Nacido en Ocotal, Nueva Segovia, formado futbolísticamente en Costa Rica, donde vivió hasta los 15 años. Su nombre es Juan Barrera, su pasión el futbol, un deporte que lo conoció por su hermano, Eddy Espino, quien desde los 5 años le presentó un balón que con el pasar del tiempo lo llevó a Sudamérica y Europa, donde conoció nuevas culturas y sumó experiencias que lo ayudaron a formar su carácter y madurar futbolísticamente.
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Barrera con 27 años ya no es el mismo jugador tímido, fácil de impresionar. Ahora se ha convertido en líder dentro y fuera de la cancha en su actual equipo, el Comunicaciones de Guatemala, que ayer le dio la bienvenida en su arribo, organizó una conferencia de prensa tras iluminar a la Selección de Futbol con su triplete para conseguir el boleto a la Copa Oro.
Desde su aparición en la Primera División, Barrera mostraba cualidades diferentes; sin embargo fue en la Azul y Blanco donde más ha brillado con su desequilibrio con el balón, regates, asistencias y goles, llegando a diez con sus tres goles contra Haití en el repechaje y se coloca a uno de Emilio Palacios, máximo goleador en los últimos 50 años.
Jugador para la historia
El ocotaleano se convirtió en el primer jugador de la Selección de Futbol que ha sido decisivo en las dos clasificaciones a la Copa Oro, el máximo torneo de la Concacaf, y en ambos como protagonista, aunque en la última se convirtió en leyenda por sus tres goles contra Haití en el repechaje.
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El triplete o hat-trick marcado por Barrera fue de clase mundial por la definición —de derecha, cabeza e izquierda— y marcándolo en seis minutos, un detalle que ha sido elogiado a nivel internacional. En el primer tanto asumió la gran responsabilidad de tirar un penalti (85’), cuya definición era decisiva porque el duelo estaba sin goles.
En el 2-0, Barrera (87) arriesgó el físico estrellándose contra el gigante portero de Haití, Ateward Ceus, quien lo atropelló cuando el capitán de la Azul y Blanco ya había cabeceado el esférico de espalda al arco. El balón entró como en cámara lenta.
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Barrera se inmortalizó en el 3-0: pase largo a la espalda de los centrales, controló el esférico con el pecho, se quitó en velocidad a Mechack Jerome —jugador de Jacksonville Armada de la Segunda División de Estados Unidos— y de pierna izquierda conectó de volea para hacer el 3-0 al minuto 90+1’.
Impresionó en debut
La Copa Centroamericana 2009 fue el debut de Barrera con la Azul y Blanco. Otoniel Olivas, el técnico de la Selección en ese momento, confió más en él y lo metió comenzando el segundo tiempo contra Belice, que ganaba 1-0 en el duelo que definía el derecho a repechaje para Copa Oro.
Barrera, un muchacho flaco y de 19 años en esa fecha, recibió el balón por la banda izquierda, se quitó a un marcador con un autopase y entrando al área disparó de pierna derecha colocando el remate al segundo poste del arquero beliceño.
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Ese tanto permitió a la Azul y Blanco quedar en el tercer lugar del grupo uno y avanzar al repechaje por el cupo a la Copa Oro ante Guatemala, que terminó en la misma posición del grupo
dos.
La tropa nica comenzó a sorprender con el tanto de Samuel Wilson al minuto 39. Olivas se mantuvo cauto, como siempre, en su planteamiento. Faltando 22 minutos para el final del desafío dio entrada a Barrera, quien dio la asistencia del segundo tanto al 85.
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Futuro goleador
Ocho años después del brillante debut, Barrera se inmortalizó con tres tantos contra Haití, que no sorprenden, porque desde entonces, Barrera ha venido en ascenso en su carrera deportiva y en la Azul y Blanco. En el 2015, en el inicio de la era de Henry Duarte, el grupo lo eligió como su capitán y ha respondido a la expectativa siendo decisivo en momentos puntuales.
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Desde entonces ha aparecido con asistencias y tantos importantes, como los de este martes ante Haití, para llegar a 10 dianas con la Azul y Blanco quedando a uno de Emilio Palacios, el líder histórico en los últimos 50 años.
Barrera ha dejado huellas en el futbol nicaragüense, que posiblemente pasarán muchos para que sean superadas.