Editorial / Fabián Medina Sánchez
Aquí estamos. Por 500 domingos aquí estamos. Hace 10 años, en LA PRENSA tomamos la decisión de cambiar radicalmente nuestra oferta de lectura del domingo. La verdad muy poca gente de la que consultamos creía que este cambio era necesario. Que al nicaragüense no le gusta leer los domingos, que ese día prefiere dedicarse a hacer compras y salir a pasear y no quiere saber nada de periódicos, que así ha sido toda la vida y eso no va a cambiar, en fin, que era perder el tiempo. ¡Y en parte tenían razón!
Desde el principio del periodismo diario en Nicaragua, hace más de cien años, el domingo fue el día de la semana que menos se consume periódicos. Algo raro y propio de Nicaragua, porque si usted va a otros países verá cómo las ediciones dominicales son las más gordas y demandadas, llenas de publicidad y con tirajes mayores. Pero nuestra tesis es que no era “porque los nicaragüenses son así” sino porque los periodistas hemos dejado que eso suceda. Lo que teníamos eran ediciones de domingo que se hacían en parte con material que iba quedando de la semana y en parte con la información que un reducido grupo de turno podía procesar ese día cuando las instituciones están cerradas y los funcionarios de vacaciones.
Nuestra apuesta fue destinar un pequeño pero entusiasta equipo dedicado exclusivamente a la producción de esta revista que tomó su nombre del día en que se publica, estudiar los comportamientos de lectores y ofrecer una propuesta de lectura diferente al resto de la semana. El argumento de fondo era, no es que a los nicas no les guste leer ese día, ¡es que quieren leer cosas distintas!
El experimento dio resultados y en los reportes de circulación, o sea en la venta neta de periódicos, el domingo comenzó a salir del sótano en que estaba, el día menos leído, y pasó a ser el penúltimo, luego el antepenúltimo, luego al medio y así hasta el día de hoy donde desde hace varios años el domingo es el día más leído.
Los números indican que tenemos una lectoría fiel. Eso nos hace sentir muy orgullosos y comprometidos. Lectores que ya han integrado a sus rutinas dominicales ir al supermercado o la gasolinera para comprar el periódico porque ese día casi no hay voceadores en las calles.
Cada lunes del mundo, por la mañana nos reunimos un pequeño equipo para preguntarnos cuál es la mejor revista que podemos ofrecerle esta semana a esos lectores que nos premian con su preferencia. Gran cantidad de temas y trabajos se desechan porque a nuestro criterio no es lo que usted espera. Y aquí debo hacer una aclaración, aunque hay un equipo dedicado a la revista, que ya lo conocerán en las páginas siguientes, este es un producto de toda LA PRENSA, desde nuestros directores y jefes hasta el resto de periodistas, fotógrafos, diseñadores y demás trabajadores que nos apoyan con sugerencias, temas o críticas.
Así que aquí estamos, con nuestra edición número 500 celebrando los diez años de Domingo. Y lo hemos querido celebrar con esta edición especial dedicada al Servicio Militar obligatorio que se instaló en la década de los 80 en Nicaragua y del cual muy poco se habla. Tocamos el tema con responsabilidad histórica, desde todos los ángulos. Desde los argumentos que tiene el general Humberto Ortega, impulsor de esa ley y jefe del Ejército en ese entonces, hasta cómo vivieron los contrarrevolucionarios la incorporación de esos 150 mil jóvenes que fueron enviados a combatirlos. Desde las historias de guerra de los cachorros, hasta las historias de quienes buscaron el exilio huyendo de esa ley que los obligaba a tomar un arma.
El Servicio Militar, como verán, es una herida abierta en la historia de Nicaragua que merece ser analizada con mayor amplitud.
Esperamos que esta edición sea digna de la fidelidad que ustedes nos han demostrado, y como dije antes, un compromiso a seguir mejorando, atentos a lo que ustedes quieren leer porque la única razón de que exista esta revista son ustedes. No hay otra. Y tratar a nuestros lectores con el respeto que se merecen es nuestro trabajo y nuestra disculpa por los cien años en los que se subestimó al lector del domingo. Gracias.
Grandes portadas:
Con 10 años de archivo muchas ediciones se nos quedan fuera, pero repasamos algunas de las mejores propuestas de lectura que hemos ofrecido a nuestros lectores.
Primera portada
La Revista Domingo se publicó por primera vez el 3 de junio de 2007, como una opción de periodismo diferente para escapar de las noticias de todos los días.
Ortega
El retrato en dibujo de esta portada —otro sello de la revista— correspondió a un reportaje especial sobre cómo un “opaco e inofensivo” Daniel Ortega fue escogido para liderar un gobierno revolucionario.
