¿Por qué no se unen los dos bloques de la oposición ante la disyuntiva de ir o no ir a las elecciones municipales? Es demasiado simple: porque ambas posiciones de la oposición sobre el tema electoral son mutuamente excluyentes… o se va a elecciones municipales o no se va y se llama nuevamente a la abstención.
Ciudadanos por la Libertad ha optado por organizarse a nivel nacional desde hace cuatro meses para estar listos en caso de decidir ir a elecciones municipales, lo que parece ser ahora más probable con la confirmación de que serán observadas por la OEA, lo que haría sumamente improbable que volvieran a ser fraudulentas como las del 2008 y el 2012, ya que haría demasiado alto su costo político al régimen de Ortega.
El domingo pasado el movimiento Ciudadanos por la Libertad llenó su último requisito legal para convertirse en partido, al realizar en Managua su primera Convención Nacional con el fin de aprobar sus principios, estatutos y elegir por tres años su primer Comité Ejecutivo Nacional.
Participaron 320 de los 386 convencionales aptos a nivel nacional con la observación de delegados del Consejo Supremo Electoral y se eligieron en forma unánime a los 13 miembros que conforman el Comité Ejecutivo Nacional, el cual decidirá oportunamente, una vez obtenida formalmente la personería jurídica, si participar o no en las próximas elecciones municipales.
Particularmente yo pienso que se debe participar en elecciones observadas con el compromiso del secretario general de la OEA, Luis Almagro. Si me dicen que me debo de unir con un opositor que sostiene que no hay que participar, yo les digo que es imposible, porque las dos posiciones son autoexcluyentes: o se participa, o se llama a la abstención.
En su discurso del pasado domingo durante la Convención, la recién electa presidenta de Ciudadanos por la Libertad, Kitty Monterrey, tendió la mano a todas las organizaciones que quieran oponerse cívicamente al régimen de Ortega, para que a nivel municipal, es decir en los 153 municipios se unan en la casilla que seguramente tendrá el partido CxL y proponga a sus mejores líderes locales para encabezar la lista de alcaldes y concejales.
Además autorizó a todas las directivas de Ciudadanos por la Libertad en los 153 municipios para que hagan alianzas a nivel del territorio con quienes así lo deseen, cito tres párrafos: “Los invitamos a unirnos a hacer realidad nuestros ideales, prevaleciendo frente a quienes predican la violencia y la desesperanza”.
“Con esta visión, serán ustedes quienes habrán de decidir con quiénes hacer alianzas y con quiénes trabajarán en el territorio, haciendo todo lo necesario para derrotar al Frente Sandinista y reabrir los caminos de libertad y prosperidad que hoy nos están siendo vedados”.
“Hoy Ciudadanos por la Libertad abre sus puertas al diálogo en cada municipio del país, con todas las organizaciones y sectores que deseen sumarse al esfuerzo conjunto indispensable para derrotar al dogmatismo y al totalitarismo”.
Dicho esto, está claro que los movimientos que de previo han tomado la opción de no participar llamando a la abstención, no pueden ir unidos con quienes optan por participar. Estos movimientos no se han organizado para participar; sino para denunciar usando los medios de comunicación para tal efecto, pero tampoco han demostrado su fuerza más allá de los titulares.
Entonces el dilema está planteado para el nuevo CEN del nuevo partido: ¿se unirán con quienes estén pregonando la no participación en los comicios municipales, o con quienes estén dispuestos a aceptar el reto cívico bajo el nuevo escenario que se ha abierto con la acordada observación de la OEA?
El autor es periodista, ex ministro y ex diputado.