Terminal de la UCA
Está en el centro de Managua y es el nodo de mayor importancia en Nicaragua. Cada vez que hago uso de esa terminal al viajar a León, El Crucero, Diriamba, Jinotepe, Masaya o Granada, no deja de sorprenderme su estado lamentable, y cómo este se perpetúa y declina con el paso del tiempo.
Es un lugar de mucha afluencia de pasajeros, dado que muy cerca están la Universidad Centroamericana, la Universidad de Ingeniería y la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Aun así, con tantos estudiantes y profesores de Sociología, Psicología, Derecho, Administración, Antropología, Urbanismo, Ingeniería de tráfico, civil e industrial y tantas otras profesiones, la terminal carece de cuido, orden, limpieza, inteligencia, sentido común y decencia.
Apenas voy entrando, soy recibido por una calle llena de baches y polvo, invadida por la venta ambulante, y con una tropa de ayudantes que supuestamente llaman, yo diría hostigan, a los pasajeros.
Allí donde salen y entran miles de vehículos al año, la calle es una basura, polvosa, llena de cráteres por donde pasan lentamente los vehículos cargados de pasajeros todos los días. No hay señalización, ni policías, ni vías. Es un caos completo y un desprecio a muchas de las normas de urbanismo.
Al final de la terminal, a la salida, hay un patio de venta de materiales de construcción. Es uno de los factores que más contribuye a la ineficiencia del tráfico y la contaminación del aire. Allí faltó la inteligencia y el buen diseño, y triunfó el yoquepierdismo, la mediocridad y hasta la mezquindad.
Sería bueno que se involucraran los estudiantes y profesores de Ingeniería para que hagan de la terminal su proyecto de campo. Allí hay muchos retos para la Ingeniería en muchas de sus ramas. Sería una buena práctica donde se necesita mucho la inteligencia y el buen diseño.
Los estudiantes de Sociología, Psicología y otras ciencias sociales podrían estudiar este fenómeno de que la gente ve, y no ve, los desastres, la basura, el descuido. Y pasan décadas y lo malo es tomado como normal, como parte del costo de vivir. Que ayuden a entender y sobre todo a cambiar, la apatía que hace que lo malo, lo mediocre y lo sucio, se perpetúen.
Invito a las autoridades de alto nivel, con poder de decisión y ejecución, a caminar por la terminal de la UCA. Tomen conciencia de las muchas mejoras que se pueden hacer y de los grandes beneficios materiales y espirituales que se pueden obtener para la comunidad.
Están la vicepresidencia, las universidades, la Alcaldía de Managua y el Ministerio de Transporte e Infraestructura. Suficiente poder como para mejorar radicalmente ese nodo importante de nuestra red de transporte.
Como dijo el cantor Silvio Rodríguez en una famosa canción: “Ojalá pase algo…”.
“Conservar es trabajar por lo que debemos dejar a nuestros hijos, y a los hijos de nuestros hijos, y a…”
“Conservar es amar”.
César Robelo Callejas. Ingeniero eléctrico.
¿A quién le corresponde poner el cascabel al gato?
Las calles de Managua a diario se ven cubiertas de sangre, la irracional actitud de taxistas, buseros y motociclistas no da lugar al menor asombro, los medios de comunicación se encargan de que el hecho se perciba como ordinario y cotidiano y el Minsa está por declarar los resultados como muerte natural; solo en ocasiones, cuando las muertes superan la media, se levantan voces preocupadas que piden contener el ritmo de los accidentes, entre ellas la Iglesia, los pastores, algunas organizaciones civiles, políticos, ONG y por supuesto la Policía.
