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Michel Temer, presidente de Brasil. LA PRENSA/EFE

Michel Temer, presidente de Brasil. LA PRENSA/EFE

Economía brasileña ensaya mejoría

La economía brasileña, tras dos años de aguda recesión, ensaya una tibia recuperación que dependerá del curso de la crisis política causada por la corrupción en Petrobras, a la que ahora se suma el escándalo de la carne adulterada.


La economía brasileña, tras dos años de aguda recesión, ensaya una tibia recuperación que dependerá del curso de la crisis política causada por la corrupción en Petrobras, a la que ahora se suma el escándalo de la carne adulterada.

En los últimos días, el Gobierno del presidente Michel Temer ha tenido una sucesión de buenas noticias en el área económica, que si bien no bastan para consolidar una recuperación, pueden sugerir que la recesión empieza a ceder y la confianza de los inversores mejora.

El optimismo que desde hace algunas semanas intenta transmitir el Gobierno se tradujo en datos concretos el pasado jueves, gracias al éxito de una licitación convocada para conceder las operaciones de cuatro aeropuertos a la empresa privada.

Subastas similares habían sido suspendidas o declaradas desiertas en el último año, pero esta vez firmas de Francia, Alemania y Suiza apostaron fuerte y superaron las expectativas del propio Gobierno.

Adjudican operaciones
de aeropuertos

Los concursos eran para las operaciones de los aeropuertos de Porto Alegre, Fortaleza, Salvador y Florianópolis, que finalmente fueron adjudicadas por un valor total de 3,720 millones de reales (unos 1,200 millones de dólares), 23.42 por ciento más alto de lo que esperaban las autoridades.

La alemana Fraport, que operará los aeropuertos de Porto Alegre y Fortaleza, la francesa Vinci, que se adjudicó el de Salvador, y la suiza Zúrich International Airport, que venció en la subasta de Florianópolis, se comprometieron además a invertir en los próximos años un total de 2,133 millones de dólares.

También esta semana la agencia Moodys varió la perspectiva de la calificación de la deuda soberana de Brasil de negativa a estable, en la que fue la primera corrección favorable al país en los últimos dos años.

Según Moodys, la economía brasileña muestra “señales de recuperación, un descenso de la inflación y una perspectiva fiscal más clara”, con lo que disminuyen los riegos y se estabilizan las condiciones macroeconómicas del país.

Las acusaciones de la constructora brasileña Odebrecht sobre los sobornos que ha admitido haber pagado ha implicado a varios gobernantes y exgobernantes latinoamericanos. LA PRENSA/AFP

Mínima creación de empleos

Esas mejores perspectivas económicas también llevaron a que, por primera vez en casi dos años, en febrero pasado haya aumentado, aún en forma casi mínima, el número de puestos formales de trabajo.

Fue una mejoría casi imperceptible, pero las 35,612 plazas de empleo creadas en febrero rompieron un ciclo de 22 meses de datos negativos y alentaron tibias esperanzas en un país con 13 millones de trabajadores en el paro.

Esas pocas novedades bastaron para reafirmar los pronósticos de los analistas del sector privado respecto a una ligera recuperación de la economía para este año, tras haber acumulado una contracción superior a 7 puntos porcentuales entre 2015 y 2016.

La mayoría de las previsiones apunta a que 2017 cerrará con un crecimiento en torno a 0.5 por ciento, aunque algunos analistas y firmas financieras, como la propia Moodys, elevan esa proyección a 1 por ciento.

Filetes

Aún hay dudas

Las dudas, sin embargo, persisten tanto en el ámbito económico como en lo político. En el primer caso, la incertidumbre viene de una investigación policial que descubrió una banda dedicada a adulterar carnes, lo que ha sembrado dudas sobre la calidad de la industria alimenticia del país, una de las más importantes del mundo.

Brasil es el mayor exportador mundial de carne bovina y de pollo, el cuarto en el segmento de cerdos, y las ventas externas de esos tres sectores representaron el año pasado el 7.2 por ciento de ese comercio, con 11,600 millones de dólares.

El Gobierno ha admitido que el escándalo puede repercutir en los mercados externos y, de hecho, los principales compradores de carnes brasileñas han exigido explicaciones sobre el asunto, cuyo impacto en el comercio aún es incierto.

En el frente político, las dudas nacen en la repercusión que pueda tener la inminente divulgación de los testimonios dados en el marco de un acuerdo de cooperación judicial por 77 exdirectivos del grupo Odebrecht sobre la corrupción en Petrobras.

Según información obtenida por la prensa local, el contenido de esas declaraciones implica al menos a seis ministros de Temer, quien también pudiera resultar salpicado por el escándalo, lo que pudiera llevar a que la crisis política vuelva a contaminar a la economía, en momentos en que se ensaya una tibia recuperación.

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