Tres exfuncionarios del Gobierno de Guatemala que eran responsables de un albergue de menores donde hubo un incendio que dejó al menos 40 muertos fueron detenidos este lunes, informó el Ministerio Público.
Los arrestados son el extitular de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, Carlos Antonio Rodas Mejía, la exsubsecretaria Anahí Keller y el exdirector del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, Santos Torres, quienes salieron de esos cargos tras la tragedia, que ocurrió el pasado miércoles. Según los primeros indicios, las jóvenes afectadas, de las cuales hay 12 hospitalizadas, estaban encerradas bajo llave en una pequeña aula y originaron el fuego para protestar por las violaciones y agresiones que sufrían.
Los exfuncionarios, que fueron puestos a disposición judicial, están acusados de los delitos de “homicidio culposo, incumplimiento de deberes y maltrato contra personas menores de edad”, según las órdenes de captura emitidas por el Juzgado de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente para Diligencias Urgentes de Investigación.
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Rodas, quien tenía tres meses en la Secretaría de Bienestar Social, renunció este mismo lunes a su cargo para contribuir con la investigación, mientras que Torres fue destituido el mismo día del incendio, según anunció ese día el presidente guatemalteco, Jimmy Morales. El mandatario, quien ya ha asumido la responsabilidad del Estado por la tragedia, pidió apoyo a las autoridades federales de Estados Unidos para investigar las causas del siniestro.
No hay instituciones para investigar incendios
En Guatemala “no se tiene ninguna institución especializada en investigar incendios”, argumentó Morales, al precisar que se solicitó ayuda al Buró Federal de Investigaciones (FBI) para “llegar a determinar el origen del fuego, hacer una investigación transparente y profesional”. Una de las líneas de investigación que sigue la fiscalía señala que las niñas estaban encerradas en una habitación como castigo por un intento de fuga y que, en protesta, incendiaron un colchón.
Cuestionado sobre ello, Morales dijo el pasado viernes en una entrevista que en el albergue “se tomó la decisión de separar a todos los niños y adolescentes para que no estuvieran hombres y mujeres juntos (…) y evitar agresiones entre sí (…). Estuvo bajo las medidas de seguridad necesarias, incluida la llave”. En el lugar del incidente murieron 19 de las menores y desde entonces la cifra de víctimas mortales ha aumentado a 40. De las jóvenes hospitalizadas, 7 fueron trasladadas a Estados Unidos.