.
—Por cada suicidio, hay muchas más tentativas de suicidio cada año. Entre la población en general, un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante.
—El suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años.
—El 75 por ciento de todos los suicidios se produce en países de ingresos bajos y medianos.
—La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio en todo el mundo.
Cuando miramos a nuestros jóvenes con signos depresivos, como pasar mucho tiempo encerrados, no quieren bañarse, se enojan muy fácilmente, padecen de insomnio, dejan de tener amigos, se aíslan de la familia, no quieren salir, tristeza, ganas de llorar, cansancio, etc., muchas veces pensamos que es parte de la etapa y que con el tiempo se les va a pasar, sin embargo esto no es así, es necesario poner especial atención a todas estas señales que pueden llevar a un joven a una depresión y por ende a un suicidio.
Si usted está pasando por alguna depresión, aquí tiene algunas recomendaciones:
1. Esté atento a los signos de depresión y no dude en buscar ayuda profesional.
2. Trate de programar su mente en positivo. Usted es el único dueño de sus pensamientos.
3. Haga ejercicios como: caminar, correr, andar en bicicleta, etc.
4. Haga cambios de hábitos, remodelar un poco el entorno, busque a las amistades.
5. Velar por la buena alimentación en el horario y tipo de comida.
6. Busque en su álbum, fotos donde se sintió verdaderamente feliz y escriba lo que sentía en esos momentos, y trate de ponerlo como que lo está sintiendo ahora.
7. Rodéese de personas positivas, manténgase lejos de personas tóxicas y destructivas.
8. Si no tiene acceso a un especialista, no deje de hablar con alguien de lo que siente.
Todos estamos expuestos a sufrir depresión, pero de cada uno depende ser parte de las estadísticas, o parte de la solución.
La vida es una y una vez que se va, no regresa, no nos permitamos vivir tristes, infelices o con dolor. Usted puede cambiar eso.