Motos
En este reportaje se expuso el peligro de las motocicletas y el drama que viven las familias que pierden seres queridos por accidentes en Nicaragua. Un tema todavía muy vigente.
Poeta
Las historias humanas también son un sello de la casa. En este caso contamos la vida de Fernando Núñez, un poeta que después de dedicarse a promover la cultura de la ciudad, terminó viviendo en las calles.
Zoilamérica
Las entrevistas a profundidad son una marca de la Revista Domingo. En este caso, nuestra portada fue Zoilamérica Ortega Murillo, quien aseguró estar viviendo su segundo exilio en Costa Rica.
Arlen Siu
Todos habíamos escuchado el nombre de Arlen Siu, pero no cómo era ella, su infancia y su vida íntima. A través de familiares y amigos construimos un perfil a profundidad sobre la conocida figura revolucionaria.
Guardia
El 19 de julio de 2015 publicamos una edición especial sobre qué pasó con la Guardia Nacional en aquella misma fecha de 1979. Decidimos contar la historia desde el lado de quienes perdieron.
Grisi siknis
Este fue un reportaje a profundidad sobre el Grisi siknis, una misteriosa enfermedad que ha atormentado al Caribe nicaragüense e incluso a ciudades como León.
Mensajes de nuestros lectores
Sergio Ramírez, escritor y ex vicepresidente de Nicaragua
La Revista Domingo ha conseguido convocar miles de lectores en un día en que no hay voceadores y la gente tiene que buscar el periódico por su propia cuenta. Me parece que es porque han dado en el clavo. Una variedad de temas para entretenerse leyendo sin prisa cuando se descanse de la rutina, que para eso es el domingo.
La palabra entretenimiento no es ningún pecado, ni en el periodismo ni en la literatura. Tampoco la ligereza, de la manera en que la concebía Ítalo Calvino, todo lo contrario de la pesadez. La ligereza no es banalidad. Pero, además, hay que saber encontrar los ángulos desconocidos, la historia verdadera debajo de la superficie y es lo que mis amigos de Domingo hacen.
Explorar, revivir historias viejas, traer al papel historias nuevas. El futuro del periodismo escrito está en esa exploración inteligente de temas atractivos para el lector desocupado del domingo y también el resto de los días de la semana.
Porque los periódicos ya no informan en el papel, lo hacen en las redes. Lo sabemos todo de antemano, antes por la televisión, que ya tampoco informa, ahora por los teléfonos celulares. La información es portátil, la llevamos con nosotros donde quiera que vayamos.
Lo que se imprime, para que se lea, debe despertar el interés. La curiosidad. Ese es el secreto. El asunto está en saber contar las historias, encontrar a los personajes. Es lo mismo que pasa en la literatura. No hay que aburrir, si no el lector te abandona. En Domingo esa es una regla y lo celebro.
Gioconda Belli, escritora
Lo que empezó hace diez años como un experimento periodístico es ya, sin duda, un éxito informativo. La Revista Domingo es siempre recibida con entusiasmo y leída con avidez. Cada una de sus ediciones, reportajes investigativos y entrevistas nos ayudan a conocer mejor nuestra idiosincrasia y nuestra historia.
Mi reconocimiento y admiración por el trabajo que hace este equipo de periodistas liderados por Fabián Medina, su director, y Fabrice Le Lous, su editor. Sigan recordándonos que es domingo y que toca descansar y leer cosas interesantes. ¡Gracias!
Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua
En ocasión del décimo aniversario de la Revista Domingo del Diario LA PRENSA deseo expresar mis más cordiales felicitaciones. Ofreciendo a sus lectores interesantes temáticas de actualidad y dialogando con personalidades influyentes del momento, Domingo contribuye a que la cultura se vaya convirtiendo cada vez más en un factor de comunicación e integración en nuestro país. Que la revista siga siendo una publicación al servicio de la riqueza y del pluralismo cultural, favoreciendo la construcción de una sociedad más libre, más crítica y más humana.
Laura Dogu, embajadora de Estados Unidos en Nicaragua
Mis felicitaciones al equipo periodístico de la Revista Domingo por sus 10 años de labor y 500 ediciones. Durante mi estadía en Nicaragua he disfrutado las entrevistas y artículos variados que permiten a los lectores conocer de manera más profunda la historia del país, su idiosincrasia, su geografía, así como sus figuras destacadas y diversas facetas de la vida política, cultural y social de los nicaragüenses.
Solo con medios independientes y saludables pueden las democracias florecer. Los animo a continuar promoviendo un periodismo responsable, más profundo y comprometido con la excelencia.