Actores políticos han denunciado la falta de atención del Consejo Supremo Electoral (CSE) en áreas de su competencia, como la resolución de litigios por la representación legal de los partidos, la solicitud de personería jurídica para nuevas organizaciones políticas y que oficialmente no se conoce si se realizaron los reembolsos a los partidos políticos que participaron en la farsa electoral del año pasado.
Erick Cabezas, excandidato presidencial del Partido Conservador (PC), asegura que ha visitado más de 10 veces la Dirección de Atención a Partidos Políticos tratando de oficializar la nueva junta directiva que encabeza él, pero siempre le dicen “que están resolviendo, pero nunca resuelven nada”. “Esa es una muestra más del centralismo y de que no hay independencia de poderes”, dijo Cabezas.
La representación legal del PC actualmente está en manos del diputado Alfredo César, quien considera nula la asamblea del PC realizada en noviembre pasado, en la que Cabezas fue escogido como nuevo presidente de ese partido.
Este lunes Mario Lionnet Valenti también denunció que el CSE no ha querido atenderlo para resolver el litigio del Partido Acción Ciudadana (PAC).
Tampoco el CSE atendió a Moisés Hassan, presidente del PAC, en junio del año pasado. Edgar Matamoros, dirigente del movimiento Unidad con Dignidad, ha denunciado en reiteradas ocasiones que el CSE no le ha atendido esa solicitud de personería.
En cambio, Saturnino Cerrato, excandidato presidencial de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), dijo que el CSE sí le está dando trámite a su solicitud para el Partido de Restauración Democrática, al igual que lo está haciendo con la organización política Ciudadanos por la Libertad (CxL), que dirige Kitty Monterrey.
La expresidenta del CSE, Rosa Marina Zelaya, manifestó que aunque el poder electoral está a tiempo para resolver todos estos procesos antes de las próximas elecciones municipales del 5 de noviembre, el problema es la falta de credibilidad que acarrea esta institución, principalmente desde las últimas elecciones, que fueron consideradas un farsa electoral por la oposición política.