Todos piden prudencia, todos hablan de educación vial, de educación peatonal, de reformar la Ley de Tránsito, pero nadie, absolutamente nadie, habla de la relación entre las estructuras de poder y el ciudadano, de las funciones de las instituciones estatales; nadie habla de la violencia que ejerce el comercio a través de la publicidad en contra del individuo, y la Policía asombrada en sus informes señala que la ingesta de alcohol es la principal causa, pero nadie dice que hay que acabar con la promoción de rones, cervezas, tequilas, vodka y whisky en las pantallas de los televisores y en las vallas publicitarias en calles y caminos que a diario transitamos; quién se atreve a cuestionar las producciones cinematográficas de Hollywood, que como suero intravenoso nos recetan siete películas seguidas de Rápido y furioso, donde sin el menor sentido de responsabilidad se infringen las leyes del buen conducir, fomentado por el deseo de acaparar y acumular dinero y, que en Managua los taxistas, buseros y motociclistas ponen en práctica, sin que nadie, ni siquiera la Policía, los pueda detener.
A qué institución le corresponde contener la basura del comercio recreativo, que a diario invade nuestros hogares con series y películas donde los malos son los héroes y la gente humilde del pueblo sus víctimas; quién podrá poner freno a la burla que se hace de las autoridades, por la ineptitud de atrapar a los “bandidos” en las series de narcotráfico, trata de personas, órganos y armas.
¿Quién, el Mined? ¿Quién, la Policía?
¿Qué hace la Policía? La Policía está en acecho a escondidas para aplicar la multa, su actitud no es de prevención, sino el de aprovechar oportunistamente el desliz de conductores desesperados que se tiran la roja, el alto, que no ceden el paso e invaden carril; pero no de manera indiscriminada sino selectiva, a los vehículos particulares que consideran fuentes de ingreso económico; por esta razón se ubican después y no antes de las señales de tránsito, después del semáforo, en la bocacalle del alto, esperando a que se cometa la infracción; si se ubicaran antes, a la luz del sol, se evitarían las multas y eso es algo que no va —al parecer— con la política económica de la institución.
Me sorprende cómo el policía se ubica estratégicamente en lugares donde no hay señales de tránsito y en virtud de orientar la circulación de manera correcta para que no hayan accidentes ni ningún otro tipo de suceso, se esconde para atrapar al ingenuo conductor que no logra descifrar la vía conveniente y surge como por arte de magia, con su boleta en mano, para aplicar la multa; no hay argumento que valga, puesto que la ignorancia no es justificación para incumplir la ley, y más, cuando dolosamente la Alcaldía no cumple con sus funciones.
Por último, la Policía no puede ser juez y parte, y estoy de acuerdo con algunas voces que sugieren Juzgados Civiles para resolver situaciones imprecisas entre conductores y policías.
Silvio Araica.
Reseñalizar diseño del carril
Diariamente paso por la Rotonda los Encuentros en la entrada a Chinandega donde me he dado cuenta de dos grandes fallas que tiene la misma. La primera son las cadenas de postes de concreto construidos alrededor de la acera de la rotonda, las cuales están muy pegadas a la calle, esto no permite margen de error si un cabezal al no calcular bien la vuelta se monta en la acera, esto generalmente es muy común y lo que ocurre es que la rastra impacta uno de ellos arrancándola de su base y como están encadenados se lleva uno o dos más ocasionando daños al vehículo y la propiedad. La mayor parte de estos postes ya han sido destruidos y reemplazados nuevamente, una solución sería moverlos a la parte interna de la acera de la rotonda.
La segunda falla que he notado es la mala señalización que existe ya que hay dos carriles que entran de cualquier lado a la rotonda, pero solo uno (el izquierdo) es para seguir recto, tomar izquierda o retornar y el carril derecho solo para hacer derecha, sin posibilidad de seguir recto en ese carril. Esto hace un uso ineficiente de la rotonda lo cual genera más atraso al atravesarla. La solución sería reseñalizar el carril derecho para poder hacer derecha y también poder seguir recto. Este cambio no afectaría para nada las reglas de uso de las rotondas ya que así están diseñadas otras en Managua.
Diego Jerez Argüello.