El presidente de Bolivia, Evo Morales, decidió adelantar su viaje a Cuba para el próximo jueves con el propósito de someterse a una cirugía que le extraerá una tumoración benigna en la laringe, informaron este lunes dos de sus ministros.
La ministra de Salud, Ariana Campero, y el de la Presidencia, René Martínez, indicaron en una rueda de prensa conjunta que el viaje de Morales será adelantado debido a que el mandatario ha tenido una recuperación positiva de otras patologías virales y no porque exista una situación de emergencia.
Campero explicó que a Morales se le extraerá posiblemente el viernes un nódulo en la cuerda vocal izquierda en una cirugía “muy simple, muy sencilla”, que podría durar hasta veinte minutos.
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Descubierto a inicios de marzo
Morales descubrió que tenía esa afección a principios de este mes en Cuba tras ser atendido de emergencia por una complicación en su salud con una disfonía, una sinusitis y dolores de abdomen.
A su retorno de la isla, las autoridades anunciaron que Morales iba a volver para la cirugía en abril, aunque no fijaron una fecha.
“Se decidió adelantar esta operación para que con mayor prontitud pueda estar el presidente Evo retornando a Bolivia para reintegrarse a sus actividades normales”, sostuvo la ministra de Salud.
Ante insistentes consultas de la prensa, Campero reiteró que “este adelanto no está vinculado a ninguna emergencia”.
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Reposo
Tras la cirugía, Morales debe tener un “reposo prácticamente absoluto de la voz” durante 48 horas y posteriormente con una evaluación se sabrá cuánto tiempo se quedará en Cuba, agregó.
Según la ministra, en operaciones como esta la recuperación tarda normalmente dos semanas, pero ella cree en cinco o seis días podría el mandatario volver a Bolivia.
El gobernante señaló antes que la tumoración “no es maligna” y que prefería aclararlo porque estaba obligado a informar sobre sus padecimientos para no causar preocupación en su país.
Morales decidió hacerse el tratamiento en Cuba después de que cinco médicos bolivianos no pudieron curarlo de una disfonía.
El gobernante sufre de la disfonía desde enero y el problema ha sido evidente en los numerosos discursos y actos a los que ha asistido en diversas regiones del país.